Estados Unidos busca tranquilizar al público sobre el riesgo del ébola

Ana Campoy, Colleen McCain Nelson y Nathan Koppel, The Wall Street Journal

Las principales autoridades de salud pública, buscando tranquilizar a un público nervioso, descartaron la posibilidad de un brote amplio del ébola en Estados Unidos, conforme las autoridades en Texas siguen atendiendo el primer caso diagnosticado del letal virus en EE.UU.

"Es comprensible que la gente esté asustada; es un virus letal, pero tenemos que regresar a lo básico: lo esencial es que sabemos cómo detenerlo", apuntó el domingo en el canal NBC Thomas Frieden, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU.

Por su parte, los funcionarios de Texas redujeron la lista de personas que están rastreando por el riesgo de contraer ébola de 100 a 50, después de que un hombre liberiano, Thomas Eric Duncan, fue diagnosticado con la enfermedad en Dallas el martes pasado.

Solo 10 de estas 50 personas han sido consideradas en alto riesgo de haber contraído ébola anotó David Lakey, el comisionado del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas.

Altos funcionarios estadounidenses en Washington intentaron aplacar los temores de que el virus podría propagarse por EE.UU., indicando que el público debería tener confianza en el sistema de salud estadounidense.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud, apuntó que aunque el ébola se ha propagado rápidamente en África, EE.UU. está mejor equipado para tratar y aislar a las víctimas, y rastrear a personas que han estado en contacto con ellas.

"Hubo cosas que no se hicieron como se deberían haber hecho en Dallas", anotó, pero agregó que la infraestructura médica de EE.UU. debería "detener al ébola en seco".

Fauci también anotó que un estudio inicial de una vacuna para el ébola se ha estado llevando a cabo durante más de un mes, y que podría probarse en pacientes de África occidental a principios del próximo año. La vacuna, dijo, daría a las autoridades un arma potente para proteger a los trabajadores de salud pública y combatir el ébola en zonas en donde la enfermedad se está expandiendo.

Funcionarios de la Casa Blanca indicaron que no están considerando una prohibición de viajes como parte de un esfuerzo más amplio por contener el ébola, que ha acabado con más de 3.000 vidas en África occidental en lo que va del año. Lisa Monaco, asesora del presidente en temas de seguridad nacional y terrorismo, dijo que estas medidas obstaculizarían la respuesta, desacelerando la habilidad de los socios estadounidenses e internacionales de llevar experiencia y recursos a las zonas afectadas.

"Todo brote de ébola en los últimos 40 años ha sido detenido", expresó. "Sabemos cómo hacer esto, y lo haremos de nuevo".

Aunque Duncan es la primera persona en enfermarse de ébola en EE.UU. este año, otros cuatro pacientes han sido evacuados de África occidental y recibido tratamiento en hospitales estadounidenses en meses recientes. El viernes, un quinto, Ashoka Mukpo, un periodista estadounidense fue diagnosticado con ébola, y fue transportado el domingo al Centro Médico de Nebraska, en Omaha, para recibir tratamiento, afirmó su padre, Mitchell Levy.

Las autoridades de EE.UU. y Texas reconocieron el viernes que podrían surgir otros casos de ébola en Dallas, en donde las autoridades fueron inicialmente lentas en diagnosticar el caso de Duncan, contener a varias personas expuestas a él y retirar materiales potencialmente infectados del apartamento en donde se estaba alojando.

"Ciertamente existe la posibilidad de que algunas personas que ya han estado en contacto muy cercano con este paciente puedan desarrollar ébola", precisó Beth Bell, directora del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas.

Duncan permanece en una sala de aislamiento en el hospital Texas Health Presbyterian y se encuentra en condición grave.

En el departamento de Dallas en donde Duncan se alojaba, sus sabanas y ropa se encontraban en bolsas selladas el viernes por la mañana debido a la falta de un permiso estatal para transportar material peligroso por las calles de Texas.

Cuatro personas que recibieron órdenes de permanecer en el departamento debido a que estuvieron en contacto cercano con Duncan fueron trasladadas a una casa en Dallas cuya ubicación no se divulgó.

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