Internacional - Economía

El Acuerdo Transpacífico enfrenta una etapa ardua tras avance importante en EU

2015-06-25

Se espera que el presidente Barack Obama firme la legislación de "vía...

WILLIAM MAULDIN, The Wall Street Journal

La Casa Blanca y los líderes republicanos lograron una victoria importante el miércoles con la aprobación del senado con 60 votos a favor y 38 en contra de una divisa legislación comercial, pero el logro abre paso a un proceso agotador de varios meses para completar un acuerdo comercial para la cuenca del Pacífico que aún enfrenta oposición interna y cuyos términos deberá obtener la aprobación final del Congreso.

Se espera que el presidente Barack Obama firme la legislación de "vía rápida" dentro de días, lo que quitará un obstáculo a las negociaciones que prevenía a las autoridades de avanzar con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, o TPP, entre 12 países incluyendo México, Chile y Perú.

Pero a pesar de los nuevos poderes y las medidas subsecuentes del Senado el miércoles de avanzar un proyecto de ley vinculado que proveería ayuda a trabajadores que son considerados perjudicados por el comercio internacional, aún quedan múltiples desafíos por delante.

"Afirmar que esto es una marcha fácil hacia la victoria es un gran error", expresó Gary Hufbauer, experto sénior de comercio en el centro de estudios Peterson Institute for International Economics, que respalda la liberalización comercial. Otorgarle al presidente poderes de negociación de "vía rápida", dijo, es meramente "el preludio del segundo acto de la obra de teatro".

La "vía rápida" aprobada por el Senado, que le otorga al presidente el poder para presentar acuerdos comerciales al Congreso para una votación de si o no sin enmiendas, concluyó una riña que dividió al Partido Demócrata y varias veces evadió estrechamente una derrota.

Los promotores ya están preocupados de que el voto final sobre el Acuerdo Transpacífico podría extenderse a la temporada de elecciones en Estados Unidos del próximo año, cuando los ataques populistas de la izquierda y la derecha probablemente dificultarán la promulgación de políticas de libre comercio.

La atención se centra ahora en el mismo Acuerdo Transpacífico, un amplio pacto en propuesta entre EU, México, Chile, Perú, Malasia, Vietnam, Australia, Canadá, Brunei, Singapur, Nueva Zelanda y Japón.

El pacto está diseñado para reducir o eliminar un conjunto de aranceles y otras barreras sobre autos, productos lácteos, carne, trigo y miles de otros productos. Quizás de mayor importancia son las normas comerciales en todo desde estándares laborales y ambientales hasta protecciones de propiedad intelectual para fármacos y películas.

Hay aún una serie de temas delicados antes de que el Representante de Comercio de EU Michael Froman y otros ministros de comercio puedan firmar el acuerdo, algo que podría ocurrir tan pronto como el próximo mes.

Aún sin resolverse el grado en que Japón abrirá sus mercados agrícolas, la duración de la protección de nuevos medicamentos biológicos de empresas farmacéuticas, y las protecciones de Canadá de sus mercados lácteos y otros, según personas que siguen las negociaciones.

Si el TPP se completa en julio, podría tomar seis meses o más para que el acuerdo reciba un voto final en el Congreso, gracias a los retrasos incorporados en el proyecto de ley y las medidas legales y los pasos burocráticos que se contemplan. Lo más temprano que podría suceder la votación en el Congreso sería hacia el último trimestre del año.

Cuando se publique el texto entero del acuerdo por primera vez en su totalidad después de ser firmado por los ministros de los países miembros, es casi seguro que provocará una serie de críticas de grupos ambientales y laborales, organismos de supervisión para el consumidor e incluso líderes religiosos preocupados por el efecto del acuerdo sobre los costos los medicamentos.

Aunque la mayoría de las grandes empresas estadounidenses respaldan el TPP, algunos fabricantes estadounidenses focalizados en el mercado interno presionan a los legisladores para derrotar al acuerdo porque temen que éste desate una avalancha de importaciones baratas de sus competidores.

Los fabricantes de medicamentos son uno de los principales sostenes del TPP, con un ojo puesto en mayores protecciones para las patentes farmacéuticas y otro en incrementar su influencia en el diseño de la política de salud del gobierno. Grupos de izquierda y algunos profesionales de la salud han criticado esas normas por razones humanitarias, advirtiendo que encarecerán los precios de los medicamentos.

Un comodín es la industria automotriz, que algunos economistas dicen que podría ser abrumada por un aumento relativo de las importaciones, dependiendo del tamaño y el cronograma de las futuras reducciones arancelarias para automóviles, camiones y partes importados de Japón.

Algunos de los críticos más virulentos del TPP son los legisladores de estados con industria automotriz como Michigan y Ohio. Los tres grandes fabricantes de automóviles de EU han adoptado un enfoque más matizado, exigiendo reglas fuertes para evitar que Japón y otros países abaraten sus monedas para obtener una ventaja competitiva en el futuro, así como políticas para ayudarles a vender más coches en Japón.

"Nos gustaría estar en condiciones de apoyar el TPP, pero para que el TPP aborde el tema de la manipulación de la moneda y un montón de otras barreras no arancelarias en una manera significativa", dijo Matt Blunt, jefe de la Consejo Nacional de Política Automotriz, que representa a las grandes automotrices de Detroit.

Ford Motor Co. presionó por un lenguaje más fuerte que presione al gobierno de Obama para que incluya normas vinculantes que castiguen la supuesta manipulación de la moneda, algo a lo que se oponen funcionarios estadounidenses y extranjeros.

Mientras que los liberales y muchos conservadores dicen que las corporaciones están demasiado involucradas en la política comercial, los grupos empresariales y agrícolas serán un apoyo clave para Obama y los republicanos cuando traten de pasar el TPP.

Los grupos agrícolas están ansiosos por tener un mejor acceso a Japón y otros mercados. Los estudios de Hollywood quieren reglas firmes para proteger los derechos de autor, y las empresas de tecnología están buscando garantías de una Internet abierta y el libre flujo de datos.

"Estamos al borde de un acuerdo comercial de vanguardia… que asegurará el libre flujo de datos en la nube, y que los gobiernos no levanten barreras a Internet en este siglo de la forma en que levantaron barreras arancelarias contra los productos manufacturados en el pasado siglo", dijo Chris Padilla, vicepresidente de asuntos gubernamentales y regulatorios en el International Business Machines Inc.



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