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Rousseff y PT se ponen a prueba en elecciones generales brasileñas

2014-10-01

Todos estos grupos tienen en común el deseo de impulsar cambios profundos en Brasil, tal...

Por Diana Renée (dpa)

Río de Janeiro (dpa), 1 oct (dpa) - Unos 141,8 millones de brasileños acudirán el domingo a las urnas para participar en los comicios generales más disputados de la historia reciente, en los que los electores darán su "veredicto" sobre los 12 años de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

Los sondeos preelectorales dejan en evidencia una profunda división de los brasileños, principalmente entre "petistas" -que apoyan la reelección de la presidente Dilma Rousseff- y "antipetistas", que se dividen entre los dos candidatos de oposición: la ambientalista Marina Silva y el senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Silva, quien ingresó en la disputa en agosto tras la muerte en un accidente aéreo del candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, es según las encuestas la más probable rival de Rousseff en el balotaje del 26 de agosto, y derrotarla se ha convertido en la "prioridad número uno" del PT de Luiz Inacio Lula da Silva.

La ex senadora y ex ministra de Medio Ambiente de Lula reúne apoyos heterogéneos, que van desde los sectores que ven en las elecciones una posibilidad de desalojar del poder al PT hasta los "indignados" que en junio y julio de 2013 protagonizaron las masivas protestas en demanda de reformas políticas y mejores servicios públicos de educación, salud y transporte.

Todos estos grupos tienen en común el deseo de impulsar cambios profundos en Brasil, tal como lo expresan tres cuartas partes de los electores, según un sondeo del Instituto Datafolha.

No obstante, el anhelo de que se produzcan cambios no se refleja automáticamente en un rechazo a la reelección de Rousseff, ya que muchos temen que un cambio de gobierno genere retrocesos en la política social que rescató a decenas de millones de personas de la pobreza extrema y redujo en un 82 por ciento los índices de desnutrición.

Según el director del Datafolha, Marcos Paulino, el electorado se divide entre la opción de "un cambio con seguridad" -bajo el comando de Rousseff- y la alternativa de "un cambio más osado", que se reflejaría en un voto por Marina Silva.

En un artículo reciente, el ex presidente brasileño José Sarney -un fiel aliado del actual gobierno- apuntó que la candidatura de Marina Silva produjo un "tsunami político", ante la formación de "un robusto frente de combate al PT y al gobierno de Dilma Rousseff, lo que hace posible lo que se consideraba imposible: derrotarles".

Atacar a Marina Silva -la primera negra en disputar la Presidencia de Brasil- ha sido asimismo la principal estrategia adoptada tanto por el PT como por el PSDB en la campaña electoral por radio y televisión.

La candidata del PSB fue acusada, entre otras cosas, de ser "fundamentalista" en temas ambientales, de no estar preparada para gobernar, de no tener una base de apoyo en el Congreso y de no aceptar el Estado laico, en razón de su vinculación a la pentecostal Asamblea de Dios.

La estrategia produjo resultados: en los días previos a las elecciones el "tsunami" perdió fuerza: según un sondeo del Instituto Datafolha divulgado este martes, Silva perdió nueve puntos porcentuales de apoyo desde agosto, y ahora tiene solamente un 25 por ciento de las preferencias, frente al 40 por ciento de Rousseff.

Por otra parte, Neves creció seis puntos en el mismo período y suma ahora un 20 por ciento de las intenciones de voto, lo que le permite soñar con excluir a Silva de la disputa y pasar a la segunda vuelta, en la que se repetiría el duelo entre PT y PSDB que se repite en todas las elecciones presidenciales brasileñas desde 1994.

Además de la elección para presidente de la República, las urnas del 5 de octubre renovarán la totalidad de la Cámara Baja y de las Asambleas Legislativas provinciales y un tercio del Senado y definirán a los gobernadores de los 26 estados y del distrito federal de Brasilia.

Los sondeos apuntan que el PT de Lula fracasará una vez más en su intento por asumir el comando de Sao Paulo, el estado más rico del paí, que desde 1995 es gobernado por el "archirrival" PSDB. El actual gobernador, Geraldo Alckmin, conquistará probablemente la reelección en la primera vuelta.

El "premio consuelo" para el PT podría ser el estado de Minas Gerais -que conforma con Sao Paulo y Río de Janeiro el "triángulo" del poder político y económico de Brasil y desde 2003 es gobernado por el PSDB-, donde su candidato, Fernando Pimentel, se perfila como favorito a conquistar la gobernación en la primera ronda, superando al socialdemócrata Pimenta da Veiga.



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