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Wang Jianlin, un magnate chino comprando el Atlético de Madrid
Por Sara Barderas
Madrid, 30 ene (dpa) - Wang Jianlin es uno de los hombres más ricos de China y una de las grandes fortunas del mundo. Hablamos en miles de millones de dólares: 21,400 según Forbes. Acaba de hacerse famoso en España al comprar el 20 por ciento del Atlético de Madrid, campeón de Liga y finalista de la Champions en 2014. Pero él va más allá.
A sus 60 años y al frente del grupo Wanda, ha llegado a Madrid con su chequera de yuanes, decidido a invertir también en proyectos de construcción de viviendas, hoteles de lujo y centros comerciales.
Altos directivos de su imperio se han reunido estos días con el gobierno regional y el ayuntamiento de la capital española, ambos en manos del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, con la vista puesta en Campamento, un barrio obrero del suroeste de Madrid en el que el multimillonario chino podría invertir 3,000 millones de euros.
La operación pasaría por la compra al Ministerio de Defensa de unos cuarteles militares en desuso, unos terrenos donde quiere construir un macrocomplejo residencial con viviendas de lujo, hoteles y centros comerciales y de ocio.
Tras el fracaso de Eurovegas, el proyecto del magnate estadounidense Sheldon Adelson en Madrid, las administraciones están encantadas con la idea de Wang, más en un año electoral y con el desempleo disparado pese a las señales que apuntan a que la grave crisis económica en la que España entró en 2008 está ya pasando.
"La Comunidad de Madrid está dispuesta a apoyarlo hasta el final", dijo esta semana el jefe del Ejecutivo regional, Ignacio González. "Estamos ante un empresario solvente que ya está haciendo operaciones en Madrid", añadió el portavoz de su gobierno, Salvador Victoria.
Para que la operación pueda llevarse a cabo, el Ministerio de Defensa tendría que vender los antiguos terrenos militares, algo que podría estar dispuesto a hacer sacándolos a subasta en un plazo de seis meses, según medios locales.
Enfrente se sitúan ecologistas y asociaciones vecinales.
A pocos meses de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo en Madrid y de menos de un año para las generales, la oposición ha instado al PP a no cerrar ningún acuerdo con el magnate chino, de cuya historia han comenzado a saber los españoles a raíz de la operación en el Atlético en la que invirtió 52 millones de dólares (45 millones de euros).
Los medios narraron con profusión que es el mayor de cinco hermanos, que nació pobre en la zona de Szenchuan y que desde los 16 años y durante otros 16 fue soldado. Después se hizo funcionario en Dalian.
A finales de la década de los 80, Wang compró una inmobiliaria en quiebra y comenzó así a edificar el imperio que posee: el grupo Wanda es dueño del mayor número de salas de cine del mundo, está especializado en centros comerciales y de ocio, posee más de medio centenar de hoteles de cinco estrellas y hasta una naviera, Sunseeker, la que fabrica los yates de las películas de James Bond.
Pertenece al Partido Comunista desde los 22 años, pero aunque trabaja cerca del gobierno, se mantiene lejos de la política. Es forofo del fútbol, estricto planificando y se jacta de cumplir siempre los plazos de entrega.
Su llegada a Madrid se produjo realmente antes de hacerse con el 20 por ciento del Atlético. A mediados del año pasado compró al Banco Santander el Edificio España, un emblemático rascacielos construido en 1953 en la Gran Vía, justo enfrente de la famosa y céntrica plaza con el nombre del país, y el cual lleva más de siete años cerrado.
No sin polémica, el gobierno regional y el ayuntamiento rebajaron la protección arquitectónica de la torre. El magnate chino pagó 265 millones de euros (más de 300 millones de dólares) por ella.
Ecologistas en Acción denuncia "posible prevaricación" y cree que esa operación y la del macrocomplejo en Campamento están relacionadas.
"Es muy grave que las administraciones se pongan al servicio de los intereses de un empresario que busca simplemente su beneficio. A cambio, Madrid, una vez más perderá parte de su patrimonio arquitectónico más emblemático y de sus terrenos públicos", dijo.
El rascacielos, uno de los primeros de la capital de España, estaba considerado conjunto histórico de la ciudad, con protección especial, pero el proyecto del magnate chino pasa por echarlo abajo todo, salvo la fachada principal. Construirá 300 viviendas, un hotel y un centro comercial de cinco plantas.
La luz verde definitiva para iniciar las obras llegó esta semana.
EEM
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