Internacional - Política
El ex canciller Kohl cumple 85 años en la intimidad de su familia
Kristina Dunz y Almudena de Cabo
Berlín. (dpa) - Es quizá la descripción más amarga, pero también la más exacta: Helmut Kohl es hoy un "gigante postrado". Así lo describió el entonces canciller austríaco Wolfgang Schüssel en diciembre en Dresde durante un acto por el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín. El viernes, el conocido como "canciller de la reunificación" cumple 85 años sin grandes pompas.
En 2008, Kohl sufrió una caída que le causó un traumatismo craneoencefálico. Desde entonces, el padre de la reunificación alemana, impulsor de la Unión Europea y mentor de la canciller Angela Merkel, depende de una silla de rueda y apenas puede hablar.
Schüssel, amigo del hombre que más tiempo comandó el gobierno alemán (1982-1998), resumió lo que muchos siempre han sabido: "En caso de duda siempre podemos confiar en este gigante que hoy está postrado en una silla".
Sin embargo, otros compañeros de camino le han dado la espalda. Su relación con sus hijos está muy deteriorada y su relación con una gran parte de la Unión Cristianodemócrata quedó enturbiada desde el escándalo de financiación ilegal del partido, que salió a la luz a finales de la década de los 90.
Nacido en la ciudad occidental de Ludwigshafen el 3 de abril de 1930 en el seno de una familia católica y conservadora, Kohl entró en la CDU con sólo 18 años. Iniciaba así una carrera fulgurante que incluyó 40 años como diputado, siete como primer ministro del "Land" de Renania-Palatinado, 16 como canciller y 25 como presidente de la CDU.
El partido no ha planeado ninguna fiesta por su cumpleaños. En su lugar ha organizado unas jornadas en su honor este verano (boreal). "El cumpleaños lo pasará el señor Helmut Kohl en la intimidad", informó la Fundación Konrad Adenauer de la CDU.
Kohl fue uno de los políticos más polémicos de Alemania, tuvo acérrimos rivales que lo defenestraron y logró acabar con todos los que se le interpusieron en el camino. Pero en la memoria de los alemanes siempre seguirá siendo el canciller que impulsó la reunificación de las dos Alemanias hasta lograr un solo país, el 3 de octubre de 1990.
Tras una larga carrera como político, la recta final de la vida de Kohl dista mucho de ser una jubilación dorada. Acompañado en todo momento por su mujer, Maike Kohl-Richter, acusada de ser una mujer controladora, el ex canciller pasa sus últimos días aislado del mundo.
Los dos hijos que tuvo con su primera mujer, fallecida en 2001, Walter y Peter, tomaron clara distancia de su padre. Años después publicaron libros relatando la frialdad de un hombre cuya verdadera familia no eran su mujer y sus hijos sino la CDU. También acusaron a Helmut de estar "secuestrado" por su segunda esposa, 34 años menor que él, con la que se casó en 2008, y especularon con que su romance se remontaba ya a los años 90.
"Engañado, confundido, aislado - La tragedia de Helmut Kohl", así tituló la revista alemana "Der Spiegel" un reportaje en honor al 30 aniversario de la elección de Kohl como canciller de Alemania. Un título que resume a lo que ha quedado reducida su vida. No obstante, Kohl lo ve diferente: "Soy feliz", afirmó en noviembre de 2014 a la revista alemana "Stern".
LAL
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