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Mauthausen, el campo nazi de "aniquilación a través del trabajo"

2015-05-08

Cerca de la pequeña ciudad de Mauthausen, a unos 160 kilómetros de Viena y a unos 20...

Viena. (EFE).- El antiguo campo de concentración nazi de Mauthausen, liberado y clausurado hace 70 años, fue usado para crear mano de obra esclava para la Alemania nazi, especialmente para la industria bélica.

Además, servía para recluir a aquellas personas que los nazis consideraban "criminales" o "enemigos del Tercer Reich" del dictador Adolf Hitler, así como judíos y gitanos.

A continuación se precisan algunos de los datos claves, así como una breve historia de este lugar, cuya liberación el 5 de mayo de 1945 se conmemora este domingo con un gran acto en Mauthausen.

Ubicación:

Cerca de la pequeña ciudad de Mauthausen, a unos 160 kilómetros de Viena y a unos 20 kilómetros de Linz, capital del actual Estado federado de Alta Austria.

Inauguración: 8 de agosto de 1938, pocos meses después de la anexión de Austria al Tercer Reich el 12 de marzo del mismo año.

Liberación y clausura: 5 de mayo de 1945 por las tropas estadounidenses.

Número de deportados entre 1938 y 1945: unos 200,000

Entre ellos españoles: más de 7,500

Números de muertos y asesinados en total: unos 100,000

Entre ellos españoles: unos 4,800

Tipo de campo: concentración, destinado a la creación de mano de obra esclava.

Número de campos anexos y subcampos: 40

Métodos de exterminio: trabajo forzoso, maltrato, asfixia en cámara de gas, fusilamientos, sangrado, hipotermia mediante duchas heladas.

Historia:

La historia del campo de concentración nazi de Mauthausen, situado a unos 150 kilómetros al oeste de Viena, comenzó el 8 de agosto de 1938 con la llegada de unos 300 prisioneros trasladados desde Alemania y que fueron forzados a construirlo bajo condiciones infrahumanas.

Al principio erigieron cuatro barracones, pero con un creciente número de internados fue paulatinamente ampliado hasta convertirse en un gran complejo con más de 40 campos y subcampos.

Desde mediados de 1940 se llamó Mauthausen-Gusen, por los tres campos anexos de Gusen, una localidad situada a pocos kilómetros de Mauthausen, en la Alta Austria actual.

Entre 1938 y 1945 unas 200,000 personas de más de 40 países fueron deportadas a este "campo de la muerte", incluidas mujeres y niños, de las cuales la mitad fue asesinada o murió por las brutales condiciones del trabajo forzoso.

Entre las víctimas mortales se calculan unos 4,800 españoles, de un total de más de 7,500 deportados, en su mayoría excombatientes republicanos huidos a Francia tras el fin de la Guerra Civil.

Aunque nunca fue un campo de exterminio -como, entre otros, el de Auschwitz, donde millares fueron asesinados nada más llegar-, Mauthausen-Gusen, destinado a crear mano de obra esclava, fue uno de los lugares más temidos por los deportados.

Fue el único campo de la "Categoría III", lo que suponía "la aniquilación a través del trabajo".

Los prisioneros trabajaban once horas al día en canteras de granito para crear los materiales para las monumentales construcciones de Hitler, pero también fueron trasladados a empresas, sobre todo de la industria bélica.

El índice de mortalidad entre los reclusos fue uno de los más altos entre los campos de concentración nazis.

En otoño de 1941 comenzó la construcción de una cámara de gas destinada al asesinato de prisioneros incapacitados para el trabajo.

A partir de 1942 se usó además como cámara de gas móvil: un camión cerrado herméticamente en el que los prisioneros eran asfixiados con monóxido de carbono.

Miles fueron asesinados también en la cámara de gas del cercano castillo de Hartheim, una vez concluido el programa de eutanasia para personas enfermas que se había instalado allí.

Entre las decenas de empresas que se establecieron en Mauthausen para sacar partido de la mano de obra esclava destacan la Deutsche Erd und Steinwerk (perteneciente a las SS), Heinkel, Hofherr y Steyer-Daimler Puch AG, entre otras.

A partir de 1943, los reclusos fueron destinados en primer lugar a la construcción de fábricas subterráneas.

Además de morir por las condiciones brutales de su trabajo y del maltrato, los deportados fallecieron de hambre y enfermedades, como víctimas de experimentos médicos o asesinados por sangrado, en una cámara de gas, por duchas heladas de varias horas o fusilamientos.

Desde mediados de 1944 a Mauthausen llegaron transportes con miles de presos desde los campos de concentración del este de Europa, creando una superpoblación que elevó mucho la mortalidad a causa del hambre y las enfermedades.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, las tropas norteamericanas liberaron el campo el 5 de mayo de 1945.

Ahora se puede visitar lo que quedó del campo, convertido en el Memorial de Mauthausen, con un museo y un Centro de visitantes.



LAL