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Messi busca "exorcizar" París

2014-09-29

Los locales perdían 1-0 tras el empate 2-2 de la ida. La sola presencia del argentino...

Por Alberto Bravo

Madrid, 29 sep (dpa) - Un año y medio después del inicio del momento más complicado en la carrera de Lionel Messi, el argentino buscará "exorcizar" París, una ciudad que le trae duros recuerdos.

El delantero del Barcelona nunca olvidará la fecha del 3 de abril de 2013. Estaba en París, en un partido de Liga de Campeones ante el Saint-Germain, y se retiró antes del descanso tras sufrir una lesión en el bíceps femoral de su pierna derecha.

La eliminatoria tuvo un epílogo casi esotérico. Messi, todavía lesionado, entró a los 61' del partido de vuelta en Barcelona, ocho días después.

Los locales perdían 1-0 tras el empate 2-2 de la ida. La sola presencia del argentino pareció hipnotizar y atemorizar a sus rivales, que dieron varios pasos hacia atrás.

En el minuto 71, el argentino arrancó desde la medular, llevó la pelota hacia el área, el balón cayó en David Villa y Pedro marcó el tanto que daría el pase a los azulgranas con su empate 1-1.

Pero Messi no pudo más y a partir de entonces encadenó varias lesiones y un buen número de especulaciones sobre su vida, comentarios que fueron incluso más allá de lo que ocurría en la cancha.

Lo tangible es que el astro dejó huérfano a su equipo en ese final de temporada de 2013, en el que el Barcelona quedó fuera de la Liga de Campeones en semifinales tras sufrir un humillante 7-0 global ante el Bayern Múnich.

Los problemas musculares de Messi continuaron la siguiente temporada, cerrada por el astro sin títulos importantes y alejado de su mejor forma, de nuevo con lesiones que frenaron su continuidad. Por primera vez en muchos años, se cuestionó su categoría de mejor jugador del mundo y Cristiano Ronaldo le arrebató el Balón de Oro.

Los efectos de aquel 3 de abril de 2013 en París se sintieron incluso en el Mundial de Brasil 2014, en el que Messi impulsó a la Argentina hasta la final, aunque nunca se mostró fresco físicamente.

Aunque aquella no es la única fecha que Messi y el mal recuerdo aparecen vinculados a París. El 17 de mayor de 2006 el argentino vio desde el banquillo cómo el Barcelona conquistaba la Liga de Campeones. Acababa de salir de una lesión y su entrenador, Frank Rijkaard, no lo puso en la final ante el Arsenal, que cayó 2-1. Luego, el argentino se negó a participar en las celebraciones y en la foto que registró a todo el equipo con el trofeo.

Aquello fue en el Stade de France, no en el Parque de los Príncipes, aunque la ciudad es la misma: París.

Messi regresa así a la capital francesa con el deseo de "exorcizar" viejas afrentas. Y lo hace en excelente condición, según se vio desde el inicio de temporada.

El argentino protagonizó un sorprendente arranque de campaña. No tanto por su capacidad para acumular jugadas notorias de gol en la cancha, sino por la presencia constante que manifiesta en el juego del Barcelona. Así, participó en 13 de los 18 goles que hizo su equipo esta temporada, contando tantos y asistencias.

Una jugada llamó la atención el sábado durante el partido ante el Granada. El Barcelona ganaba 5-0 y en el minuto 82 Messi persiguió a un defensa, le robó el balón y marcó con su pierna derecha, una acción que sintetizó las ambiciones renovadas del astro argentino.

"Es alguien tocado una varita mágica y que disfruta de lo que es el juego. Ver a Leo presionar y ser generoso como está siendo... Pues a disfrutarlo", manifestó su técnico, Luis Enrique, tras el encuentro.

Messi vuelve ahora a París, un escenario que no le trae buenos recuerdos. Pero es un Messi diferente, al menos físicamente. Si hace año y medio llegó a la capital francesa lleno de problemas musculares, ahora parece en plenitud y con ánimos renovados.

De paso, el argentino se sitúa en un escaparate ficticio, pero lleno de "glamour" y pimienta. No hace mucho un sector de la prensa especuló con la posibilidad de que el Paris Saint-Germain, controlado por el potente emirato de Qatar, contemplara la contratación de Messi por una cifra astronómica.

El encuentro será la primera gran cita de la temporada del Barcelona, la más exigente hasta ahora. Sólo faltará, lesionado, el sueco Zlatan Ibrahimovic, la gran estrella del Paris Saint-Germain y compañero de Messi en la temporada 2009-10 en el equipo azulgrana. A cambio, Messi parece dispuesto a ajustar cuentas con París y su pasado.



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