Reportajes

Qué supone para la economía mundial la caída del precio del petróleo

2014-11-19

El banco estadounidense de inversiones Goldman Sachs es un

Por Hannes Breustedt

NUEVA YORK (dpa) - El mayor paquete de medidas para la economía mundial no lo pacta ningún político, sino que es líquido y actúa en la sombra: el crudo es el motor de la sociedad industrial. Y por eso, las masivas caídas de precios de los últimos meses tienen como consecuencia que el crecimiento global no se estanque aún más. Pero, ¿qué sucede su los precios del petróleo siguen así a largo plazo?

El banco estadounidense de inversiones Goldman Sachs es un "market mover", pues de sus pronósticos dependen los movimientos de los mercados financieros. La influencia de este gigante de Wall Street volvió a quedar patente a finales de octubre con su estudio "The new oil order", que provocó que el crudo estadounidense de la variedad WTI (West Texas Intermediate) se situara durante un breve lapso por debajo de la importante marca de 80 dólares el barril (159 litros), su nivel más bajo desde hace más de dos años.

La conclusión clave de este análisis de 21 páginas es la siguiente: los precios seguirán cayendo, y el año que viene el WTI se situará por debajo de 75 dólares. ¿El motivo? La economía mundial se ahoga en petróleo. Debido a la débil coyuntura actual, la demanda es demasiado baja y la oferta, demasiado elevada. Estados Unidos aumentó notablemente su producción gracias al "fracking" (fractura hidráulica), y actualmente extrae tanto crudo como no lo hacía desde hace tres décadas. Mientras, otros países petroleros, como los miembros de la OPEC, pierden poder de mercado.

Los expertos de Goldman no son los únicos que han llegado a esta conclusión. "En general, los precios aún no han caído lo suficiente", afirma la experta Amrita Sen, de la consultora Energy Aspects. "El clima general en el mercado del crudo sigue siendo negativo", apuntaba el experto del Commerzbank alemán Eugen Weinberg. Pero lo que resulta negativo para los especuladores de los mercados financieros no tiene por qué serlo para la economía. Más bien al contrario.

El petróleo barato beneficia a la mayoría de países. Según un modelo del Fondo Monetario Internacional (FMI), un retroceso del diez por ciento en los precios del crudo supone un aumento del 0,2 por ciento en el rendimiento económico mundial. Cuanto más barato es el petróleo, más caen los costes de producción de muchas empresas y los consumidores disponen de más dinero para gastar porque ahorran en gasolina y calefacción.

En los últimos cuatro meses, el precio del crudo se ha abaratado en torno a un 25 por ciento, lo que ha supuesto un enorme impulso coyuntural. Pero también hay perdedores: y es que un descenso prolongado de los precios del crudo daña a las economías que dependen de su producción, como Rusia, Venezuela, Arabia Saudí o Irán.

Además, esta caída de precios también puede tener consecuencias desagradables en otras regiones económicas. En la eurozona, que depende enormemente de la importación de energía, el abaratamiento del petróleo hace que la ya de por sí baja inflación siga cayendo, aumentando el temor ante la deflación. Y esto supondría un círculo vicioso en el que los precios descienden y se debilita la coyuntura.

Además, en Estados Unidos, que a primera vista sería el gran beneficiario del nuevo orden petrolífero mundial según Goldman Sachs, no solo hay ganadores. La revolución del petróleo de esquistos, que hasta ahora ha abaratado el precio, pronto podría mostrar una cara menos amable: la extracción mediante "fracking" resulta cara, y si los precios caen muy por debajo de los 80 dólares una gran parte de la producción no valdría la pena. Y eso frenaría no sólo el boom del petróleo de esquistos, sino también la caída de precios.



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