Nacional - Seguridad y Justicia

El Ejército mexicano bajo investigación: ¿Tiroteo o masacre?

2014-09-26

También otras evidencias dejan en entredicho, de acuerdo con Mejía, la versión...

Por Andrea Sosa Cabrios (dpa)

Ciudad de México, 26 sep (dpa) - Los cuerpos aparecen tendidos en el suelo con manchas de lodo. Hay orificios de bala y sangre en las paredes. Algunos están boca arriba, otros boca abajo, con las armas apoyadas a un lado. ¿Fue un enfrentamiento que dejó 22 muertos, como dice el Ejército mexicano, o una masacre perpetrada por militares?

Por primera vez, hoy se difundieron fotografías de la escena del "caso Tlatlaya". Y, según un criminalista entrevistado por la agencia MVT, que las recibió de forma anónima, las imágenes evidencian "graves alteraciones para manipular la escena" de lo que ocurrió el 30 de junio.

De confirmarse las sospechas, que comparten organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, México estaría ante la peor masacre cometida por el Ejército en décadas y la más grave en ocho años de lucha contra bandas del crimen organizado.

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha prometido ir a fondo en la investigación, que está en manos de la Procuraduría General de la República. La Secretaría (ministerio) de la Defensa Nacional ya ha detenido a un oficial y siete soldados que estuvieron en el operativo.

"Hay errores fatales para quien montó ese escenario de crimen, pues nadie muere con el arma sobrepuesta en el cuerpo, los cañones no deberían estar apuntando a ellos mismos y cuando alguien es abatido con arma en mano, ésta naturalmente sale despedida", dijo el criminalista José Luis Mejía.

También otras evidencias dejan en entredicho, de acuerdo con Mejía, la versión de que se suscitó un tiroteo con 22 muertos y un militar herido en un operativo para rescatar a tres mujeres secuestradas en una bodega.

Por ejemplo, no coincide con esto lo que se ve en las paredes. Según el criminalista, una bala sólo puede atravesar un cuerpo y pegar en la pared cuando se dispara a corta distancia. Pero no si los militares disparaban desde afuera y los delincuentes desde dentro como se supone que ocurrió.

Además, los cuerpos tienen señales de lodo como si hubieran sido arrastrados de un lugar a otro. "Las víctimas presentan, todas, manchas de lodo en las rodillas, y luego aparecen los cadáveres tirados sobre piedras en un terreno totalmente seco".

Los cadáveres que se ven en las fotos están en el suelo, de frente o de espaldas, demasiado acomodados, uno incluso con los pies cruzados, sin torcerse como ocurriría si una bala de grueso calibre impacta en un cuerpo desde más de 20 metros de distancia en medio de un tiroteo.

Las conclusiones del criminalista coinciden con las afirmaciones de una testigo que la semana pasada rechazó la versión oficial.

La mujer, madre de una joven de 15 años que murió en Tlatlaya, dice que sólo un hombre murió en el enfrentamiento y que los demás fueron asesinados a sangre fría, uno por uno, después de ser interrogados y cuando ya se habían rendido.

"Poco a poco se está desmontando la versión oficial de estos hechos, que buscaba encubrir y proteger a culpables una vez más de crímenes cometidos por parte de las fuerzas militares", dijo hoy a MVS Radio el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.

El procurador general, Jesús Murillo Karam, se comprometió a que se buscará la verdad "sea cual sea".



EEM