Nacional - Seguridad y Justicia
Obispo dice "no bastan discursos" frente al caso de 43 desaparecidos
México, 25 sep (EFE).- El obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, dijo hoy que la desaparición de 43 estudiantes hace un año en el municipio de Iguala, en el estado mexicano de Guerrero, "no puede dejar indiferente a nadie" y destacó que "no bastan discursos" ante esta "dramática situación".
En un mensaje publicado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rangel calificó de doloroso "el sufrimiento, la rabia, la desesperación y la desconfianza de los familiares de estos 43 jóvenes" y de los miles de desaparecidos en todo el país.
"La tragedia en Iguala no pude dejar indiferente a nadie", apuntó el obispo, quien resaltó la necesidad de que las autoridades hagan "un cabal esfuerzo (...) para esclarecer los hechos y llegar, junto con la sociedad y empezando por las familias de todos los desaparecidos, a la verdad sin adjetivos".
Pidió que el sufrimiento y la pobreza de los familiares de los desaparecidos no sea utilizado "por personas y grupos sin escrúpulos que persiguen sus propios intereses", pues -agregó- no faltan los que quieren sacar "raja política" del tema.
El obispo también instó a hacer un examen de conciencia y revisar por qué se originaron "estos lamentables y reprobables acontecimientos" el 26 de septiembre de 2014, cuando policías corruptos y narcotraficantes atacaron a tiros a alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa.
En noche murieron seis personas, incluidos tres alumnos, y otros 43 estudiantes fueron detenidos y entregados a miembros del cártel de Guerreros Unidos.
"La causa de fondo es el olvido de la dignidad y derechos de toda persona", afirmó al destacar que el anarquismo, la violencia y la intransigencia "solo provocan confusión, desorden, destrucción y pérdida de vidas".
"La violencia no es el camino para la justicia", sino al contrario solo aumenta la injusticia y el dolor, aseveró Rangel Mendoza, quien pidió no dar paso al desorden y a la anarquía e invitó a la sociedad a construir la paz.
Según la versión de la fiscalía, los 43 estudiantes fueron asesinados e incinerados en un basurero del vecino municipio de Cocula por integrantes de Guerreros Unidos.
Sin embargo, a principios de este mes un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que estudia el caso desde marzo concluyó que no hay evidencias para asegurar que los jóvenes fueron quemados en ese basurero y denunció graves irregularidades en la investigación oficial.
Los familiares de las víctimas sostuvieron el jueves una reunión con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en la que este anunció la creación de una fiscalía especializada en la búsqueda de personas desaparecidas.
Aunque el Gobierno se mostró satisfecho con el encuentro, los padres expresaron su decepción por la respuesta gubernamental, incluida la creación de una fiscalía especializada sin consultar a las víctimas de desaparición del país.
Este sábado los padres encabezarán una marcha en la capital mexicana para conmemorar el primer aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes y exigir justicia.
ROW
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