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Actos en favor de Petrobras reúnen pequeños grupos en ciudades brasileñas
Río de Janeiro, 3 oct (EFE).- La jornada de marchas convocada por centrales sindicales y movimientos sociales en defensa de la petrolera Petrobras y del Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reunió hoy pequeños grupos en varias ciudades brasileñas.
El acto más numeroso se registró en Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, en donde entre 4,000 personas según los organizadores y 2,000 según medios locales, se concentraron frente a la sede de la petrolera estatal y marcharon por la Avenida Paulista, la principal vía de la ciudad.
Los manifestantes eran en su mayoría militantes de la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT), mayor unión de sindicatos de Brasil e históricamente vinculada al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y del Movimiento de los Sin Tierra (MST).
Las manifestaciones, según los organizadores, reunieron a otras 2,000 personas en Belo Horizonte, unas 800 en Río de Janeiro, 300 en Curitiba, 200 en Recife y 200 en Porto Alegre, entre una veintena de ciudades.
"Ocupamos las calles de todo Brasil en defensa de Petrobras, contra el golpismo y contra la actual política económica", afirmó el presidente de la CUT, Vagner Freitas.
La llamada Jornada Nacional de Movilizaciones en Defensa de la Democracia, de Petrobras y Contra el Ajuste Fiscal coincidió con los 62 años de la petrolera estatal, la mayor empresa de Brasil y que hoy es protagonista de un gigantesco escándalo de corrupción que ha salpicado a medio centenar de políticos, en su mayoría de la coalición oficialista.
Los sindicatos manifestaron su temor de que los defensores de los intereses privados aprovechen la actual vulnerabilidad de Petrobras para impulsar proyectos destinados a vender los activos de la estatal o a ceder derechos de la compañía a empresas extranjeras.
El Congreso debate actualmente un proyecto de ley que elimina la exclusividad de Petrobras en las iniciativas de explotación del presal, las gigantescas reservas descubiertas por la empresa en aguas muy profundas del océano Atlántico y que pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
"Somos totalmente contra la corrupción, pero son los corruptos los que tienen que ser sancionados y no la empresa", afirmó la directora del Sindicato de los Petroleros en los estados de Paraná y Santa Catarina, Anacelie Azevedo, en el acto en Curitiba.
Los manifestantes también dijeron defender el Gobierno de Rousseff "contra el golpe" promovido por la derecha.
Los sindicalistas marcharon contra los intentos de la oposición de abrir un juicio político en el Congreso con fines de destituir a la mandataria por considerar que tan solo busca desconocer el resultado de las elecciones presidenciales de octubre pasado.
La jefe de Estado, cuya popularidad cayó a menos del 10 % tras haber sido reelegida en octubre con el 51 % de los votos, enfrenta una grave crisis política, en parte derivada del escándalo de Petrobras pero también por las disputas partidarias en el Congreso.
Rousseff fue obligada a anunciar el viernes una profunda reforma a su Gabinete para darle mayor espacio al centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza electoral del país y de la que pasó a depender la aprobación de todos los proyectos de ley de iniciativa del Gobierno.
La mandataria también enfrenta una grave crisis económica, con Brasil en recesión, la inflación en su mayor nivel desde 2003 y un déficit récord en las cuentas públicas, que la obligó a poner en marcha un severo ajuste fiscal que incluye aumento de impuestos, reducción de gastos públicos y eliminación de derechos sociales.
Pese al respaldo al Gobierno, los participantes en las marchas de este sábado se manifestaron contra el ajuste, que califican como una imposición del capital privado y de los bancos.
"Esa política de ajuste y recorte de gastos está profundizando la crisis del país", afirmó el presidente de la CUT en Sao Paulo, Douglas Martins Izzo.
JMRS
