Policrato Philodemos

El absolutismo de los poderes fácticos

2015-10-15

El crimen organizado ha crecido hasta convertirse en un poder fáctico, con  capacidad para...

Alm. Manuel Rodríguez Gordillo

"El poder legal que no coerciona
y hace sentir su fuerza, se convierte
en una parodia de gobierno"

La democracia simulada

Ante la situación actual en nuestro país, en donde un día sí y otro también nos enteramos por los medios de difusión masiva (radios, prensa escrita, televisión, y "radio bemba"), del desorden y signos de decadencia en todos los aspectos de la vida política, del quehacer económico, de la aplicación de la justicia, de la seguridad ciudadana, de la corrupción en todos ámbitos, tanto oficial como de la iniciativa privada,  y la inexplicable tolerancia (¿Complicidad, connivencia, sumisión y/o incompetencia?),  de las autoridades responsables de mantener el orden y la legalidad, necesariamente nos vemos obligados como ciudadanos víctimas de éstos acontecimientos, a analizar el problema para encontrar sus orígenes y ser capaces de resolverlo , antes de que esta situación, que a fuerza de su cotidianeidad y larga permanencia se vuelva costumbre y pase a formar parte de nuestra idiosincrasia, y de un folclor que nos identifique y sitúe (dentro del panorama internacional), como país corrupto sin esperanzas de desarrollo.

En primer lugar cabría que identificar los factores, o circunstancias en las que actualmente nos encontramos como sociedad, de hecho muy pasiva y que parece confundir tolerancia con sumisión, ya que en su mayoría asume únicamente el papel de espectadora, sin que asome la voluntad de modificar aquello que le perjudica y vaya más allá de victimizarse con quejas lastimeras buscando la compasión, o banalizando su desgracia con comentarios chuscos y burlones, o haciendo catarsis en la peña de amigos alrededor de una taza de café hablando de su inconformidad, todo ello para esconder su incapacidad de asumirse como ciudadanía plena, capaz de organizarse para defenderse, reclamar sus derechos y exigir el cumplimiento de la ley.

Observando con detenimiento el panorama general en el que nos encontramos inmersos, se hacen evidentes los siguientes factores que originan el desorden y facilitan la corrupción, como son:

I.- Que las leyes solo se cumplen y/o se hacen cumplir según convenga al infractor o a las autoridades responsables de hacerlas cumplir.

II.- Que los partidos políticos se han convertido en "negocios" manejados por cúpulas de "merolicos", que son ajenos a los intereses de la sociedad y carecen de patriotismo, ya que en los hechos han demostrado que México como país solo les interesa como botín.

III.- Que lo anterior es también válido para el sindicalismo "corporativo" que padece la clase trabajadora, ya que históricamente sus cúpulas han estado más interesadas en sostenerse en el poder y enriquecerse, que en servir y defender los derechos de los trabajadores.

IV.- Que el crimen organizado ha logrado infiltrarse en la administración pública y especialmente en el sector de poder judicial (jueces y policía), e invadido la esfera política instalando a sus miembros como gobernantes y legisladores a través de la compra a los partidos políticos de candidaturas para puestos de elección popular, como han sido los de la alcaldía de la Ciudad de Iguala, en el Estado de Guerrero y una diputación en el Estado de Michoacán.

V.- Que el crimen organizado en México ha crecido hasta convertirse en un poder fáctico, con  capacidad para imponer sus propias leyes de manera absoluta, sometiendo con la amenaza o el dinero a las autoridades constitucionalmente nombradas, como sucede actualmente en los lugares de la geografía nacional que han logrado "feudalizar".

VI.- Que nuestro sistema educativo se encuentra en manos de pandillas, que para asegurar su existencia como dirigentes sindicales, han logrado imponer la mediocridad como límite a la excelencia académica y descartado la enseñanza de valores en las escuelas, vertiente formativa de verdaderos ciudadanos.

