Religión

El Papa denuncia "una auténtica guerra mundial", de París a Oriente Medio

2015-01-13

El Papa ha lamentado la

Kelly VELASQUEZ, AFP

El papa Francisco ha condenado este lunes a todos aquellos que cometen masacres en nombre de Dios, de París a Oriente Medio, y ha descrito un mundo sombrío azotado por "una auténtica guerra mundial combatida por partes".

En un denso y complejo discurso de Año Nuevo pronunciado pocas horas antes de emprender su segundo viaje a Asia para visitar Sri Lanka y Filipinas, el Papa ha descrito un mundo azotado por las guerras, la emigración, la soledad, la pobreza y las "modernas esclavitudes".

Ante el cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, el Papa ha lamentado ante todo la "cultura del rechazo al otro" y ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional, especialmente a los líderes musulmanes, para que "condenen cualquier interpretación fundamentalista y extremista de la religión".

El Papa ha citado "la trágica masacre que ha tenido lugar en París estos últimos días", al referirse a los 17 muertos en los atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo y en un supermercado kósher, como un ejemplo de "la cultura que rechaza al otro", que "destruye los vínculos más auténticos" y que "genera violencia y muerte". Francisco ha explicado que esa "cultura del rechazo al otro" convierte al ser humano "en esclavo, ya sea de las modas, del poder, del dinero, incluso a veces de formas tergiversadas de religión", ha recalcado. "Hace falta una respuesta unánime que detenga la expansión de la violencia terrorista", ha dicho.

Constatando "la proliferación de los conflictos" en el mundo, el jefe de la Iglesia Católica ha vuelto a denunciar "una auténtica guerra mundial combatida por partes". Se trata de un concepto que ha desarrollado en varias ocasiones y que considera grave, ya que estima que hoy en día los conflictos se "extienden con modalidades e intensidad diversas a diferentes zonas del planeta", ha afirmado.

- "Algunos frutos de paz" -

Con voz conmovedora, Francisco ha recordado la muerte en Pakistán hace un mes de cien niños, "asesinados con una crueldad inaudita" en una escuela de Peshawar.

El Papa ha mencionado la situación en Ucrania, en Oriente Medio y ha hablado de la violencia cruel en Nigeria, azotada por los secuestros de "jóvenes raptadas para ser objeto de trata".

Francisco ha citado otro crimen que generan las guerras: la violación contra las mujeres, y mencionó también la emigración, instando a las autoridades europeas a hacer algo porque "no se puede tolerar que el mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio".

Pese a la "mirada dominada por el pesimismo y deficiencias de nuestro tiempo", como reconoció, Francisco quiso "dar gracias a Dios" por "algunos frutos de paz que nos ha dado la alegría de saborear", ha afirmado. Entre esos frutos, ha mencionado como ejemplo de diálogo "que edifica y construye puentes" la reciente decisión de Estados Unidos y Cuba de "poner fin a un silencio recíproco que ha durado medio siglo". También se ha congratulado por "los esfuerzos realizados para lograr una paz estable en Colombia" y se ha felicitado por la decisión de Estados Unidos de cerrar la controvertida cárcel de Guantánamo, en Cuba.

El Papa ha manifestado también su satisfacción por las "iniciativas encaminadas a restablecer la concordia en la vida política y social de Venezuela".

Francisco ha concluido su discurso con una llamada a la paz y ha recordado el 6 de agosto de 1945, cuando la "humanidad asistió a una de las catástrofes más tremendas de su historia", el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, hace 70 años.



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