Reportajes

El antimonumento de Ayotzinapa

2015-04-28

Lo colocaron este domingo durante una protesta los familiares de las víctimas con ayuda de...

PABLO DE LLANO

Desde aquí, hacia el fondo del Paseo de la Reforma, se ve la figura dorada del Ángel de la Independencia. Un poco más acá se debería ver la del rey Cuauhtémoc, pero desde esta perspectiva está tapado por la figura de Colón. Y aquí mismo, en primer término, está un nuevo elemento escultórico de la avenida más simbólica de México DF, la que representa la orgullosa historia de la nación. Pero este elemento se diferencia en dos aspectos: no lo puso el Gobierno y no es motivo de orgullo. Es una escultura roja de metal compuesta por el signo + seguido de dos números: 43. La cifra de estudiantes asesinados en la matanza de Iguala.

Lo colocaron este domingo durante una protesta los familiares de las víctimas con ayuda de otros manifestantes. Ellos le llaman antimonumento: "Porque es una transgresión y un reclamo al Estado que quiere olvidar", dice su comunicado. En las redes sociales los internautas se preguntan (más bien exigen que no lo haga) si el gobierno de México DF retirará la estatua por no ser oficial.

¿Se permitirá que se queden en medio de esta calle tan importante, en un punto tan visible, dos números rojos de tres metros de alto que recuerdan esa masacre que tanto ha expuesto los problemas del Estado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos? Y si no se retira, ¿cuánto tiempo se permitirá que el histórico descubridor, el rey Azteca y el Ángel áureo compartan eje simbólico con la representación de una tragedia que terminó con 43 veinteañeros incinerados por una banda de narcos y policías mafiosos?

Esta mañana, dos activistas hacían guardia sentados en la acera ante la estatua. Martinheli Jarillo, una mujer de 52 años con gafas de espejo, y Juan Pérez, un hombre de 60 años sin hogar que dice que lleva en la lucha social desde 1968.

–¿Por qué la escultura pone más 43 y no menos 43?

–Porque para nosotros están vivos –dice Martinhelli llevándose la mano al corazón. Pese a que el Gobierno ha reiterado que los estudiantes fueron asesinados, en la opinión pública de un país tan desconfiado con las versiones oficiales como México, permanecen las dudas.

Entonces pasa un repartidor de tortillas en bicicleta. Jorge Alberto Paisa, de 24 años.

–¿Usted qué opina de la estatua?

–Cómo que qué opino...

–¿Sabe qué representa?

–Pues pa empezar no.

–Es por los 43 de Ayotzinapa.

–Ah, los 43.

–Sí. ¿Entonces qué le parece?

–Está bien, para que se haga justicia. Yo no he visto que el Gobierno haya dado una solución. No han hecho nada para buscar a los jóvenes.

–¿Cree que están vivos o muertos?

–Yo creo que sí han de estar vivos. Los han de tener guardados...

El cruce en el que han colocado el +43 es uno de esos puntos de las capitales donde se concentran diferentes expresiones de poder. Está una sede de Hacienda, una del Ministerio de Cultura, una del banco Banamex, la sede del periódico El Universal y el edificio art decó de la Lotería Nacional. Finanzas, cultura, apuestas, medios de comunicación. El cruce es conocido como La esquina de la información. Justo donde han puesto la escultura se paran a diario los voceadores de periódicos, que esta mañana, como siempre, pusieron ahí sus puestos con sombrilla, al lado del memorial de Ayotzinapa.

A uno de ellos no le gusta: "Como que ya se ha hablado mucho de esto, ¿no? Como que ya está todo escrito, para mí", y se va voceando su diario, "¡ExcelsioooorExcelsioooor!".

Dos jóvenes que están a punto de cruzar opinan: "Está bueno para recordar que no se ha solucionado", dice Brenda Valentín, de 29 años, más o menos lo mismo que opinó el vendedor de tortillas. Con ella está Jesús Iniesta, de 22 años. Objeta: "Como que en este país todo se queda en un monumento y de ahí no pasan las cosas". Además: "Y los números son como muy de molde, ¿no? Están muy rectos...".

Entre los coches, un agente de tránsito con tapones en los oídos y un mondadientes en la boca intenta dirigir el tráfico. En un momento de respiro, Ángel Colón ofrece su punto de vista como ciudadano: "Está bien que se manifiesten. Yo creo que la gente ya está harta de tanta ineficiencia. Todos sabemos aquí qué significa ese número. Usted que viene de España, me imagino que hasta allá ya saben qué significa este número, ¿no?".

Y un arquitecto que pasa por allí, Manuel Suárez, 27 años, dice que le parece estupendo que se llame así la atención sobre el tema: "Que la gente que está consciente de la situación informe a los demás. Y aún así no es suficiente. Me gustaría que esto se quedase aquí para siempre".

El peatón Isaac López, 43 años, se detiene en el semáforo. Viste un traje azul marino y una corbata azul clara. Parece oficinista. No es exactamente eso. Sin saber aún su empleo, le preguntamos por el asunto. Responde: "A mí me parece una manera de expresar la inconformidad. Si yo estuviera en su lugar, probablemente haría lo mismo".

–¿Y de qué trabaja?

–Soy policía en la PGR.

La PGR es la Procuraduría General de la República, que ha llevado la investigación del caso Iguala, con tanta presión social por el esclarecimiento de los detalles del crimen que su anterior número uno, Jesús Murillo Karam, acabó siendo sustituido.

–¿Y le parece que la investigación ha sido buena?

–Qué te puedo decir. Como ciudadano, pues no. Como servidor público lo desconozco, porque no he llevado yo la investigación.

Por último conversamos con José Mújica, que ha venido a esta zona de la ciudad a firmar la prórroga de una cuenta de ahorro. José Mújica tiene 96 años.

–Pues se ve bonito esto –dice para empezar–. Está bonito, así rojo. Alegra. Los adornos, sea como sea, ponen bonita la ciudad.

–Pero, ¿sabe de qué se trata?

–¿El qué?

–La escultura. Es por los de Ayotzinapa.

–Ahhh. Los 43 muchachos. Sí, por eso le han puesto la cruz –Y señala el signo +.

–Sí. ¿Cómo lo ve?

–Bueno, pues tiene dos significados. Uno, el recuerdo de cariño. El otro... Pues la verdad es que se murieron hombre... Pero siempre es bueno los recuerdos hombre...

–Usted, con su edad, conoce mucho a México.

–Yo he visto mucho. Como 12 presidentes. Las mejoras que ha habido, la abundancia de gente, antes las calles estaban vacías; la contaminación que antes no había, los edificios modernos, preciosos; las súper tiendas de lujo, que da gusto entrar a comprar, todo tan bien organizado. Yo he vivido los dos mundos.

–¿Y la política?

–La política, le voy a decir: todos los presidente que han habido hablan de mejoría y de que se combatirá la inseguridad. Y es cierto, se gasta mucho dinero y se combate la inseguridad. Pero no lo solucionan. Para eso no hay solución.

Antes de irse, Mújica hace una pregunta.

–Mire, pero usted es de España. ¿Por qué ese amor por los 43, si usted es de España?



EEM
Utilidades Para Usted de El Periódico de México