Nacional - Seguridad y Justicia

Denuncian inacción policial en Chilapa tras nuevas muertes

2015-12-28

En noviembre, la violencia del narcotráfico sobre esta familia se agravó...

México. (EFE).- La muerte en los últimos días de cinco civiles en distintos ataques en el municipio mexicano de Chilapa, en el estado de Guerrero, revela la inacción de las autoridades en esta localidad acechada por el narcotráfico, denunció hoy el activista José Díaz.

"Son dos grupos que se disputan la plaza, y de estos grupos no han capturado a nadie, las estructuras siguen intactas. Los Rojos y Los Ardillos siguen con su línea de operación completa, y la Policía Federal, a cargo de la seguridad, también está intacta", señaló Díaz en entrevista con Radio Fórmula.

El vocero de la organización Siempre Vivos destacó que, desde que entraran las fuerzas de seguridad federales este año a velar por la seguridad de los habitantes del pueblo, no ha habido "ningún enfrentamiento ni captura".

"Los que sufrimos las consecuencias somos los del medio, los que nos atravesamos en el camino (del narcotráfico), porque entre ellos (con la Policía), no se agreden", sentenció.

Este sábado y domingo se registraron dos ataques en el centro de esta ciudad del sureño estado de Guerrero disputada por dos bandas rivales, Los Ardillos y Los Rojos, por ser un punto estratégico para el cultivo y comercio de la amapola, opiáceo con el que se elabora la heroína que se trafica en Estados Unidos.

Estos sucesos dejaron cuatro muertos y dos heridos que se sumaron al asesinato a balazos, el martes pasado, del activista Bernardo Carreto, que con tres hijos desaparecidos era familiar del extitular de Seguridad de Chilapa Silvestre Carreto, desaparecido en 2014.

En noviembre, la violencia del narcotráfico sobre esta familia se agravó todavía más cuando seis personas, cinco de ellos familiares del exresponsable de seguridad municipal, murieron en un ataque armado.

Eran dos menores de edad, su madre y dos hombres más, que fueron ejecutados cuando viajaban en un taxi entre las comunidades de Ahuihuiyuco y Tetitlán de Lima.

Díaz explicó hoy que Bernardo Carreto había alertado de su situación ante la Fiscalía General en varias ocasiones. "Nos decían que iban a investigar, pero luego que no tenían facultades para investigar, que era (responsabilidad) de la Fiscalía de Guerrero", señaló.

Asimismo, el vocero de Siempre Vivos advirtió de errores administrativos, como que el expediente de Carreto jamás salió de dependencias estatales, y de lentitud burocrática ante situaciones de "crisis humanitaria", como la que se padece en Chilapa.

El polvorín estalló en esta ciudad al pie de la montaña de Guerrero el pasado mayo, cuando unos 300 civiles armados, que se identificaron como "policías comunitarios", irrumpieron en la urbe, tomaron edificios públicos e instalaron retenes en los accesos para pedir mayor seguridad.

Se retiraron cinco días después gracias a un acuerdo con las autoridades estatales y federales.

No obstante, un grupo de habitantes de Chilapa denunció la desaparición de 16 de sus familiares durante la toma de la localidad por parte de hombres armados, un hecho que la fiscalía de Guerrero atribuyó al crimen organizado, que se habría infiltrado con los policías comunitarios para entrar en el municipio.

La cifra, según reveló el entonces gobernador Rogelio Ortega, podría ascender a 30 desaparecidos, un dato todavía no confirmado.

Desde entonces, y sin haberse esclarecido las desapariciones, los hechos violentos no han dejado de sucederse en este municipio de alrededor de 100,000 habitantes con varios asesinatos, tiroteos y hallazgos de cuerpos en fosas con signos de tortura.

Esta ola impactó también en la clase política, pues el 1 de mayo, antes incluso de la ocupación de la entidad, fue asesinado cerca de la comunidad de Atzacoaloya el candidato a la alcaldía de Chilapa del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ulises Fabián Quiroz.

En entrevista con Imagen Radio, el fiscal general de Guerrero, Xavier Olea, reconoció hoy la situación de inseguridad en este municipio, lo que "desgraciadamente" afecta a los civiles.

"Tenemos un problema para responder con inmediatez ante la violencia en los municipios", aseveró.

El estado de Guerrero vive una ola de violencia que ha dejado centenares de muertos desde la desaparición de 43 estudiantes en septiembre de 2014 en Iguala.



LAL
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