Nacional - Seguridad y Justicia

Demanda de justicia de los padres tomará la Ciudad de México

2014-11-18

La caravana de padres lleva una semana realizando un recorrido en tres rutas diferentes que han...

Por Andrea Sosa Cabrios (dpa)

Ciudad de México, (dpa) - En un ambiente de tensión, el más complicado en casi dos años de gobierno de Enrique Peña Nieto, las calles de Ciudad de México serán tomadas el jueves por una nueva marcha de protesta, en la culminación de una caravana de padres de 43 estudiantes que exigen su aparición.

El grito de "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" ha estremecido en los últimos dos meses al país. La indignación ha ido en aumento desde que los jóvenes fueron entregados por policías municipales a un grupo criminal, que supuestamente los mató y calcinó para desvanecer todo rastro.

La caravana de padres lleva una semana realizando un recorrido en tres rutas diferentes que han abarcado localidades del estado sureño de Guerrero, donde desaparecieron los estudiantes, así como del norte y el sur del país.

En la capital se les unirán otros movimientos para marchar juntos, desde distintos puntos, hacia el corazón de la ciudad, en coincidencia con el aniversario del inicio de la Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910.

Estudiantes de la Asamblea Interuniversitaria convocaron a bloquear los accesos al aeropuerto de Ciudad de México como parte de las protestas.

"Si no hay solución, habrá revolución", es una de las consignas que se han escuchado en las calles. "No están solos, su rabia es también la nuestra", han clamado las pancartas.

El caso ha sumido en un pozo de desprestigio a autoridades federales y regionales, partidos políticos y fuerzas de seguridad.

Un alcalde de izquierda coludido con el crimen organizado, el ahora detenido José Luis Abarca, dio, según las investigaciones, la orden de perseguir a los estudiantes el 26 de septiembre, con el resultado, además, de seis muertos y una veintena de heridos.

Y el gobierno federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro) está en entredicho por su supuesta tardanza en entrar en las investigaciones y el desmoronamiento de su discurso reformista y de avances contra la delincuencia.

La crisis de Ayotzinapa, como es conocida la escuela del magisterio de desaparecidos, ha servido también a grupos minoritarios violentos para quemar edificios gubernamentales, automóviles o sedes partidarias, en especial en Guerrero.

Las autoridades han preferido no actuar. El más mínimo error en una intervención podría encender la llama de un conflicto mayor. Peña Nieto ha señalado que el gobierno aspira no llegar al extremo de usar la fuerza pública, pero que podría hacerlo.

"Es el último recurso, pero el Estado legítimamente está en facultad de hacer uso del mismo cuando se ha agotado cualquier otro mecanismo para establecer el orden", dijo.

Las familias de los estudiantes no creen en la versión de que sus hijos fueron calcinados hasta convertirlos en cenizas y que estas fueron metidas en ocho bolsas de plástico y arrojadas a un río, lo que significaría que jamás podrían siquiera sepultarlos.

Hay descontento y la tensión durará todavía semanas o meses, mientras un laboratorio de la universidad austríaca de Innsbruck intenta identificar los pocos restos que se han encontrado.

No es el mejor momento para Peña Nieto, que el 1 de diciembre aspiraba celebrar sus primeros dos años en el poder como el gran reformista, después de sacar adelante con la oposición reformas estructurales como la energética y la fiscal.

"Conforme se acerque el 1 de diciembre, una parte de los manifestantes que se han agrupado en torno a la denuncia de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa (...) acelerará sus acciones de protesta", escribió Pascal Beltrán del Río en su columna del diario "Excélsior".

La demanda de "Fuera Peña" también se ha escuchado en las calles, aunque en México, donde no existe la reelección, desde hace más de 80 años todos los presidentes han concluido su mandato, incluso en medio de grandes crisis como la política y económica de 1994-1995.

El calendario político también calentará el ambiente. En siete meses y medio, el 7 de junio, habrá elecciones federales intermedias y comicios para renovar nueve gobernadores, alcaldes y legisladores locales en 17 de los 31 estados del país.

 



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