Migración

Frontex alerta de barcos sobrecargados de inmigrantes con traficantes armados

2015-04-21

Frontex asume, de hecho, que este año se batirán las cifras de llegada de inmigrantes...

José María Rodríguez.

Las Palmas de Gran Canaria (España). (EFE).- La agencia europea Frontex observa con preocupación la deriva que ha tomado la llegada de inmigrantes a la UE desde Libia, con barcos cada vez más sobrecargados como el que acaba de naufragar en Italia, pero también con traficantes que ya no dudan en amenazar con armas de fuego a los servicios de salvamento.

La Fiscalía de Catania (Italia) confirmó hoy que unos 850 inmigrantes viajaban en el barco que naufragó el domingo pasado cuando se les acercó un mercante portugués que intentaba prestarles auxilio, una tragedia en la que los muertos se cuentan ya "por cientos", según la misma fuente.

El director ejecutivo adjunto de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), Gil Arias, seguía hoy la evolución de los acontecimientos desde Las Palmas de Gran Canaria (Atlántico), donde se reunieron representantes de cuerpos de seguridad de más de 30 países de Europa y África para analizar el fenómeno de la inmigración irregular y, en particular, los sucesos que se están produciendo en el Mediterráneo.

En una entrevista con Efe, Arias explicó que las primeras informaciones de las que dispone su agencia indican que el barco que naufragó el domingo salió de Tripolí, de "uno de los dos o tres lugares" cercanos a la ciudad donde las mafias del tráfico de personas están centralizando su actividad, gracias a las facilidades que encuentran en Libia por la falta de autoridad en el país.

"Lo que sucedió, parece ser, porque todavía no está confirmada esta información, fue que al aproximarse un mercante portugués que navegaba por la zona o que había sido enviado allí por el Centro de Coordinación de Salvamento de Italia, los inmigrantes se acumularon en la popa del barco, en un intento de ser rescatados cuanto antes. Es humano, pero eso hizo que volcaran y se hundiesen", relató.

Frontex aprecia en los últimos sucesos con barcos procedentes de Libia un giro alarmante: Las mafias siguen empleando los mismos puntos de partida y casi las mismas rutas, pero no era habitual en esa zona del Mediterráneo ver embarcaciones tan hacinadas como el que ha provocado la última tragedia.

"Esto puede obedecer a que cada vez las embarcaciones son más escasas y a que los traficantes tratan de aprovechar los pocos barcos de que disponen para poner el mayor número de inmigrantes a bordo, aunque ello incremente el riesgo de hundimiento, como ha sucedido", dijo el responsable de la Agencia de Fronteras.

Esa hipótesis la corroboró otra circunstancia que inquieta aún más a Frontex y a los países que encaran esta crisis humanitaria en primera línea: en varios casos, los traficantes navegan próximos a la embarcación de inmigrantes y, cuando estos han sido rescatados, tratan por todos los medios de que el barco no sea incautado y destruido.

"Intentan llevárselo a Libia para reutilizarlo. Ya ha habido dos casos en los que han amenazado con armas de fuego a las tripulaciones que estaban rescatando a los inmigrantes para impedir que se llevasen en barco", según Arias, quien subrayó que, por ello, el consejo extraordinario de ministros de Interior y Exteriores de la UE sobre esta crisis ha puesto énfasis en la necesidad de retirar de la circulación esas embarcaciones.

Arias explicó que los ministros también se plantearon otras opciones, como la de intervenir militarmente en Libia, algo que se descartó "porque tiene implicaciones muy serias", o la de establecer una vigilancia marítima cerca de ese país, en vista de que no existe allí una autoridad local que pueda ayudar a frenar los flujos migratorios en origen, como se hizo en África Occidental.

Sin embargo, Frontex estima que, por más medios que se pongan, "nunca habrá garantías de evitar al cien por cien las tragedias".

"No podemos olvidar que el Mediterráneo es inmenso, son más de dos millones y medio de kilómetros cuadrados, y los medios son limitados. Aunque exista la voluntad política (...), pretender tener bajo vigilancia absolutamente toda la superficie del Mediterráneo no es realista, es una utopía", defiende su director ejecutivo.

Frontex asume, de hecho, que este año se batirán las cifras de llegada de inmigrantes irregulares a la UE que se registraron en 2014, aunque ya fueran "astronómicas", unas 280,000 personas.



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