Internacional - Política

Apoyo abierto de Irán en ofensiva contra EI

2015-03-08

El hecho de que Irán, un estado confesional chiita, ayude a la vecina Irak a combatir la...

Por Jan Kuhlmann y Farshid Mothari

Bagdad, 7 mar (dpa) - El iraní Ghassem Suleymani es un personaje conocido en Irak. En Internet circulan fotos de este hombre que peina canas. Se le ve bebiendo té. Con hombres alrededor suyo que se alegran por visita y sonríen. Pero lo más interesante es dónde está tomara al parecer la foto: al alto comandante iraní se le ve cerca de la ciudad de Tikrit, donde el Ejército iraquí ha iniciado una gran ofensiva para recuperar el terreno que ha ganado la milicia terrorista Estado Islámico.

El hecho de que Irán, un estado confesional chiita, ayude a la vecina Irak a combatir la milicia terrorista sunita, era un secreto a voces desde hace tiempo, pero ahora Teherán ni siquiera se esfuerza en ocultar ese apoyo. Suleimani, un comandante de la Guardia Revolucionaria iraquí, se deja fotografiar sin problemas. Y la agencia de noticias iraní Fars incluso informó que se encuentra en Tikrit como "asesor y observador".

Según informa el diario "The Wall Street Journal", Irán ha puesto a disposición drones para la batalla por Tikrit. Y también combatientes de la Guardia Revolucionaria, que también se ocupan de los ataques con artillería contra el EI, según el diario. Irán nunca había mostrado tan abiertamente su apoyo, dijo el jefe del Estado Mayor estadounidense, Martin Dempsey.

Bagdad y Teherán mantienen una estrecha relación desde hace años. Tras la invasión estadounidense en 2003, que derrocó el régimen del presidente sunita Sadam Husein, los chiitas asumieron el poder en Irak, donde constituyen una mayoría.

Nuri al Maliki, el primer ministro durante años, está considerado el hombre de Teherán en el gobierno bagdadí, hasta la fecha dominado por chiitas. Con el avance de EI y la descomposición de amplias partes del Ejército, la influencia de Irán siguió creciendo.

Y ello se puede percibir sobre todo en el creciente poder de las milicias chiitas, que en los últimos meses han vivido un aumento considerable. Están ligadas estrechamente con Irán y su capacidad de combate sería incluso mayor que la del Ejército.

Las milicias son al parecer también las que dirigen la ofensiva contra EI en Tikrit, un operativo para el que el gobierno ha movilizado a 30,000 efectivos. Según el jefe del Estado Mayor norteamericano, dos tercios de esos soldados provienen de las milicias chiitas.

Toda esta situación coloca a Estados Unidos en la situación delicada. Cientos de asesores militares estadounidenses asesoran en la lucha contra EI al Ejército iraquí, pero éste a su vez avanza en Tikrit con hombres que Washington persigue como terroristas. A ello se suma que el líder de las milicias es Abu Mahdi al Muhandis, a quien Estados Unidos responsabiliza de ataques contra sus solados en Irak.

La fuerte influencia de Irán sería además una de las razones por las que Estados Unidos no está participando con sus ataques aéreos en la ofensiva contra Tikrit, a pesar de que los jets estadounidenses siguen atacando objetivos de los extremistas en diferentes partes del país.

Y problemático también resulta la fuerte influencia de las milicias, porque genera el temor de posibles acciones de represalia por parte de los chiitas. Podrían actuar con violencia contra sunitas que están bajo sospecha de haber colaborado con el EU. A los grupos chiitas se les imputan varios ataques contra sunitas iraquíes.

Para Irán los países árabes de su entorno son de gran importancia estratégica. En Líbano apoya a la milicia chiita de Hizbolá, mientras que en Siria mantiene con vida el régimen del presidente sirio Bashar al Assad, quien sin la ayuda de Teherán ya habría perdido hace tiempo la guerra contra los insurgentes. Con este eje, Irán confía en asegurarse su posición como potencia regional.

Teherán coopera con Irak en la lucha contra EI por que está preocupado por sus propia seguridad. El EI odia por igual a los chiitas que a los "infieles" de Occidente, por ello la Guardia Revolucionaria y su unidad de élite Ghods se vieron desde el principio en la obligación de ayudar al gobierno de Bagdad y también a los kurdos en el norte de Irak con armas y, al parecer, también con hombres.

En tanto, Irán estaría emplenado su influencia en Irak como método de presión en las conversaciones nucleares. El ministro de Asuntos exteriores iraní Mohamed Yawad Zarif habría amenazado con retirar si cooperación en la lucha contra EI si no se llega a un acuerdo nuclear.

Y mostar públicamente las fotos del destacado comandante Ghasem Suleimani en Tikrit da alas a la exigencia de Teherán.



EEM

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