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México lucha contra la obseidad, pero las cifras no bajan

2015-01-22

Los expertos afirman que es necesario modificar la forma en que el gobierno confronta este...

Ángela Moscarella

CIUDAD DE MÉXICO (dpa) - Un año después de que en México entraran en vigor los impuestos a refrescos y alimentos "chatarra" -el as del gobierno en su estrategia contra la obesidad-, la medida parece que no ha surtido el efecto deseado. De hecho, el consumo de bebidas endulzadas en el país incluso pudo haber aumentado.

"Estuvo mal enfocada la idea de disminuir el estado de obesidad de una población controlando las bebidas calóricas (con los impuestos)", dijo Alejandro Tirado Baijén, de 68 años, médico internista especializado en el tratamiento integral de la obesidad.

Entre enero y noviembre del año pasado los médicos del sistema nacional de salud detectaron unos 323,000 casos nuevos de obesidad en el país, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud publicadas por la prensa local.

Los expertos afirman que es necesario modificar la forma en que el gobierno confronta este problema. "El gobierno tiene que propiciar el uso del agua. Hacer una campaña para que (las personas) tomen agua", indicó a dpa Tirado Baijén.

"Tiene que hacer una gran campaña del 'bien comer', le llamaría yo, pero no lo quieren hacer de una manera entendible, con muchísima más fuerza. No quieren meter el dinero como le hacen con las campañas políticas, en lugar de estar dando 'patadas de ahogado' con estos impuestos", agregó.

México es uno de los países que más refrescos consume en el mundo. El mexicano bebe en promedio unos 140 litros de refresco por año, según cifras de la industria de 2013.

Por esa razón, a fines de ese año el Congreso mexicano creó impuestos a las bebidas endulzadas y a alimentos que rebasaban niveles aceptables de calorías. La intención era elevar el precio y desalentar su consumo. Pero aparentemente eso no ha sucedido.

La empresa Coca-Cola Femsa, la mayor embotelladora Coca-Cola en el mundo, con sede en México y negocios en varios países de la región, reportó que en el tercer trimestre de 2014 sus ingresos aumentaron un 11,4 por ciento comparado con 2013 y sus utilidades netas crecieron un 13,2 por ciento.

La empresa dijo que tuvo "resultados alentadores" en México, que atribuyó a "innovaciones" -latas y botellas con nombres propios- y al lanzamiento de una marca con menos calorías, Coca-Cola Life, endulzada con azúcar y estevia.

La obesidad se tornó apremiante desde que a mediados de 2013 México rebasó a Estados Unidos por un punto porcentual como el país grande con el índice más elevado de obesidad, el 32,8 por ciento de su población adulta, según la OMS.

Juntando sobrepeso con obesidad el 70 por ciento de los adultos y el 30 por ciento de los niños en México padece sobrepeso y obesidad.

La obesidad ha contribuido al incremento en diabetes, la principal causa de muerte en México. Según cifras oficiales en 2012 unas 85,000 personas murieron a causa de diabetes en México y 13 millones de personas actualmente sufren ese mal con 400,000 casos nuevos diagnosticados cada año.

La nutricionista Marybel Yáñez, de 35 años, culpa a las empresas de refrescos y comida "chatarra" por la situación. La población mexicana tiene "poca cultura y poca educación y la engañas muy fácilmente", comenta.

Yáñez fue invitada en 2011 a reuniones para mejorar las comidas o aperitivos escolares que proporciona el gobierno y relata que representantes de las empresas de comida "chatarra" estaban presentes.

"¿Qué hacía allí Sabritas (compañía de papas fritas)?", se preguntó. La nutricionista opinó que los menús escolares deben ser evaluados por comités independientes sin intereses comerciales.

El Instituto Mexicano de Seguridad Social mantiene su campaña "Chécate. Mídete. Muévete", que alienta a las personas a ir a sus clínicas, a reducir grasas, azúcares y sal y a hacer ejercicio.

En los hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado expertos en nutrición acompañan regularmente a médicos para identificar a pacientes obesos.

La Secretaría de Educación Pública incluyó "El plato del buen comer" y "La jarra del buen beber" en libros de texto de primaria recomendando a niños que coman más frutas y verduras, beban más agua y eliminen refrescos. El gobierno del Distrito Federal instala bebederos con filtros -porque el agua puede estar contaminada en la capital mexicana - en escuelas.

Tirado elogió esa medida pero nuevamente reclamó al gobierno mexicano un esfuerzo mayor en contra de la obesidad. "Se requiere de una gran campaña en televisión, radio, las redes. Pero no hay un funcionario dispuesto a echarle ganas como se necesita", manifestó.

En un comercio sobre la avenida Cuauhtémoc de Ciudad de México, se le preguntó a una vendedora si observó a lo largo de 2014 que los clientes compraran menos refrescos desde que su precio aumentó por los impuestos.

"Siguen consumiendo igual", dijo Edith González Fernández, de 46 años. "Así de graves estamos".



LAL
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