Diagnóstico Político

Por el momento, dos en la arena

2015-01-28

Los enjuagues de unos y otro han ahuyentado a la militancia, que pasa a la organización que...

Miguel Ángel Velázquez, La Jornada

Hoy, la lucha electoral se da entre los militantes de Morena y los del PRD, y no tanto porque la fuerza de uno se equilibre frente a la otra, o como se ha dicho en muchos foros, que el voto de la izquierda quede dividido, sino porque son los únicos actores que ahora recorren las calles y hacen propaganda para ganar los votos que les dé una posición dentro de los diferentes lugares de gobierno que están en juego.

Pero no, la cosa no es igual. El PRD en el Distrito Federal no sólo arrastra la mala imagen y el rechazo casi generalizado de los votantes que le inyectaron los chuchos con trampas, traiciones y cobardías, sino que ahora en esta capital, que es, por el momento, el bastión de ese partido, también su máximo dirigente, Raúl Flores, se ha dado a la tarea de emparejarse con el chuchismo y se ha lanzado a la búsqueda de los acuerdos que avergüenzan a los muy pocos militantes honestos que aún quedan en el PRD.

La caída del sol azteca sigue en picada; nada ha logrado frenar el descenso de ese partido. Su militancia de mayor renombre o la que trabajaba todos los días sin merecer mayores luces no sólo se ha alejado, huye de ese partido, entre otras muchas cosas porque ya no representa los intereses de quienes buscan justicia de todo tipo ni ideológicamente a la izquierda. El PRD de hoy está en el lado oscuro de los colores de su escudo.

Es por ello que la división del voto es casi imposible. Quienes creen en la izquierda no votarán por el PRD, y la única opción real que les ofrece el entorno electoral es Morena. Habrá que entender, si es que quienes aseguran que habrá división del voto quieren mentirse a sí mismos, que el PRD se vació, que mantiene en sus filas una militancia falsa que engrosa sus mítines en calidad de acarreados, es decir, sin convicción pero con algún tipo de paga que les haga atractivo el sacrificio de acompañar a ese partido.

En cambio Morena, sin grandes inversiones en propaganda, ha logrado que sus bonos sigan a la alza. Sin contar con el jalón que significa Andrés Manuel López Obrador en las votaciones, el quehacer de los chuchos, y ahora de Raúl Flores en el capítulo DF, significa cada vez más simpatías para Morena. Los enjuagues de unos y otro han ahuyentado a la militancia, que pasa a la organización que fundó López Obrador, con la sonrisa de aquel que descansa después de cargar un fardo muy pesado.

Las encuestas de todas las firmas encargadas de tomar la foto del momento advierten que cada vez es más abierta la situación que describimos arriba, con lo que se da por hecho que el PRD perderá, en la elección del 7 de junio, 50 por ciento o más de las posiciones que hoy ocupa. No tiene remedio.

En el PAN –donde ya no esperan ganar otra delegación, sino evitar que se pierda Benito Juárez– aún no tienen definidos a los candidatos que habrán de dar la batalla para evitar la debacle, y por aquello de no te entumas, se andan apalabrando con gente del partido Movimiento Ciudadano y hasta del PT, sin faltar, desde luego, el PRI, para crear algunas alianzas que le permitan mantener el registro. Así andan los azules.

El PRI supone que este es el mejor momento por la caída del PRD y la incipiente llegada de Morena. Con esa premisa, ha ido creando escenarios de competencia donde se empiezan a cuidar cada uno de los aspectos de quienes podrían ser sus candidatos, pero hasta el momento no hay nada. Así pues, en posiciones yuxtapuestas, PRD y Morena son los únicos en la arena electoral.



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