Turismo

Especulaciones sobre copiloto pueden estigmatizar a enfermos mentales

2015-03-31

Asimismo, Krüger alerta de que esto puede provocar que los enfermos no pidan ayuda por miedo...

Por Julia Naue

Berlín, 31 mar (dpa) - ¿Qué empuja a una persona a estrellar un avión con 149 personas a bordo? Aún cuando el motivo del copiloto Andreas Lubitz no sea conocido, la prensa lleva días especulando sobre sus posibles problemas psíquicos. La tragedia supera para muchos lo imaginable y los empuja a creer que todo se debe a una enfermedad mental.

"Creemos que sólo pudo ser posible porque padecía una enfermedad psíquica", explica Asmus Finzen, psiquiatra y miembro fundador de la Sociedad Alemana de Psiquiatría Social. Sin embargo, ¿son los enfermos mentales automáticamente más peligrosos que los que están sanos? "No", contesta categóricamente.

Finzen cree que el accidente de avión está potenciando que se estigmatice a los enfermos mentales. También Ulrich Krüger, gerente de la Acción de Enfermos Psíquicos (APK) en Bonn, sigue el debate público de los últimos días con gran preocupación.

"Se sugiere que las personas que padecen problemas psíquicos son automáticamente personas peligrosas", indica, al mismo tiempo que destaca que esto puede provocar que los afectados dejen de tener confianza para hablar de su enfermedad y que incluso la oculten.

Asimismo, Krüger alerta de que esto puede provocar que los enfermos no pidan ayuda por miedo al rechazo o a los prejuicios. "Entonces existiría el peligro de que arrastren la enfermedad", advierte sobre una situación que sería aún peor.

En su opinión no se debería poner bajo sospecha general a los enfermos mentales de la sociedad. "Pensar que una persona con una enfermedad psíquica es un peligro para los demás es una conclusión completamente errónea".

También en la vida laboral puede haber consecuencias. "Si pierde su trabajo porque está recibiendo tratamiento puede provocar que se piense dos veces si ir realmente al médico".

En este punto reclaman a los empresarios ofrecer perspectivas y alternativas a estas personas, "puesto que hay profesiones que no pueden ser desempeñadas por un enfermo mental", apunta Finzen.

No obstante, esto no significa automáticamente que sean un peligro para ellos mismos o para otras personas. "Trastornos perceptivos o problemas de concentración pueden ir asociados a una enfermedad. Si no me puedo concentrar, entonces no puedo conducir un autobús", agrega.

De acuerdo con Finzen, los prejuicios contra los enfermos mentales se sustentan en antiguos miedos. "Si las personas son diferentes creemos que son imprevisibles", indica sobre una situación que provoca intranquilidad y como consecuencia una discriminación de los enfermos.

Cualquiera puede padecer un problema psíquico. "La probabilidad de tener una enfermedad mental no es tan baja", comenta Michael Krämer, presidente de la Asociación Profesional de Psicólogos Alemanes (DBP). En su opinión existe un "tradicional riesgo vital" ante el que nadie se puede proteger.

Las cifras lo confirman. Según el Instituto Robert Koch, uno de cada tres adultos padece en el transcurso de un año alguna alteración mental. Entre estas alteraciones se encuentran, por ejemplo, los miedos, las depresiones y el abuso de alcohol.

La noticia de que el copiloto de Germanwings estrelló el pasado martes en los Alpes franceses supuestamente a propósito el Airbus que hacía la ruta Barcelona-Düsseldorf desencadenó fuertes emociones entre la población. "Somos impacientes. Queremos una explicación", declara Krämer. Sin embargo, cuando alguien comete un crimen de esta envergadura existe un enorme abanico de motivos. Una condena general de las enfermedades mentales es de poca ayuda, concluye.



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