Nacional - Población

Marchan por regreso alumnos desaparecidos

2014-10-08

Por MARK STEVENSON

CHILPANCINGO, México (AP) — Miles de estudiantes, profesores, activistas y residentes marcharon el miércoles por una de las principales avenidas en el estado sureño de Guerrero para demandar la localización de 43 estudiantes del magisterio desaparecidos hace más de una semana tras ser atacados por policías locales, en un caso que ha recibido la condena dentro y fuera de México.

Los manifestantes se reunieron en Chilpancingo, la capital estatal, y bloquearon en ambos sentidos la Autopista del Sol, la carretera federal que va hacia la ciudad de México y caminaron detrás de una pancarta en la que se leía "¿Quién gobierna Guerrero?", en referencia al presunto hecho de que policías locales al servicio del narcotráfico han sido implicados en las desapariciones.

"¿En manos de quién estamos?", se preguntó Rosa Ruth Rodríguez Mendiola, de 44 años y un ama de casa de la localidad de Atoyac. "No tenemos gobierno", reclamó la mujer.

"Ya nos estamos cansando", dijo en referencia del gobierno Manuel Martínez, vocero de las familias de los estudiantes. "Si tienen dignidad deberían renunciar todos".

Cuarenta y tres estudiantes de la escuela de magisterio Normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron en Iguala, una localidad de Guerrero a unos 200 kilómetros al sur de la ciudad de México, cuando el 26 de septiembre policías municipales atacaran los buses en los que viajaban.

En el ataque murieron seis personas, incluidos tres estudiantes, y 25 alumnos más resultaron heridos.

Los estudiantes de la escuela habían ido a la ciudad a solicitar donaciones de los habitantes de Iguala. Cuando se reunían para regresar a la normal la esposa del alcalde, María de los Angeles Pineda, terminaba un discurso ante personalidades locales.

De repente, se oyeron disparos a una docena de cuadras y la gente huyó despavorida del miedo. Algunos piensan que ambos incidentes están relacionados pero funcionarios federales dijeron el martes que aún no tienen una explicación sobre lo ocurrido ese 26 de septiembre.

Durante el discurso hombres vestidos de civiles, de apariencia ruda, habían estado custodiando a Pineda Villa, una mujer que, según las autoridades, tiene familiares con vínculos con el crimen organizado. Funcionarios federales y estatales han acusado a la policía de Iguala de estar infiltrada por grupos de narcos que patrullaban las calles de Iguala.

Javier Monroy, un activista de derechos humanos en Chilpancingo y que ha apoyado a los familiares de los desaparecidos, sugirió que el ataque pudo haber sido provocado por un cartel de las drogas local llamado Guerreros Unidos, que pudo pensar que los estudiantes iban a afectar el discurso de Pineda.

Los estudiantes se habían negado en el pasado a pagar las extorsiones que un cartel de las drogas les había exigido. El grupo también es conocido por bloquear carreteras y hacer otras protestas.

Durante la marcha, Itanduvi Villalba, una de las manifestantes, hizo una bandera parecida a la mexicana, pero en lugar del verde y rojo, colores del pabellón mexicano, estaba teñida de negro. El águila que acompaña a la bandera, en vez de devorar una serpiente en señal de que los indígenas debían fundar ciudad de México, aparecía baleada y chorreando sangre.

"Es una bandera de luto por lo que pasó", dijo Villalba.

El caso ha alcanzado nueva atención luego de que el fin de semana se encontraron fosas clandestinas en una barriada pobre a las afueras de Iguala, donde autoridades han dicho que encontraron 28 cadáveres y analizan si corresponden a algunos de los jóvenes desaparecidos.

Autoridades han dicho que aún no se ha identificado ninguno de los cuerpos.

El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo el martes que no especularía sobre el posible nexo entre el discurso de la esposa del alcalde José Luis Abarca y la violencia.

"No voy a señalar ninguna hipótesis hasta que tenga comprobado cuál es la verdadera", dijo en una reunión con corresponsales de prensa extranjeros.

El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, es ahora un fugitivo y las autoridades han arrestado a 22 policías locales. Más de 200 policías han sido reemplazados por agentes de la Gendarmería, una nueva división de la Policía Federal creada por el actual gobierno.

Los fiscales habían identificado al difunto hermano de Pineda Villa, Alberto Pineda, como lugarteniente del cartel de Los Beltrán Leyva. Él y otro de sus hermanos, Marco Pineda, estaban en la lista de los delincuentes más buscados, elaborada por el gobierno del presidente Felipe Calderón y fueron asesinados por narcos rivales en 2009.

Otro hermano, Salomón Pineda, fue liberado de prisión el año pasado y se cree que es el jefe de Iguala para Guerreros Unidos, una facción de Los Beltrán Leyva, según medios locales.

El procurador del estado de Guerrero, Iñaky Blanco, dijo que los sospechosos han dicho que al menos 30 miembros de la policía local eran miembros de Guerreros Unidos.

Blanco dijo que los policías encarcelados niegan haber matado a nadie pero en la parte trasera de sus camionetas se encontraron manchas de sangre. Un policía admitió que al menos diez estudiantes que habían detenido fueron entregados a personas desconocidas.

Un vídeo de una cámara de seguridad mostró a hombres no uniformados obligando a personas a subir a la parte trasera de una camioneta y a otros que corrieron y escaparon.

Uno de ellos, Julio César Mondragón, ignoró los ruegos de uno de sus colegas de refugiarse en casa de un habitante de Iguala y siguió corriendo, dijo Vidufo Rosales, abogado de las familias de los estudiantes desaparecidos.

Más tarde, fue encontrado muerto a un lado de la carretera y su piel había sido cuidadosamente arrancada de su cráneo.



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