Nacional - Economía

México afronta la crisis con nuevas restricciones al gasto público

2015-09-09

México, como productor de petróleo, ha construido su gasto en las últimas...

SONIA CORONA, El PaƬs

La crisis del petróleo continúa provocando estragos en la economía mexicana. El ministro de Hacienda, Luis Videgaray, ha entregado al Congreso esta semana su propuesta para el presupuesto de 2016 con notables recortes producto de la caída del precio del crudo. Videgaray ha puesto sobre la mesa un proyecto en el que se gasten 282.150 millones de dólares durante el próximo año, 13.127 millones de dólares menos que en 2015 (5,8%) y equivalentes a 1,15% del Producto Interno Bruto (PIB). "El Gobierno se está apretando el cinturón con un gasto que lo haga ser un Gobierno menos caro y más eficiente", ha dicho en la radio mexicana.

México, como productor de petróleo, ha construido su gasto en las últimas décadas sobre los ingresos petroleros, mismos que han caído significativamente en los últimos meses. El Gobierno mexicano decidió en enero de 2015 dar un tijeretazo al gasto público de 9,000 millones de dólares y Videgaray reconoció que estos ajustes serían necesarios "más allá de 2015", si el panorama mundial del crudo continuaba deprimido. Este nuevo ajuste, ha prometido el encargado de la Hacienda mexicana, será principalmente en la burocracia.


En el mismo paquete económico, la Administración del presidente Peña Nieto ha estimado que México crecerá entre 2,6% y 3,6% durante 2016. Todavía muy lejos del 5% que el Gobierno mexicano prometió cuando promovió las reformas estructurales en 2013. Además, la Hacienda ha estimado que el próximo año el coste del barril de la mezcla mexicana de petróleo será de 50 dólares y que el valor de la moneda se sostendrá en 15,90 pesos por dólar estadounidense. Estas previsiones han sido calculadas en un momento en el que el barril de petróleo mexicano cuesta 40,30 dólares y el dólar se compra por 17,02 pesos.

Para conseguir un balance en las cuentas, Videgaray ha propuesto recortes en la administración entre los que destacan ajustes en el gasto en obra pública y en la oficina de la presidencia. El proyecto, que será analizado en las próximas semanas por el Congreso, señala que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) contaría con un 25% menos de presupuesto que en 2015 por lo que afectaría, entre otros proyectos, la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Además, el presupuesto de 2016 conseguiría que la oficina de la presidencia redujera 16% sus gastos, principalmente en transporte aéreo.

Peña Nieto ha asegurado en las últimas semanas que la caída de los ingresos petroleros no se verá traducido en nuevos impuestos. El paquete económico de 2016 propone incentivos para las inversiones en pequeñas y medianas empresas (Pymes), así como adelantar la liberalización de los precios de los combustibles, prevista para 2018, a enero del próximo año. Además, la Hacienda mexicana se ha propuesto bajar el déficit público de 1% del PIB a 0,5%.

Las condiciones económicas mundiales han obligado al Gobierno mexicano a resistir con más recortes la tormenta. Para tolerar el vendaval, Peña Nieto ha pedido al Senado la ratificación de Agustín Carstens como gobernador del Banco de México. El economista mexicano ha estado al frente del banco central desde 2010 y, si los legisladores lo aprueban, trabajaría cinco años más en el cargo.

El futuro del petróleo en México todavía es nebuloso. La producción se sitúa a la baja en 2,3 millones de barriles diarios y Petróleos Mexicanos (Pemex) ha registrado pérdidas récord en los últimos meses. El Gobierno mexicano todavía no consigue posicionar la apertura del sector energético en el apetito de las compañías petroleras y, de conseguirlo en los próximos meses, las inversiones tardarían algún tiempo en reflejarse en los números de la Administración.



EEM

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