Editorial

Revertir la mexicanización

2015-02-26

Durante la primera mitad de 2014 prevaleció el optimismo desbordado por la aprobación...

ARMANDO REGIL VELASCO, El País

"México es flujo trágico. Más vapor de tempestades que nación. Más sustancia reaccionando a la mentira, que estado de derecho funcionando". Cuanta razón tiene Mario López-Roldán, el miedo, la mentira y el control se siguen imponiendo sobre la verdad y la libertad. Es por ello que quizás el término mexicanizar, lejos de ser un anhelo, se ha convertido, desde una óptica externa, en sinónimo de vergüenza y reflejo de nuestra impunidad.

En tiempos de creciente incertidumbre donde la tensión entre gobernantes y gobernados aumenta porque prevalece la falta de apertura, honestidad, transparencia y resultados, es necesario hacer un alto para reflexionar cómo y por qué llegamos a este punto. Debemos buscar la manera de detener y revertir ese deterioro que hoy el mundo conoce como mexicanización.

Durante la primera mitad de 2014 prevaleció el optimismo desbordado por la aprobación de 11 reformas estructurales que el país había esperado por muchos años para acelerar el desarrollo. Los medios internacionales elogiaron a México describiendo el Mexican Moment como el inicio de una época de bonanza. En la segunda mitad del año, ese optimismo se desplomó completamente cuando el crimen de Ayotzinapa nos recordó la tarea pendiente y prioritaria en materia de seguridad, justicia y vigencia del Estado de derecho, sin lo cual todo lo demás no funciona.

La caída abrupta y el impacto que generan la violencia, los conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción sin límite —historias que van desde la cancelación de la licitación del tren México–Querétaro hasta las casas de Grupo Higa y otras propiedades de gobernadores en Estados Unidos— nos abren los ojos y recuerdan la contradicción en la que sobrevivimos.

El Mexican Moment parece haber sido una ilusión, un espejismo. Su fracaso fue ignorar la realidad e inclinar la balanza de lado del Gobierno buscando más control en lugar de garantizar mayor libertad. Pronto y dolorosamente aprendimos que la publicidad que no está sustentada en los hechos es dinero perdido pues es imposible cambiar la percepción en contra de la realidad. La disonancia entre lo que nos dicen y lo que realmente es ha profundizado una crisis en la que la desconfianza parece no tener fin.

En este contexto, un grupo de jóvenes miembros del Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora – IPEA (Think Tank), estudiantes del Tec de Monterrey, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la Universidad Panamericana (UP) y la Escuela Libre de Derecho (ELD) presentamos el documento: "El verdadero Mexican Moment desde una perspectiva de libertad" que contiene un análisis acompañado de propuestas para que el país retome un camino de mayor libertad económica, social y política y así logremos no sólo frenar la inercia negativa de la mexicanización sino revertirla y convertirla en ejemplo para otros países.

El verdadero Mexican Moment llegará una vez que el aparato burocrático del Gobierno se adelgace, cuente con un sistema eficiente de rendición de cuentas y se combata de manera eficaz la corrupción. Será entonces cuando la libertad de los ciudadanos estará por encima de cualquier Gobierno. En este sentido, vemos como condición fundamental que el Gobierno mexicano considere: (1) diseñar una Reforma Fiscal que simplifique y alinee incentivos a la formalidad y competitividad, (2) aprobar la creación de un órgano autónomo de transparencia con pesos y contrapesos para garantizar la rendición de cuentas, (3) hacer una planeación responsable y austera sin abusar del déficit público para no poner en riesgo las finanzas a largo plazo.

Insistimos en (4) reformar el gasto público para reducirlo considerablemente, hacerlo eficiente, objetivo y fuera de los ciclos políticos, (5) reformar la Ley General de Desarrollo Social para optimizar el presupuesto y tener mejores resultados que reflejen el mayor rendimiento e impacto por cada peso invertido, (6) reformular las leyes para que los órganos autónomos sean más transparentes, objetivos y eficientes, con leyes simples sujetas a principios claros, (7) diseñar una reforma al Sistema de Justicia para garantizar el Estado de Derecho.

En seguridad, planteamos (8) enfocar el combate a la delincuencia de forma integral y diseñar esquemas de seguridad comunitaria como los realizados en otros países de América Latina, (9) fortalecer el sistema de certificación y control policiaco, (10) en lugar de la centralización de las tareas de Seguridad Pública, proponemos reforzar las acciones de cooperación y coordinación entre la federación y los Estados y de estos con los municipios.

El Gobierno que merecemos, si realmente decidimos defender y abrazar la libertad y asumir nuestra responsabilidad, no puede ser de extremos. Ni un autoritarismo corrupto, ni un populismo demagogo disfrazado de movimiento ciudadano. Si algo ha quedado claro es que, desafiar el pensamiento convencional en el México de 2015 significa apostar por un camino de mayor libertad.

La promesa de vivir en una época de cambio se está agotando por falta de resultados. Quizás ha llegado el momento de apostar por un cambio de época. De tener éxito, podríamos revertir el significado de la mexicanización para darle una connotación positiva y así abrir paso al verdadero Mexican Moment en el que cada mexicano pueda ganar. El futuro no está definido, depende de cada uno de nosotros.

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* Armando Regil Velasco es presidente fundador del Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora A.C. (IPEA)



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