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La pesadilla que vivirán los desempleados si una nueva recesión golpea pronto a EU

2016-02-04

Una nueva recesión es posible pero, de suceder en el corto plazo, podría encontrar a...

Jesús Del Toro

Aunque aún no se ha registrado una recuperación completa de la actividad económica ni de los salarios, muchos de los efectos de la pasada Gran Recesión en Estados Unidos se han mitigado significativamente.

El desempleo, en lo específico, llegó a una tasa del 10.2% a escala nacional en octubre de 2009 (y fue mucho más alta entre ciertos sectores de la población), pero en diciembre de 2015 se ubicó en 5%. Hay quien criticará que muchas de las plazas de trabajo recuperadas pagan menos que las que se destruyeron, y en efecto hay un rezago en materia salarial importante. Pero las condiciones del empleo son en 2016 mucho mejores que en los momentos más rudos de la crisis del empleo entre 2009 y 2011.

Pero cuando en 2016 se dan indicios de que la economía podría nuevamente reducir el paso, e incluso llegar a una nueva recesión (lo que no es inusual, pues además de la más reciente en 2007-2009, en las últimas décadas se han registrado frenazos en 2001, 1990-1991, 1981-1982, 1980 y 1973-75).

Una nueva recesión es posible pero, de suceder en el corto plazo, podría encontrar a varios estados mal parados en lo concerniente a su capacidad de pagar el seguro de desempleo. Como analiza el portal FiveThirtyEight, los ingentes desembolsos y compromisos financieros que los sistemas de seguro de desempleo de varios estados tuvieron que realizar para cubrir a enormes cantidades de solicitantes de ese beneficio secaron sus arcas y, en ciertos casos, los sumieron en deudas considerables.

Varios de esos sistemas no estarían en capacidad de responder por sí solos ante las necesidades de una nueva recesión si ésta se desatara pronto.

Por ejemplo, en 2007 California tenía 2,700 millones de dólares en su fondo de seguro de desempleo, pero ante el golpe rudo de la crisis (la tasa de desocupación llegó en ese estado a ser mayor que la nacional), no solo se secaron esos recursos sino que actualmente ese sistema acumula una deuda de más de 6,000 millones de dólares con el gobierno federal. Los sistemas de seguro de desempleo de otros nueve estados también le deben a la administración federal o a inversores privados y solo 18 tienen el dinero suficiente para operar durante un año de recesión.

La posibilidad, así, de que estallara una nueva crisis con fuerte destrucción de empleo con un sistema de seguro laboral en la lona es, así, una pesadilla ominosa en muchos estados. California es el que se encuentra con números negativos más hondos, pero otros estados están en mala forma. Por ejemplo, según datos de The Pew Charitable Trusts, el sistema de seguro de desempleo de Nueva York debía a finales de 2014 unos 2,000 millones de dólares, el de Ohio e Indiana debían alrededor de mil millones de dólares y muchos otros tenían magros balances o estaban en cero. En cambio, Florida y Texas tenían a fines de 2014 mejor condición, con saldos positivos del orden de los 2,000 millones de dólares.

Las dos grandes interrogantes, así, son cómo pueden esos sistemas resarcir sus fondos (o cubrir sus deudas) para estar listos en caso de necesidad mayor, y qué tan probable es que una recesión golpee a Estados Unidos en el corto plazo.

Para recuperar recursos The Pew Charitable Trust menciona, por ejemplo, varias medidas, algunas de ellas no muy agradables. En California, Indiana y Ohio, por ejemplo, los empleadores deben pagar más impuestos (entre 1.2% y 1.7% adicionales). Michigan prefirió contratar deuda privada de largo plazo, y varios estados han reducido la cantidad de semanas de seguro de desempleo que pagan a sus beneficiarios, pasando de las 26 semanas incluso hasta 15, aunque esto golpea severamente a la población. Y en realidad ha habido ya progresos, pues a finales de 2014 el sistema de California debía 8,600 millones de dólares, 2,600 millones de dólares más que hoy.

Y otros han visto cambiar su situación, Indiana se ha saneado y Ohio debe ahora unos 432 millones de dólares. Texas, en cambio, a causa de deuda contraída con instancias privadas, debe 1,365 millones de dólares, de acuerdo a FiveThirtyEight.

El camino es largo, y el tiempo podría estarse acabando.

Pero no hay consenso al respecto. Algunos analistas, como indica la televisora CNBC, afirman que  la debilidad de la economía de China y del mercado de bienes raíces estadounidense estarían empujando a Estados Unidos a una recesión incluso peor que la pasada.  Otros, como se indica en Fortune, sitúan en menos de 50% las probabilidad de que se dé una recesión en 2016 y aunque ven fortalezas en la economía estadounidense también encuentran indicadores preocupantes, como la caída de los precios del petróleo. Y hay quien encuentra poco probable que se dé ese frenazo económico pues, como indicó The Dallas Morning News, indicadores como el mercado laboral, las ventas de vivienda y la baja de la gasolina plantean un panorama auspicioso.

Sea como sea, una recesión llegará tarde o temprano. La recomendación es prepararse y ser cuidadosos con el dinero.



LAL