Reportajes

Cuando los ganadores del Nobel creen que es una broma

2015-10-08

Las organizaciones que supervisan los premios, incluyendo la Academia Real de las Ciencias de...

Por BEN COHEN, The Wall Street Journal

El teléfono suena en medio de la noche. El número es desconocido. La voz al otro lado tampoco es familiar y además tiene un acento sueco.

Así es como las mentes más apreciadas del mundo se enteran de que han ganado el Premio Nobel. Escuchar el teléfono en esa mañana de octubre es un momento que cambia la vida, y mucho laureados empiezan las celebraciones de la misma forma: piensan que es una broma.

Las organizaciones que supervisan los premios, incluyendo la Academia Real de las Ciencias de Suecia, ya están acostumbradas a la incredulidad. Incluso tienen protocolos informales para asegurarle al nuevo laureado que no forman parte de un chiste.

Primero una voz sueca tranquilizante dice hola. Pero un acento sería fácil de imitar. Luego informa que se ha ganado el Premio Nobel, lo cual también podría ser mentira. Posteriormente insiste en que no es una broma. Pero por supuesto que algún chistoso podría decir lo mismo. Para algunos ganadores, solo cuando la persona pasa al teléfono a alguno de los miembros del comité que seguramente el ganador conoce personalmente la noticia cobra credibilidad.

En cuanto a chistes, convencer al alguien que ha ganado el Premio Nobel sería algo "muy malvado", dijo Torsten Persson, secretario del comité que el 12 de octubre anunciará al ganador del Nobel de ciencias económicas. "Creo que el grado de que parezca una broma dependerá de cuán marcado sea el acento sueco".

El reconocimiento anual de científicos, doctores, escritores, economistas y humanitarios usualmente empieza con una llamada telefónica. Un día entre semana de 2013, Randy Schekman, biólogo de la Universidad de California en Berkeley, fue despertado a las 1:20 a.m. Schekman sospechaba que el comité del Nobel estaba en la línea cuando su esposa gritó: "!Eso es!".

Schekman no necesitó más evidencia de que la llamada era genuina, pero el secretario del comité del Nobel ofreció pruebas de todas formas. "Sin que yo dijera nada, me aseguró que no se trataba de una broma", dijo el doctor Schekman.

Otros ganadores no han estado tan seguros. El bioquímico William C. Campbell compartió el Premio Nobel de Medicina esta semana y respondió de la forma que casi cualquiera respondería. "Usted debe estar bromeando", dijo, de acuerdo con el sitio web oficial de los premios. Luego, como todo buen científico quería evidencia. "Lo primero que pregunté fue una forma de verificar que esto era genuino", señaló, "porque simplemente parecía imposible".

Ya de por sí era una mañana extraña cuando Venkatraman Ramakrishnan, biólogo de la Universidad de Cambridge, ganó el Premio Nobel de química en 2009. Primero, dice que se le había olvidado que el Nobel se decidiría ese día. Pero incluso si se hubiera acordado, no habría pensado en ganar. El doctor Ramakrishnan estaba más preocupado de su bicicleta que se le había averiado en su recorrido al trabajo ese día.

Así que cuando el teléfono sonó, dijo que pensó que se trataba más de una broma que la llamada del Nobel. Tenía razones para sospechar. Casi todo sobre el proceso del Premio Nobel es secreto. No hay una lista oficial de nominados y la llamada se produce sin ninguna advertencia previa. El ganador se determina la misma mañana que se anuncia el premio.

Pero lo que hace que la noticia sea más difícil de anticipar es que nadie sabe realmente qué es lo que quiere reconocer el comité cada año. El Premio Nobel puede reconocer avances que tienen décadas de antigüedad. Pero también los que no son muy antiguos.

El descubrimiento de Craig Mello, biólogo de la escuela de medicina de la Universidad de Massachusetts, de las interferencias RNA se había producido apenas ocho años atrás —un abrir y cerrar de ojos en tiempo Nobel— cuando su teléfono sonó a las 4:30 de la madrugada en 2006. Su esposa le dijo que no contestara, porque pensaba que era una broma. Luego el teléfono volvió a sonar y esa vez Mello contestó. "Me agrada que simplemente no sigan con el siguiente de la lista".

El doctor Mello no ha sido el primero ni último en dejar sonar el teléfono. La llamada del Nobel a menudo no es contestada. Christopher Sims, economista de la Universidad de Princeton, le pidió a su esposa que revisara el código telefónico de la llamada que los despertó. Parecía de Texas. "Ahí fue cuando pensamos que era número equivocado", dijo en 2011 el laureado, "o una broma".

Simplemente hablando con alguien con acento sueco no es suficiente para satisfacer a algunos ganadores. El funcionario que llamó al economista de la Universidad de Stanford Alvin Roth en 2012 no perdió mucho tiempo para pasar el teléfono a los miembros del comité cuyas voces Roth podría reconocer. La persona que llamó compartió la buena noticia con el doctor Roth, "pero luego lo que dijo fue que estaba con seis de mis colegas, y yo conocía a dos de ellos, y que iban a hablar conmigo", dijo.

"Alguien en el comité, a veces dos personas en el comité, se suman a las felicitaciones y dice que la cosa real, no es una broma", dijo el doctor Persson.

Hay una última llamada antes del anuncio público que convence incluso a los más escépticos. Es cuando los ganadores son informados sobre cómo pueden ver la conferencia de prensa en línea y confirmar que la última hora de sus vidas no fue una estafa. "Usted escribe Premio Nobel en Google", dijo el doctor Roth. "Para entonces, si hay alguna duda, queda completamente convencido".

No se sabe si algún bromista ha logrado convencer falsamente a alguien que se ganó el Nobel. Pero hay al menos algunos laureados que piensan que el chiste podría funcionar. Ramakrishnan dijo que la idea ha surgido en conversaciones con los amigos que aman las bromas. Hay algunos científicos, dijo, que casi hacen campaña activamente para obtener el honor. Eso sólo los hace blancos más fáciles.

"A menudo pensamos que sería muy divertido tener a un sueco que los llamé y les diga se han ganado el Premio Nobel", dijo. "Pero nunca lo hemos hecho".



JMRS
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