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Manning, Miller y Broncos los triunfadores; Newton y Panthers los perdedores

2016-02-08

Miller fue el que forzó las dos pérdidas de balón de Newton que abrieron el...

San Francisco (EU), 8 feb (EFE).- La edición de Oro del Super Bowl 50 ya forma parte de la historia con el veterano Peyton Manning, el apoyador Von Miller y los Broncos de Denver como los grandes triunfadores después que ganaron 24-10 a los Panthers de Carolina y su mariscal de campo estelar Cam Newton.

De nuevo el equipo que aportó en el campo mayor equilibrio en todas sus líneas y sobre todo mejor defensa fue el ganador aunque el mundo de las apuestas de Las Vegas ni muchos de los llamados expertos los veían así.

La realidad fue que Manning, a sus 39 años, en lo que pudo ser su último partido y no precisamente el más brillante, hizo historia al ser el más veterano que consigue el trofeo Vince Lombardi, el segundo de su carrera, y su legado lo tiene ya completamente asegurado con un puesto en el Salón de la Fama.

"Me daré un tiempo de reflexión con mi familia para ver qué es lo que decido", declaró Manning al concluir el partido que se jugó la pasada noche en el Levis Stadium de Santa Clara (California).

Si Manning hizo historia, Miller, de 26 años, un tejano de Dallas simbolizó el gran triunfo del juego defensivo montado por los Broncos bajo la dirección de Wade Phillips, un veterano de 33 años en la NFL que la pasada temporada estaba en el paro.

Miller fue el que forzó las dos pérdidas de balón de Newton que abrieron el camino del tercer triunfo de los Broncos en el octavo Super Bowl que disputan en su historia, de ahí que le diesen el merecido premio de Jugador Más Valioso (MVP).

"Lo conseguí gracias al apoyo de todo los compañeros y el premio es también para ellos", destacó Miller tras recibir el trofeo.

Los Broncos bajo la gerencia de John Elway, el exmariscal de campo miembro del Salón de la Fama, culminaron una gran temporada tras confiar de nuevo en Gary Kubiak la dirección del equipo después que ya estuvo con ellos cuando ganaron los dos Super Bowls anteriores.

Kubiak, al igual que Manning, hizo historia con el trofeo Lombardi al ser el primero que lo consigue en la temporada de su debut al frente del equipo.

Otra clave del triunfo de los Broncos estuvo en llegar con la lección aprendida del baño de humildad que les dieron hace dos años los Seahawks de Seattle, en el MetLife de Nueva York, cuando con la mejor ofensiva de la liga, fueron humillados por la mejor defensa.

Si los Broncos fueron la imagen de los grandes triunfadores, la de los perdedores tuvo como gran protagonista a Newton, el joven pasador de 26 años, que llegó con la aureola de "invencible" al estilo Superman, pero se encontró con la primera gran lección de su carrera, que además no supo encajar deportivamente.

Newton no fue solo el culpable de la derrota de los Panthers que durante la temporada regular habían ganado 15 de 16 partidos, pero sí el principal responsable de no saber dirigir el ataque de su equipo, la mejor arma que tenían para ganar.

El joven pasador recién nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, vivió una auténtica pesadilla ante la defensa de los Broncos al ser capturado en siete ocasiones para empatar una marca de Super Bowl.

No pudo ocultar su frustración a lo largo del encuentro ante el castigo permanente a que lo sometió la defensa de los Broncos sin su primera línea de protección pudiese evitarlo.

Cierto que no tuvo su mejor noche como le sucedió a Manning, pero el problema para los Panthers era que si el equipo quería ganar su ofensiva tendría que sobresalir como lo hizo toda la temporada.

No sucedió porque Newton más preocupado de sus botas de oro con la expresión MVP y su condición de nueva estrella salió desde el comienzo del partido sin concentración y eso lo pagó caro el equipo al faltarle el liderazgo necesario que se necesita en este tipo de eventos, el mayor que se da en Estados Unidos cada año.

La mejor demostración de su falta de adaptación al evento fue que tras concluirlo la pagó con los periodistas al no querer responder sus preguntas o limitarse a decir un simplemente "perdimos".

Pero no solo el trofeo Vince Lombardi, también su imagen de deportista que sabe ser más profesional cuando pierde que cuando gana y todo va bien.

El que nunca perdió su clase y compostura dentro de los Panthers fue el entrenador en jefe latino Ron Rivera que admitió que el equipo no jugó.

"No es el momento de señalar a nadie, como equipo no jugamos bien, pero eso no quita el mérito de todo lo bueno que hicimos durante la temporada", declaró Rivera. "Tenemos una oportunidad para mejorar como equipo. (A los Broncos) hace un par de años les dieron una paliza en el Super Bowl y mira donde están hoy".



LAL