Internacional - Seguridad y Justicia

El "eslabón débil" se fortalece: después de París, Bélgica redobla su red de espionaje

2015-12-07

Y por primera vez en la historia reciente, Bélgica tiene planes de enviar a sus...

 Philip Blenkinsop

BRUSELAS (Reuters) - Los ataques de Estado Islámico en París han motivado cambios en las estrategias de las grandes potencias en Oriente Próximo, pero para los europeos podría ser igual de significativo el cambio en marcha en un bloque de oficinas cerca de la estación Gare du Nord de Bruselas.

La capital belga era el hogar de algunos de los atacantes de París y la base de planificación logística de la operación. Apodada por algunos como "la central de la yihad", la ciudad estuvo cerrada durante días debido al temor a que radicales locales pudiesen realizar atentados en casa.

Bélgica, golpeada por acusaciones de financiación insuficiente y luchas políticas internas que habían convertido a sus servicios de seguridad en el eslabón débil de las defensas de Europa contra el terrorismo, ahora está inyectando recursos a una agencia de inteligencia que enfrenta la mayor concentración de milicianos relacionados a Siria en Occidente.

El personal de la seguridad estatal, de la que se sabe poco más allá de su dirección en un edificio gubernamental anónimo cercano a la estación de trenes del norte de Bruselas, podría aumentar en un 25 por ciento, según proyecciones del presupuesto del Gobierno a las que Reuters tuvo acceso.

Y por primera vez en la historia reciente, Bélgica tiene planes de enviar a sus espías al extranjero, según confirmó el Ministerio de Justicia en respuesta a una pregunta de Reuters.

Los jefes de seguridad belga se han quejado reiteradamente de que no pueden manejar a los hasta 900 milicianos islamistas que han crecido en el país, una de las mayores cifras per cápita de Europa, menos aún con los fondos existentes.

No obstante, se necesitó de un ataque fallido en enero -incluido un tiroteo en el pueblo de Verviers- para revertir un recorte de presupuesto previsto y entregar 200 millones de euros en fondos para seguridad. Los ataques de París llevaron a la inyección de un paquete adicional de 400 millones de euros el mes pasado.

La cantidad de personas que trabaja en la inteligencia belga es un secreto de Estado, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de sus homólogos occidentales, pero hay evidencia de que tiene pocos efectivos en comparación a sus socios europeos.



LAL