Policrato Philodemos

Fuerza pública…. ¿Para qué?

2015-11-12

No existe ninguna sociedad organizada, sea animal o humana, en donde no se manifieste alguna forma...

Alm. Manuel Rodrìguez Gordillo

"La autoridad que omite gobernar se convierte
en un poder virtual que tiende a ser substituido
por otro cualquiera de carácter fáctico"

¡Una constante sin resolver!

No existe ninguna sociedad organizada, sea animal o humana, en donde no se manifieste alguna forma de poder, que definido como relación social es la capacidad para gobernar la conducta de otros, dado que toda organización para existir y reproducirse requiere que sus miembros sigan un mínimo de normas  y valores fundamentales, y de alguien que las haga cumplir, ya sea este el miembro alfa del grupo en el caso del reino animal, o de un líder impuesto y/o electo para gobernar en el caso de los grupos humanos.

Partiendo de la premisa citada en el párrafo anterior, encontramos que en el ámbito del poder no pueden existir vacíos, ya que como líquido en un terreno a desnivel el poder siempre llenará todos los huecos que vaya encontrando.

De la misma manera cuando las autoridades omiten o renuncian a su función de gobernar, y dejan de exigir el cumplimiento de la normatividad básica que garantiza la convivencia pacífica y la seguridad de la población que gobiernan, siempre  aparecerán poderes fácticos oportunistas que violen las normas para obtener algún beneficio, a costa de acotar las libertades y la seguridad de dicha comunidad.

Tal ha sido el panorama que hemos presenciado durante más de 20 años en todo el país (especialmente en Michoacán, Veracruz, Guerrero, Sinaloa, Oaxaca, Tamaulipas, y Tabasco, por citar los más extremos), en donde la ciudadanía en general se encuentra a merced de cualquier grupo de hampones (algunos uniformados de "autoridad", o al frente de algún cargo público), que busque presionar a quienes gobiernan y deciden, para obtener algún tipo de beneficio, ya sea este lícito o simplemente para exigir alguna concesión fuera de la ley (ambulantes, sindicatos, grupos políticos, maestros vándalos, o profesionales de la protesta como los "cuatrocientos pueblos", "antorcha campesina", "Panchos Villa", etc. etc.), atropellando diariamente las libertades ciudadanas con bloqueos de calles, cerrando carreteras, "cobrando piso", secuestrando, extorsionando, impidiendo el transporte público, u obligando que los comercios tengan que cerrar para no ser objeto de actos vandálicos, sin que las autoridades encargadas del orden se atrevan a intervenir a favor de la ciudadanía, ya sea argumentando que "se está investigando", mintiendo acerca de los hechos (Ayotzinapa, dixit), o señalando que dichos grupos "están expresándose de acuerdo a su libertad y derecho para ello (en el caso de los vividores organizados como grupos de presión), ya que esto se encuentra consagrado en nuestras leyes", cuando en realidad dichas "autoridades", al responder de esa manera solo están pensando en su futuro político inmediato, o protegiendo a su posible "clientela" en las siguientes elecciones para que los apoye en sus intenciones de continuar con sus privilegios, y  poder seguir utilizando su fuero como "patente de corso", que les permite tener al erario público como botín de guerra y tratar a la ciudadanía como súbditos de un absolutismo monárquico, en el cual las leyes se aplican e interpretan discrecional y convenientemente por y para quienes gobiernan.

Dada la situación descrita anteriormente, cabría preguntar... ¿Realmente hace falta tener un "gobierno" y unas "autoridades" que son incapaces de proteger nuestras libertades y seguridad ejerciendo el poder y olvidando su atribución legal de utilizar la violencia legítima como herramienta de coerción, que la ley les concede y les hemos otorgado en las urnas?... ¿Realmente para que nos sirven si son incapaces de usar el poder para protegernos?

Si analizamos la situación de inseguridad ciudadana e incertidumbre jurídica en que se vive en todo el país, encontraremos que el origen de todos los males que padecemos se encuentra en la omisión, la prevaricación, y la incapacidad de las autoridades para atender las necesidades básicas de las sociedad a la que tienen obligación de servir; éstas formas de de corrupción se dan especialmente en los ámbitos locales de los municipios y de los estados, a los que han convertido en nichos vacíos del poder legítimo, que la delincuencia ha sabido aprovechar para llenarlos, erigiéndose de facto, en los verdaderos poderes que han podido feudalizar grandes áreas de la república, implantando el terror y la inseguridad ciudadana y degradando la calidad en todos los órdenes de la vida social, mafias toleradas que de no haber intervenido el Ejército y la Armada ya se hubieran adueñado de toda la administración pública en todos los estados del país, aunque han tenido éxitos parciales en diferentes municipios y/o gubernaturas.

Por otro lado y exceptuando a las fuerzas armadas, si consideramos la existencia de la policía y de otras fuerzas del orden como salvaguardas de la seguridad ciudadana, pero que por omisión y/o complicidad de los caciques locales se han aliado con los poderes fácticos de la delincuencia,  misma que les paga por sus servicios y son a quien verdaderamente sirven, convirtiéndose en parte de la misma mafia, solo que pagada con los impuestos de la ciudadanía a la que han traicionado, dicho razonamiento nos lleva necesariamente a otras preguntas… ¿Realmente necesitamos tener una policía de traidores?... ¿Para que nos sirve?

Lo anterior, dadas las circunstancias de inseguridad, ya agravada por la existencia misma de los cuerpos de seguridad, y multiplicada por la ausencia de un verdadero poder judicial, que actualmente alienta la impunidad, además de la omisión y connivencia de las autoridades locales con la criminalidad, nos obliga a preguntarnos nuevamente…. ¿Realmente hacen falta las autoridades y los cuerpos de seguridad?... ¿Qué no estaríamos mejor sin ellos y aprender a defendernos como sociedad, organizándonos al margen de dichas "autoridades" y corriéndolos de los puestos que detentan?... tal parece que está haciendo falta que la ciudadanía asuma directamente su destino implantando la revocación de mandato para aplicarla a quienes han demostrado no servir… además de que se obtendría como plus un ahorro considerable, ya que dejaríamos de mantener a un numeroso ejército de vividores que nos han traicionado.

Ante este panorama sorprenden las declaraciones del señor secretario de gobernación, cuando sentencia que "no se permitirá la existencia de grupos que anden armados y quieran hacerse justicia por su propia mano, ya que se castigará con todo el peso de la ley a quien quebrante dicha disposición"…. ¿Acaso es un mensaje que busca facilitar a los hampones actuar impunemente?.... ¿O quizá nos está diciendo que el derecho constitucional a la "legítima defensa" está abolido por decreto gubernamental?... porque el señor secretario no dice que se va a garantizar la seguridad ciudadana, ni señala que podemos vivir tranquilos y seguros porque el gobierno ya anuló las actividades de las mafias del crimen organizado…. ¿De que se trata entonces?.... es una incógnita que tiene pendiente de aclarar a la sociedad mexicana.



JMRS