Religión

Francisco elogia a un periodista critico por la visita de la presidenta Cristina

2015-04-16

El periodista dijo que sintió una gran emoción al recibir la llamada...

ROMA, 15 de abril de 2015 (Zenit.org) - El papa Francisco se comunicó telefónicamente con el periodista argentino Alfredo Leuco, que en una carta pública difundida el jueves 9 de abril criticó que el Santo Padre vaya a recibir nuevamente el próximo 7 de junio a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Y le pidió que no lo haga, en nombre de muchos argentinos disgustados por esa decisión.

El periodista dijo que sintió una gran emoción al recibir la llamada telefónica y poder conversar con el Papa, y en el programa "Le Doy Mi Palabra", que se emite por Radio Mitre, este miércoles dio detalles de lo conversado con el Pontífice.

Y dio a conocer un correo electrónico que el Papa le envió pocas horas después y en el que resume lo conversado.

"Soy un insignificante periodista argentino llamado Alfredo Leuco, no soy quien para darle consejos a nadie y mucho menos a usted, a quien considero el argentino más importante y valioso de los últimos tiempos", escribió Leuco en su carta abierta.

"En el fin del mundo y con los pies sobre la tierra, le cuento que una gran porción de los argentinos está molesta, disgustada o desilusionada con la nueva cita que le dio a Cristina". Y añadió: "Nosotros rezamos por usted y cuidamos a Cristina, pero usted también rece por nosotros y cuide un poco a todos los ciudadanos de este país que tanto lo aman".

En el correo electrónico de respuesta, sin volver atrás en la decisión que ha tomado de recibir al jefe de Estado, el Santo Padre elogia especialmente que Leuco haya usado un tono sereno, sin agresión o expresión altisonante, en lo que definió una actitud que edifica.

Texto del correo electrónico del papa Francisco

"Estimado Sr. Leuco: Recibí su carta del pasado 9 (Carta abierta al Papa Francisco) y le agradezco de corazón que la haya escrito.

"El tono sereno manifiesta la voluntad de comunicarse frontalmente y las disidencias se dicen con paz, fluidamente. No hay allí una sola agresión o alguna expresión altisonante. Y esta actitud edifica, une, es constructiva. Gracias, muchas gracias!

"Me permito una confidencia. Al concluir la lectura de su carta me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia (Mt 5, 4). La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que -a veces- en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes. Nuevamente, gracias. Y, por favor, le pido que no se olvide de rezar por mí. Que Dios lo bendiga".



EEM