Policrato Philodemos

La educación en el México actual

2015-10-21

Prevalece en el sistema educativo la idea nefasta de que al alumno se le prepare para que memorice...

Alm. Manuel Rodríguez Gordillo

"No se pueden obtener resultados
distintos cuando se mantiene la
misma estructura  mental y se actúa
sin corregir los errores del pasado"

Deformaciones y Atavismos

Actualmente en nuestro país se está llevando a cabo una "Reforma Educativa" que al parecer ha centrado su esfuerzo en examinar la "capacidad pedagógica" de los maestros y el aprovechamiento de los estudiantes de las escuelas oficiales, lo cual desde cualquier punto de vista era indispensable para mejorar el nivel de eficiencia en la enseñanza que se viene impartiendo desde hace 40 años, durante la época presidencial de la "guayabera y el tepache" (1970 – 1976 ), cuando el proceso educativo se politizó orientándolo con una visión populista, en la que era más importante aumentar estadísticamente el número de egresados de las instituciones educativas (titulados), que la excelencia académica que descansa en los conocimientos y prácticas adquiridas, indispensables para el adecuado ejercicio de un profesionista.

Sobre el examen elaborado para medir la capacidad educativa de los maestros, de acuerdo a los comentarios de la mayoría de de ellos, que han demostrado capacidades sobresalientes (probadas en lo académico y pedagógico, además de tener en su currícula una larga experiencia en las aulas de niveles medio y superior), y que han pasado satisfactoriamente dicha prueba, señalan que el examen que les impusieron carece de cuestionamientos pedagógicos y/o conceptuales sobre la enseñanza y su metodología, ya que en un alto porcentaje de su contenido se trata de preguntas memoristas sobre artículos de las leyes y asuntos sindicales o políticos, propios de tinterillos, políticos oportunistas, y/o de abogados leguleyos, asuntos que parecen constituir los temas más importantes para quienes lo elaboraron, de donde se infiere que fueron personas ajenas al quehacer educativo e ignorantes de los fines que la reforma educativa predica y dice buscar.

El resultado de lo señalado en los párrafos precedentes, ha sido un proceso de degradación académica, en donde los títulos y los diplomas que se otorgan a los graduados (hasta la fecha), generalmente no corresponden a los conocimientos y habilidades que debieran tener estos nuevos profesionistas, de acuerdo a los niveles académicos y normas internacionales establecidas para el ámbito profesional, indispensables para el poder ejercer cualquier profesión en los países desarrollados.

Hoy, en México es verdaderamente lastimoso el panorama educativo, que se comprueba por el bajo nivel académico de muchos estudiantes, maestros (en todos los niveles), y profesionistas, que son incapaces (estos últimos), de ejercer su actividad profesional en forma  adecuada, por carecer de los conocimientos y/o de saber relacionarlos lógicamente para poder ser aplicarlos en la solución de los problemas en el campo de su especialidad, como resultado de la degradación de los niveles de excelencia  académica en sus escuelas y/o universidades. Muchos de ellos difícilmente son aceptados en el mercado laboral de la profesión que siguieron, quienes frustrados personalmente por el tiempo de vida perdido, por haber sido estafados académicamente, en sus perspectivas de trabajo y en sus aspiraciones, ya que se ven obligados a realizar trabajos de ínfima calidad y magro salario para poder subsistir, mientras que para el país lo anterior significa un desperdicio de tiempo y de valiosos recursos. económicos y humanos.

Actualmente es bastante común encontrar abogados incapaces de escribir un párrafo sin cometer faltas de ortografía o de sintaxis, médicos con un conocimiento deplorable de la anatomía humana y del diagnóstico clínico, e ingenieros incapaces de resolver un problema de álgebra elemental, y los escasos profesionistas que destacan, lo han logrado por esfuerzo propio y por tener la capacidad para aprender de manera autodidacta sin el apoyo de sus maestros, o de las instituciones educativas en que estuvieron.

La situación del sistema educativo mexicano descrito en los párrafos anteriores, ha llegado recientemente a su máxima degradación debido a la permisividad de las autoridades estatales y de la federación, quienes buscando   una paz y estabilidad ficticias en dicho sector, permitieron (con la complicidad de las cámaras legislativas que legalizaron prerrogativas y privilegios para las mafias sindicales del sector), la intromisión de los sindicatos en la toma de decisiones sobre la educación en México, oportunidad que torva y mañosamente aprovecharon para instalarse como poderes fácticos en la Secretaría de Educación Pública, desviando los objetivos y recursos del proceso educativo, al que reorientaron para su beneficio, imponiendo, de facto, una corrupción institucionalizada y un descenso de la calidad académica en todos los niveles.

Esta carrera hacia la mediocridad educativa, acelerada por una corrupción creciente tocó fondo hace ya unos 15 años, cuando desde la Secretaría de Educación Pública (en manos del sindicato), en complicidad con los secretarios estatales, ordenó se a los maestros que no se reprobara a ningún alumno, con la finalidad (no confesada), de poder inflar las estadísticas y el número de estudiantes egresados de las escuelas oficiales para presumirlo, cacareando en todos los ámbitos del país a través de los grandes medios de difusión (incluyendo el internacional), "Los grandes logros del sistema educativo mexicano"  en cifras, aún a costa de la calidad y degradación de la excelencia académica, lo que visto desde la fortaleza del conocimiento que puede sostener el desarrollo nacional, debe considerarse como un delito y traición a México, al condenarlo a la mediocridad y anular las posibilidades de progreso.

Por otro lado y con respecto a la reforma educativa, actualmente en progreso, cabría señalar que a ésta les faltó incluirle las correcciones necesarias para consolidar el aprendizaje, como sería el cambio indispensable que elimine la orientación conductista que actualmente sigue teniendo la educación, misma que consiste esencialmente en atiborrar a los alumnos con datos, cifras o hechos que debe memorizar (al igual que un "chip electrónico de memoria), sin que se les plantee y enseñe la utilidad y uso que puedan tener para la solución de problemas (debiendo escogerse éstos entre los conocidos por ellos, de acuerdo al medio y nivel en que se desempeñan),  así como el enseñarles las relaciones existentes entre dichos datos, de modo que se amplíe su horizonte y para que practiquen el uso del razonamiento lógico, evitando así que los datos memorizados se conviertan en abstracciones singulares y/o dispersas, que por lo mismo olvidan fácilmente al carecerles de un sentido y uso práctico por el alumno, para que no sea solamente el de su necesidad de pasar el examen correspondiente de la materia.

La orientación conductista, tal y como se sigue aplicando  "de facto", y como se entiende hasta hoy en nuestro sistema escolar, debido a la  negligencia de muchos maestros y directivos escolares, parece tener como fin único que al alumno se le prepare para que memorice y pase el examen correspondiente, no para que aprenda un conocimiento que pueda ser útil en el quehacer de la vida, tanto a él como a la sociedad.

El cambio que se ha olvidado en la reforma educativa y que urge hacerlo, es pasar de una orientación conductista a una constructivista como la que se propone en los párrafos precedentes, tal y como se ha hecho en los países que le apostaron a esta orientación de la enseñanza, lo que les hizo posible salir del subdesarrollo (y de seguir siendo colonias tecnológicas "de facto"), y ocupar los primeros puestos como potencias industriales generadoras del progreso.



JMRS
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