Cardoso niega posible acuerdo para respaldar a Rousseff en medio de crisis

Río de Janeiro, 7 mar (EFE).- El exjefe de Estado brasileño Fernando Henrique Cardoso, uno de los principales líderes de la oposición en Brasil, negó hoy una posible aproximación al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para ayudarla a enfrentar la actual crisis política y económica del país.

Cardoso, que gobernó Brasil entre 1995 y 2002 y es uno de los principales dirigentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), aseguró que cualquier diálogo por debajo de cuerda con el Gobierno en este momento sería interpretado por la población como una "confabulación para salvar algo que no se puede salvar".

"El momento no es para buscar una aproximación con el Gobierno sino con el pueblo. Y este quiere, antes de cualquier cosa, que se pase a limpio el caso del escándalo de Petrobras", afirmó el expresidente en su cuenta en Facebook al hacer referencia a la crisis política generada por el descubrimiento de millonarios desvíos de recursos de la petrolera estatal.

El exmandatario agregó que la población no está dispuesta a aceptar un acuerdo que evite que los responsables por el escándalo eludan sus responsabilidades y cuentas ante la Justicia.

De acuerdo con versiones de prensa, Cardoso habría aceptado una aproximación al Gobierno, que enfrenta una grave crisis política por el escándalo de corrupción y por las discrepancias con legisladores de partidos de la propia base oficialista.

Igualmente para ayudar al Gobierno a hacer frente a la crisis generada por la delicada situación económica del país, que sufre de un estancamiento en medio de un fuerte aumento de la inflación, del desempleo y de la devaluación del real, que obligó al Gobierno a anunciar un severo ajuste fiscal.

Las versiones de prensa desmentidas por Cardoso indican que el exjefe de Estado tan sólo estaría esperando ver la dimensión y el impacto de las manifestaciones contra el Gobierno convocadas por la oposición para el domingo 15 de marzo antes de pronunciarse sobre un posible acuerdo para apoyar a Rousseff.

De acuerdo con el expresidente, en el actual momento, la obligación de las "fuerzas sociales, económicas y políticas es dialogar sobre cómo corregir los demandes del petismo (del oficialista Partido de los Trabajadores) que hundieron al país en la crisis moral y en la recesión económica".

El desmentido de Cardoso se conoce en medio de la grave crisis política provocada por la decisión de la Corte Suprema de investigar por el caso de corrupción en Petrobras a los jefes de las dos cámaras legislativas y a otros 32 parlamentarios y a 12 exdiputados, entre ellos cuatro exministros de Rousseff.

La divulgación de la lista de sospechosos con foro privilegiado -que solo pueden ser juzgados por el Supremo- que la Justicia ordenó investigar impactó directamente al Gobierno, ya que incluye a importantes excolaboradores de Rousseff y de su campaña electoral, y reveló que hasta la jefa de Estado fue relacionada con el escándalo.

Pero también agravó las ya tensas relaciones entre el Gobierno y el Congreso, ya que la lista incluye a importantes parlamentarios de partidos oficialistas cuya relación con Rousseff pendía de un hilo y que acusan a la Fiscalía de hacerle juego al Ejecutivo.

A petición de la Procuraduría General de la República (Fiscalía), el magistrado Teori Zavascki, que será el juez instructor de los procesos en la Corte Suprema, autorizó la apertura de investigaciones contra 49 personas, entre ellas 12 senadores, 22 diputados y 12 exdiputados de cinco partidos, en su gran mayoría de la base oficialista, por el escándalo en Petrobras.

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