Un grupo de "policía Sharia" patrulla la ciudad alemana de Wuppertal

Wuppertal (Alemania), 5 sep (dpa) - Un grupo de 11 radicales islamistas desató hoy la polémica en Alemania al formar una brigada de vigilantes con chalecos donde se puede leer "policía Sharia" para evitar que jóvenes musulmanes beban alcohol, entre otras cosas, en la ciudad de Wuppertal, en el oeste del país.

La policía alemana informó hoy que está buscando las maneras para detener a los jóvenes islamistas que han sido vistos recientemente en varias ocasiones patrullando las noches de la ciudad industrial en el estado de Renania del Norte-Westfalia.

Los radicales han distribuido folletos describiendo la "sórdida" zona de vida nocturna próxima a la estación central de ferrocarril de Wuppertal, que han puesto bajo su vigilancia y a la que consideran como "Zona de control por la Sharia (ley islámica)".

Los jóvenes, con pobladas barbas, portan chalecos de tráfico de color naranja fluorescente donde llevan impreso en la espalda en inglés "shariah police". Esta patrulla ha causado la indignación de la ciudad con 340.000 habitantes.

Wuppertal es considerada como el baluarte de los salafistas en Alemania, de acuerdo con el reciente informe de los servicios secretos internos de Alemania. El número de partidarios en esta región ha subido hasta los 1.800.

Para el responsable de integración de la ciudad, Hans-Jürgen Lemmer, este grupo es una "provocación directa". "Se trata de un grupo altamente peligroso, que recluta gente para la Guerra Santa", afirmó en el diario "Westdeutsche Zeitung".

Esta acción sigue el ejemplo de Londres, donde desde hace un año patrullan islamistas por las calles de la ciudad para prohibir el alcohol, el juego, la música y conciertos, drogas, pornografía y prostitución.

El alcalde de Wuppertal, Peter Jung, se mostró alarmado: "Estas personas buscan provocar de manera consciente, intimidar e imponernos su ideología. No lo permitiremos".

Sin embargo, no resultará fácil. "El simple hecho de recomendar reglas religiosas no es un delito", informó Wolf-Tilmann Baumert, portavoz de la fiscalía de la ciudad. "Cuando a alguien le impidan realmente entrar en una discoteca o pisar una sala de juegos, entonces este hecho podrá perseguirse al considerarse una coacción".

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