VII.- Que la blandura u omisión de las autoridades para hacer cumplir las leyes que reglamentan las actividades de la prensa, escrita,  radiofónica y/o televisiva, han provocado que éstas se conviertan en elementos informales de educación popular, quienes más preocupados en aumentar sus ganancias no les ha importado en ser vectores que desinforman la realidad a su conveniencia, o a la de su mejor postor, además de desvirtuar y corromper los valores esenciales de la convivencia humana y hasta del mismo lenguaje, destruyendo los pocos y obstaculizados logros del sistema educativo oficial para la formación de ciudadanos útiles a la patria.

VIII.- Que en nuestro país coexisten en duplicidad un sinnúmero de leyes y preceptos para reglamentar y/o sancionar un mismo tipo de evento, en algunos casos de manera contradictoria, facilitando el uso de triquiñuelas pseudolegales que cobijan la corrupción y la impunidad de los delincuentes, y en algunos otros casos el castigo de inocentes.

El 26 de Septiembre de 2015, se cumplió un año de la tragedia en la localidad de Ayotzinapa, Gro., en la que perdieron la vida 43 personas, como resultado de la suma de algunos de los factores que se citan en los párrafos anteriores.

Durante este lapso el hecho ha sido más que manoseado por las autoridades de todos los órdenes de gobierno, así como por la prensa, además de utilizados como bandera por los grupos de los oportunistas de siempre (oposición política al régimen vigente, crimen organizado, intereses económicos, delirantes, resentidos sociales, de quienes han hecho de la protesta un "modus vivendi", etc.), más interesados en llevar agua a sus molinos que buscando justicia, pero siempre buscando publicidad gratuita, y otros con el fin de reducir, aún más, la fortaleza y credibilidad de un gobierno asediado.

Dentro de toda esta maraña de argumentos, tanto acusatorios como en defensa del gobierno para abordar esta tragedia criminal, no aparece ningún análisis serio que vaya a la raíz socio-política del problema, como lo son la situación, condiciones, y el escenario existente durante el multiasesinato de Ayotzinapa, en el que las víctimas fueron jóvenes alumnos de la escuela normal rural del lugar que al igual que en sus homólogas, los directivos y maestros suelen utilizar al alumnado como carne de cañón para sus intereses o de grupo, enviándolos a robar autobuses, hacer marchas de protesta, a bloquear carreteras, incendiar gasolinerías, vandalizar, agredir autoridades, y/o impedir con violencia ("Reventar"), algún evento de tipo social o político, como fue el caso de Ayotzinapa, en donde se tenía programado un mitin de apoyo a la esposa del munícipe de Iguala, Gro., aspirante a la candidatura para la presidencia municipal de esa misma ciudad.

Cabe señalar que el alcalde en funciones de Iguala, de apellido Abarca,  llegó a dicho puesto gracias a que era miembro del crimen organizado, que en su momento le compró al Partido de la Revolución Democrática (P.R.D.), el patrocinio político convirtiéndolo en su candidato para competir en las elecciones, quien con los correspondientes apoyo$ de su mafia a lo largo de su campaña consiguió la alcaldía. Lo anterior quedó al descubierto y consta en los autos judiciales que se levantaron durante el proceso que se le siguió a dicho individuo por su intervención en la desaparición de los 43 jóvenes normalistas.

Es obvio que el crimen organizado ya en poder de la alcaldía derivó los recursos oficiales (incluyendo a la policía y demás fuerzas del orden), e impuso a su gente como funcionarios subalternos para proteger y facilitar la impunidad de las actividades delictivas propias de su organización.

De la misma manera se debe tener en cuenta el control de la organización criminal y su ascendencia sobre la sociedad local, conseguido  promoviendo y/o financiando mejoras para la comunidad, atendiendo problemas personales para comprar conciencias y aceptación, hechos que son del conocimiento de la comunidad,  que explican el apoyo para haber logrado el triunfo de su candidato a la alcaldía de Iguala, aspecto que no es despreciable y explica la aceptación de su presencia y permanencia en el lugar como un poder fáctico  por encima de los poderes del gobierno constituido,  que lo convierte  en "El poder por excelencia" ante la comunidad.

