Nacional - Política

El Tribunal Electoral entierra la carrera política de Marcelo Ebrard

2015-04-30

El fallo del tribunal, que desde 2008 es la máxima instancia en materia electoral (lo que...

Luis Pablo Beauregard, El País

Marcelo Ebrard asistió a la sesión de este miércoles del Tribunal Electoral. Ahí atestiguó en directo un fallo que podría significar la puntilla a su carrera política. La Sala Superior del tribunal ha anulado su candidatura al Congreso por Movimiento Ciudadano (MC), un partido de izquierda que lo postuló en el primer lugar de las listas. Los jueces consideraron que el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México (2006-2012) violó la ley electoral al buscar ser diputado de forma simultánea en dos partidos.

Ebrard, un popular exalcalde de la Ciudad de México con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tenía casi asegurado un lugar en la Cámara de Diputados. Movimiento Ciudadano lo había sumado a sus listas después de que el PRD le cerrara las puertas y lo orillara a abandonar sus filas. Tras el fallo que impide su vuelta al principal escenario de la política mexicana el exjefe de Gobierno se quejó en Twitter. "El Partido Verde y el PRI se salen con la suya para que yo no pueda participar como candidato", escribió.

El fallo del tribunal, que desde 2008 es la máxima instancia en materia electoral (lo que hace sus sentencias casi inapelables), tomó por sorpresa a muchos. "Me parece extraño que la sala aplique criterios diferentes para casos similares", afirma Javier Aparicio, catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

Hace nueve días el mismo tribunal permitió a otra candidata, Xóchitl Gálvez, del PAN, seguir en la contienda electoral a pesar de no cumplir con todos los requisitos que le exigía la ley del Distrito Federal. "En ese entonces el Tribunal hizo un criterio propersona para proteger el derecho de un ciudadano a ser votado. A Marcelo no se le protegió, parece un fallo a modo. Es un garantismo selectivo", agrega Aparicio.

Ebrard había buscado permanecer en el PRD después de una agitada carrera política que comenzó en el PRI, lo llevó a ser diputado del Partido Verde en 1997 y a fundar el malogrado Partido del Centro Democrático (PCD) junto a su maestro político Manuel Camacho.

Las críticas que hizo al PRD por haberse sumado al Pacto por México lo distanciaron de la cúpula que domina al partido. En febrero había dicho a EL PAÍS que seguiría su lucha dentro del PRD, donde intentaba afianzar una corriente de visión progresista. A finales de ese mes, sin embargo, hizo pública su renuncia a la organización después de que le negaron la oportunidad de volver al Congreso.

Movimiento Ciudadano percibió que su voz podría formar una oposición importante al Gobierno de Enrique Peña Nieto en la Cámara de Diputados, que se renovará en las elecciones del 7 de junio. Con eso en mente el partido fundado por Dante Delgado, un expriísta, lo sumó a su lista de candidatos. Eso fue lo que castigaron los magistrados a petición del Partido Verde y el PRI. Los jueces creen que Ebrard buscó simultáneamente la diputación con dos organizaciones.

"La pregunta es si fue simultáneo o si fue primero con el PRD y después con MC. Lo que hizo Ebrard lo han hecho todos. Intentan en un partido, y si no lo consiguen, buscan en otro. Parece que a Marcelo lo castigan por ser un chapulín", dice Aparicio.

Esta no es la primera crisis que Ebrard ha tenido que librar. Miguel Ángel Mancera, su sucesor en el Gobierno e integrante de su gabinete, le dio la espalda en cuanto llegó al poder y lo responsabilizó de numerosas irregularidades en la Línea 12 del Metro, la obra de infraestructura más importante del sexenio de Ebrard. El servicio fue suspendido en marzo de 2014 y hasta el día de hoy permanece cerrado en algunos tramos. El exalcalde también acusa una maniobra política del PRI detrás de este escándalo, que lo ha perseguido desde mediados del año pasado.

Ebrard tendrá que esperar hasta las elecciones de 2018 para revivir su carrera política. Más lejos se ven las oportunidades de buscar una candidatura a la presidencia de México, una oportunidad que tuvo al alcance de la mano en 2012, pero que cedió en favor de Andrés Manuel López Obrador. Quizá sea este quien tenga una respuesta para el futuro nebuloso de Marcelo Ebrard.



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