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Masiva asistencia y euforia de aficionados marcan el Gran Premio de México

2015-11-02

Con un total de 336,174 asistentes al autódromo Hermanos Rodríguez desde el viernes...

México, 2 nov (EFE).- La masiva asistencia al Gran Premio de México celebrado este fin de semana en la capital del país, tras 23 años de ausencia, y la euforia de los aficionados generaron una atmósfera distinta a las carreras de la Fórmula Uno en otros países.

Con un total de 336.174 asistentes al autódromo Hermanos Rodríguez desde el viernes hasta el domingo, la decimoséptima fecha del campeonato mundial de Fórmula Uno se perfila ya como la mejor de la temporada en cuanto a asistencia.

El Gran Premio comenzó el viernes con una asistencia de 89.365 personas a las dos primeras sesiones de entrenamientos libres, el sábado se elevó a 111.964 para la clasificación y el domingo cerró con 134.845 espectadores de la carrera.

Esta convocatoria, aunada a la pasión mostrada por los aficionados en los tres días y la impecable organización de la carrera en su regreso al país, puso a México en el mapa deportivo mundial.

Tanto expertos como autoridades calificaron hoy como un rotundo éxito el Gran Premio de México, después de la carrera contra el tiempo para remodelar el autódromo capitalino y satisfacer a miles de aficionados en este país, ansiosos por ver los coches de Ferrari, McLaren, Mercedes, Lotus, Red Bull y Force India, entre otros.

Aunque las obras iniciaron en agosto de 2014 y concluyeron en 15 meses, la empresa CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento), encargada de gestionar el regreso de F1, se aventuró a ofrecer las entradas ocho meses antes, tal como lo hace en el caso de conciertos.

Una vez que salieron a la venta en febrero pasado, los aficionados empezaron a comprar los boletos, cuyos costos iban desde 91 hasta los 1.140 dólares, y pronto las entradas se agotaron.

Fue a finales de julio de 2014 cuando se anunció el regreso de la F1 a México para su tercera etapa, luego de las de 1962 a 1970 y de 1986 a 1992.

La tercera etapa se prolongará hasta 2019, pero tras los resultados de esta primera edición lo más probable es que los organizadores busquen extender el contrato.

La inversión público-privado asciende a 72 millones de dólares anuales, es decir, 360 millones de dólares en el lustro, los cuales generarán una derrama económica de 2,000 millones de dólares.

Tan sólo este fin de semana la Ciudad de México registró una ocupación hotelera cercana al 100 %, según el secretario de Desarrollo Económico del Distrito Federal, Salomón Chertorivski.

Para evitar conflictos por el traslado de miles de personas al mismo tiempo hacia el autódromo, el Gobierno capitalino implementó un plan que privilegió el uso del transporte público, por lo que la zona del circuito Hermanos Rodríguez no sufrió gran congestión.

En la parte comercial, ya dentro del autódromo, no hubo un sólo producto que se vendiera en menos de 3 dólares y ni hablar de los recuerdos de la carrera, que alcanzaron los 300 dólares en el caso de una chamarra oficial.

Una de las novedades y quizás el gran atractivo de la pista, además de la recta principal en la que los corredores pueden superar los más 360 kilómetros por hora, fue la zona del antiguo estadio de béisbol, que comprende dos tribunas de 28,000 aficionados, entre las cuales pasa el circuito y donde se realizó la entrega de premios.

Dicha zona, la más lenta del circuito y donde se puede observar más tiempo los coches, fue del agrado de todos los pilotos, en especial del alemán Nico Rosberg, de la escudería Mercedes, quien ganó la carrera y comparó el ambiente con un estadio de fútbol, dándole así un espaldarazo a los aficionados, que se convirtieron en protagonistas del Gran Premio de México.

Además Rosberg, al podio se subieron su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, y el finlandés Valtteri Bottas (Williams).



JMRS