Así las cosas es lógico que la alcaldía, teniendo conocimiento de las intenciones de los estudiantes normalistas para "reventar" el mitin de apoyo a la candidatura para alcaldesa de su protegida, procediera a impedir que se consumaran las intenciones que llevaban, utilizando para ello a la policía local, misma que desde luego actuaría conforme a sus patrones de conducta, las de las mafias criminales (como quedó asentado en actas judiciales), donde los problemas se resuelven con la eliminación de quienes se atreven a enfrentarlas ("plata o plomo" es la doctrina y el procedimiento a seguir), ya sea actuando por ellos mismos o ayudados por elementos incondicionales, en este caso de la mafia en el poder… dados los antecedentes conocidos de sus procedimientos se deduce que así fue como resolvieron el problema, evitando que fuera "reventado" dicho mitin.

De la misma manera cabría preguntar ¿Qué clase de principios influyeron en la conducta de los jóvenes estudiantes normalistas para haberse prestado a cometer el robo de vehículos y evitar la realización de un mitin político ?... ¿Acaso no sabían que el robo de autobuses es un delito?.... ¿Qué sus padres no se lo enseñaron?... o peor aún… ¿Acaso sus padres que los educaron estaban compartían esa clase de conductas?... ¿Acaso el director del plantel ignoraba lo que estaba pasando?.... ¿Acaso los directivos de la escuela normal de Ayotzinapa no fueron promotores o cómplices de estos hechos?... Aquí es donde aparece el juego de espejos, de complicidades inconfesadas, de responsabilidades encubiertas que actualmente se intentan trasladar al gobierno federal, y en especial a la presidencia de la república, fabricando un enredo en donde todos simulan ignorar los propósitos y las condiciones que antecedieron a los acontecimientos, incluyendo aquí al sistema de información e inteligencia del gobierno estatal y de la Secretaría de Gobernación…. ¿Acaso ignoraban los orígenes del edil y la calaña de las autoridades municipales de Iguala?

Es también sospechoso que en la actualidad se pretenda derivar hacia la presidencia de la república, acusándola como responsable del crimen, cuando es evidente que todo fue responsabilidad de las autoridades municipales y estatales (aspecto que mañosamente ocultan los pseudo análisis que se han hecho sobre esta tragedia criminal), cabe pensar que dichas acusaciones buscan eludir responsabilidades personales (incluyendo la de los padres de las víctimas), para sesgadamente y con mucho cinismo y malevolencia dirigirlas hacia un Presidente de la República, con el fin de debilitar el poder del estado y así fortalecerse como poderes fácticos, ya sea que se trate del crimen organizado o de la oposición al gobierno, quienes como enanos de la política y del poder suponen que cortando las piernas del enemigo los hace aumentar de estatura.

Dentro de la maraña de mentiras y cinismo evidentes de cómplices, incompetentes y traidores que han tenido que ver con esta tragedia criminal, se vislumbra la decadencia de un sistema político que se ha sostenido en la simulación y el engaño, mientras las arcas de la nación son saqueadas por los que se presentan como "salvadores de la patria", mientras la sociedad continúa indefensa  y humillada por la inseguridad en que la arrincona el poder fáctico subterráneo de la delincuencia, ya sea organizada y/o eventual, de un estado que se tambalea en un océano de corrupción.

En este escenario kafkiano de simulaciones y cinismos generalizados, donde el ciudadano es tratado, en los hechos como  súbdito de una monarquía absoluta, y constantemente amenazado e indefenso ante las mafias delincuenciales… ¿Sería posible hablar de la existencia de una democracia y de una libertad genuinas en México?



JMRS