Pura Demagogia

La suerte del PRI

2015-05-20

En cualquier oficina priísta se comenta la situación del partido en el DF y se...

Miguel Ángel Velázquez, La Jornada

Quienes de verdad y en serio están al pendiente de lo que pasa en esta temporada electoral en la ciudad de México han confirmado que la suerte del PRI, por más acuerdos y trampas que se construyan, no logra un bono en favor por ningún lado, y la prueba más firme es la gira que la semana pasada realizó por varias colonias del DF el presidente de ese partido, César Camacho, quien no logró entusiasmar ni a los militantes más viejos.

En cualquier oficina priísta se comenta la situación del partido en el DF y se pronostica un desastre, que desde hace rato viene sucediendo con ese instituto político. Lo peor es que en el mismo PRI se dice, recio y quedito, que por ejemplo, en Cuajimalpa, donde se suponía que el tricolor en complicidad con el Verde podría rescatar la elección, el gusto se convirtió en susto cuando se supo que la delegación que más denuncias tiene por problemas de tipo electoral es precisamente esa, en la que Adrián Rubalcava gobernó en nombre del PRI, y ahora quiere ser diputado.

El horror es tal, que César Camacho, presidente nacional del PRI, prefirió no tocar tierra en Cuajimalpa y se paseó por Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, pero para Cuajimalpa ni un suspiro. El mal gobierno que se ejerció en Magdalena Contreras podría explicar de alguna manera que Camacho se diera una vuelta por esos lares. Los tres últimos años de gobierno perredista debilitaron más de lo normal a ese partido, y es muy probable que las mediciones que ha mandado a hacer ese partido le digan que existe alguna posibilidad de colocar a alguno de sus candidatos, pero Álvaro Obregón no parece terreno fértil para el priísmo.

Pero ni Camacho quiso ir a Cuajimalpa, donde se suponía que podrían ganar la elección para la jefatura delegacional. Otra vez es muy probable que las mediciones hechas mostraran una realidad muy diferente a la que se supone existía en esa delegación hace días. La evidente actividad del ex jefe delegacional, que linda con el porrismo, y la violencia de quienes supuestamente trabajan con él, a quienes se conoce como Los Claudios, ahuyentaron las ganas del presidente priísta de ir a esa delegación.

No sólo eso. En la memoria de muchos ciudadanos de Cuajimalpa aún está fresco el episodio de histeria que protagonizó Rubalcava, quien frente al accidente que destruyó un hospital en la delegación no supo tener la calma de un hombre con oficio político y a gritos pedía, desde cualquier micrófono que se le acercara, la intervención inmediata del Ejército en aquella zona. Eso tal vez porque él miraba con alarma la situación o bien porque observó de cerca la posibilidad de golpear al gobierno de Miguel Ángel Mancera.

Pero sean como fueren las cosas, el asunto es que en el PRI, por más que se diga lo que se diga, no hay quien apueste por un triunfo tricolor, a menos, consideran algunos, que exista un acuerdo inconfesable por el que se pueda regalar el triunfo al PRI y al Verde, con todo lo que eso podría significar para el buen gobierno en la ciudad de México. Total, ni en el priísmo quieren a Rubalcava y a su gente. ¿Por qué será?

De pasadita

El asunto de los programas sociales que brinda el gobierno de la ciudad de México se ha complicado más de la cuenta, pero lo que ha quedado más que claro es que ningún plan de los que se han convertido en ley será suspendido. No sólo eso. Nos aseguran que en ningún momento hubo la intención de interrumpir el funcionamiento de esos programas porque, como ya se dijo, son ley.

De cualquier forma, lo que debe preocuparnos es la desconfianza, cuando menos en el ámbito de los partidos políticos, en las acciones que se pueden tomar, los candidatos, aprovechando ciertas líneas de gobierno, que son tergiversadas en beneficio de algunos de ellos, quienes carecen de escrúpulos. Eso es lo que sucede.



LAL
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