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Irán se pasa la jornada en vilo: "¿Y del acuerdo nuclear, se sabe ya algo?"

2015-03-30

La opacidad de los diálogos en busca de un pacto y el deseo por saber qué ocurre en...

Álvaro Mellizo

Teherán, 30 mar (EFE).- Tenderos, taxistas, estudiantes, amas de casa, niños y periodistas, y en general los iraníes de toda edad y condición se pasaron la jornada de hoy en vilo y repitiendo a prácticamente toda persona con la que se cruzaban la misma pregunta: "¿Y del acuerdo nuclear, se sabe ya algo?".

A horas de que se cumpla el plazo marcado por Irán y los países del Grupo 5+1 para llegar a un acuerdo o suspender el diálogo sobre el programa nuclear del país asiático, la ansiedad por conocer la evolución de las negociaciones que se desarrollan en la ciudad suiza de Lausana centra la atención de los ciudadanos de la República Islámica que ven su futuro expuesto en esa mesa de negociación.

La opacidad de los diálogos en busca de un pacto y el deseo por saber qué ocurre en un encuentro en el que podría producirse un anuncio definitivo, contribuyen al nerviosismo que se vive en las calles de Teherán.

Los iraníes siguen con atención todas las noticias que llegan desde la sede de las reuniones, adonde se desplazaron corresponsales de prácticamente todos los medios de comunicación locales, quienes presionados también por esa ansiedad nacional enviaron durante la jornada de hoy varias crónicas con el lacónico mensaje de "aún no se sabe nada".

"¿Sin noticias? Que preocupación. A ver si dicen algo ya", se lamentaba Fadiba, una mujer de mediana edad, empleada doméstica en un edificio del norte de la capital iraní.

Como ella, otros iraníes preguntaban a cualquier persona que pudiera tener información que ellos no hubieran escuchado sobre el tema en la radio y la televisión, hoy conectadas en casi todos los negocios a los canales de noticias.

"¿Escuchaste algo? Yo nada. ¿Crees que dirán algo hoy?", consultó insistente a Efe el empleado de una casa de cambio de moneda.

Para la mayoría de los iraníes, un acuerdo con las potencias occidentales que elimine las sanciones que lastran la economía de su país significará una bocanada de aire fresco y la apertura de nuevas oportunidades.

En primer lugar, lo que más desean es la reincorporación de su país al sistema internacional de pagos bancarios, del que están excluidos, lo que permitirá a los iraníes y a las empresas locales poder enviar y recibir dinero del exterior o comprar con tarjetas de crédito, entre otras cosas.

Además, tanto los ciudadanos como el Gobierno prevén que sin sanciones, las inversiones extranjeras fluirán de nuevo en el país, impulsando el empleo y mejorando la maltrecha situación económica.

Armita, una iraní de once años que vivió toda su vida bajo la crisis nuclear expresó a Efe el pensamiento de muchos de sus conciudadanos por la negociación.

"No sé muy bien de qué hablan desde hace tantos años, pero me gustaría que lleguen a un acuerdo porque de esta manera no habría sanciones y se dice que todo será más barato y que vamos a tener medicinas y esas cosas que ahora no tenemos", reflexionó.

Sin embargo, ningún iraní quiere tampoco renunciar a tener un programa nuclear con fines pacíficos, un derecho que consideran inalienable y por el que no tienen que responder ante ningún poder externo.

Además, todos descartan las acusaciones de Occidente de que su país quiera desarrollar una bomba nuclear al amparo de su programa civil y ven injustas las presiones que Irán recibe por este asunto.

Los ministros de Exteriores de Irán y del Grupo 5+1 (EE.UU, China, Francia, Reino Unido y Rusia, más Alemania) tuvieron hoy su primera reunión plenaria desde que comenzaron los diálogos de esta ronda para solventar la crisis hace más de dos años.

Desde el pasado jueves los negociadores tratan de limar las últimas diferencias y cerrar un acuerdo marco que permita en los siguientes tres meses precisar los detalles legales y técnicos de un acuerdo.

En las últimas semanas todas las partes han coincidido en señalar que un acuerdo está próximo y que es posible, si bien también coinciden en que quedan temas por solventar e insisten en que la otra parte de las negociaciones debe tomar "decisiones difíciles" para cerrar el pacto.

La falta de noticias desde Lausana hace predecir que esas decisiones pueden estar siendo tomadas, y que los iraníes, y con ellos el resto del mundo, tendrán que esperar unas horas más para saber en qué sentido, y seguir, por lo tanto, en vilo.



EEM

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