Migración

Uruguay estaría solo en la recepción de ex prisioneros de Guantánamo

2014-12-12

Sin embargo, varios países de la región y que tienen lazos relativamente cercanos con...

Taos Turner, The Wall Street Journal

BUENOS AIRES—Los seis ex prisioneros de Guantánamo transferidos a Uruguay se mudaron a una casa privada el jueves al tiempo que el gobierno del presidente José Mujica expresó su esperanza de que el gesto llevaría a otros países a reubicar a presos que permanecen en el complejo operado por Estados Unidos.

Sin embargo, varios países de la región y que tienen lazos relativamente cercanos con EE.UU., incluidos Brasil, Chile y Perú, mostraron poco entusiasmo de hacerlo en entrevistas el jueves.

Tras ser dados de alta de un hospital militar y recibir documentos uruguayos de identificación, los hombres se mudaron a una pequeña vivienda de tres habitaciones en Montevideo proporcionada por la central sindical uruguaya PIT-CNT. "Hay que acompañarlos con asistencia psicológica porque realmente han pasado por una situación de penuria", apuntó Fernando Pereira, el coordinador de la central sindical. "Hay que darles cobertura efectiva".

El gobierno de Mujica ha señalado que quiere ayudar al gobierno del presidente Barack Obama en su objetivo de cerrar el centro de reclusión, algo que no puede ocurrir hasta que los países acojan a los prisioneros que Washington ha aprobado para ser transferidos.

El miércoles, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, una división independiente de la Organización de los Estados Americanos, instó a los países miembros a dar la bienvenida a los reclusos a fin de "reafirmar la larga tradición de asilo y protección de refugiados en la región".

La llegada de los ex presos a Uruguay deja 136 detenidos en Guantánamo, incluyendo 68 que han sido autorizados a ser transferidos. Al igual que los seis reclusos en Uruguay, los prisioneros aprobados para el traslado nunca recibieron cargos, pero permanecieron detenidos durante años en lo que grupos de derechos humanos califican de condiciones inhumanas. Guantánamo además es caro, y albergar a cada recluso cuesta cerca de US$3 millones al año, comparado con US$78.000 en una cárcel de súper máxima seguridad en EE.UU., indicaron las autoridades estadounidenses.

"La intención del presidente Mujica es que esto sea un ejemplo que abra la puerta a otros países a hacer algo similar", apuntó Joaquín Costanzo, subdirector de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, el jueves.

Sin embargo, obtener ayuda no ha sido fácil para EE.UU. en América Latina.

Las autoridades estadounidenses no revelaron los otros países a los que habrían acudido. Sin embargo, un funcionario dijo que Washington buscaría acuerdos con otros gobiernos en la región para que reciban a los detenidos.

Un funcionario brasileño al tanto de las relaciones internacionales dijo el jueves: "No veo por qué Brasil debería ayudar a limpiar el caos creado" por EE.UU. Agregó que Brasil considera la detención de presos en Guantánamo como algo "totalmente ilegal".

El vocero del gobierno de Chile, Álvaro Elizalde, dijo que "no es prioridad para el Gobierno de Chile resolver esa solicitud", agregando que la decisión no se tomaría en el futuro cercano.

En Perú, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que su país no recibiría a presos de Guantánamo. Un funcionario colombiano dijo que su país no estaba considerando recibir detenidos.

Hasta ahora, 12 ex presos han sido reubicados en América Latina y el Caribe, incluyendo dos en El Salvador en 2012 y cuatro en Bermuda en 2009. Los seis que llegaron a Montevideo —cuatro sirios, un palestino y un tunecino— son los primeros reclusos trasladados a Sudamérica.



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