Reportajes

¿Por qué es tan importante la ciudad de Kobani en la ofensiva del Estado Islámico?

2014-10-07

La defensa aérea de la coalición occidental, acompañada por un gran despliegue...

F. J. C. ABC.- / MADRID

Los terroristas del Estado Islámico (EI), después de tres semanas de asedio, por fin han podido izar la bandera negra en el este Kobani, uno de los tres enclaves kurdos situado en la frontera de Siria con Turquía. Los combatientes kurdos del YPG, pese a la resistencia numantina ante las acometidas yihadistas, se encuentran en clara inferioridad si se tiene en cuenta su anquilosado armamento frente al poderío pesado del EI. Así y todo, todavía mantienen el grueso de la localidad de 70.000 habitantes, que Turquía pretendía mantener como zona de exclusión que amortiguara la ofensiva insurgente.

Al establecer ese escudo de exclusión en el norte de Siria, Ankara ha pretendido hasta el momento defender su frontera, su territorio y, además, salvaguardar el terreno de los kurdos llegados de Irak, así como los desplazados sirios. Decenas de miles de emigrantes han entrado en las últimas semanas en Turquía a través de un agujero en la alambrada fronteriza. Un goteo constante e ingobernable.

Este escenario ha hecho cambiar de postura al presidente Recep Tayyip Erdogan, quien había rechazado hasta ahora engrosar la coalición liderada por Estados Unidos. Solo prometía asistencia logística. Sin embargo, hace unos días llevó al Parlamento otomano la decisión constitucional que autorizaba al Ejército turco a iniciar operaciones contra las fuerzas del EI, que fue aprobada por 298 diputados contra 98.

El despliegue turco pretende evitar que sea demasiado tarde para controlar la entrada de células yihadistas en el país, a través de los 1.200 kilómetros de frontera. Con este propósito, el Parlamento turco permite ahora atacar a todos los terrorismos, una trampa retórica puesto que no excluye a los kurdos, a quienes Ankara ha reconocido históricamente como terroristas.

Para defender Kobani, los kurdos han recurrido a los kamikazes, sin que esto pueda considerarse una novedad. Y es que en la década de los noventa, los rebeldes del PKK turco fueron señalados por sendos ataques suicidas, principalmente de mujeres, contra el Ejército de Ankara. Según el testimonio de un combatiente kurdo recogido por France Presse, «la mujer que se ha inmolado, lo ha hecho por mí, por los kurdos y por Kobani». Amenaza que si cae esta plaza clave para la defensa contra el EI, los ataques suicidas se multiplicarán para defender a «los hermanos que viven más allá de la frontera».

Terroristas para Erdogan

La defensa aérea de la coalición occidental, acompañada por un gran despliegue mediático, no ha evitado el avance yihadista y su propagación del horror. Aun así, tal y como apunta el periodista Ilya U. Topper en la revista msur, Erdogan ha evitado señalar al Estado Islámico como terroristas: para él, el enemigo continuaba siendo el PKK o las milicias de Kobani. Las fuerzas turcas se han mantenido neutrales hasta que el EI ha llegado a las puertas de la localidad. No han gastado munición para detener a la banda del «califato». Ahora, los yihadistas están a unos pocos kilómetros de Turquía.



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