Policrato Philodemos

La incompetencia rectora

2016-02-09

El problema que artificialmente se ha creado, consiste en que las autoridades encargadas del...

Alm. Manuel Rodríguez Gordillo

"La ineptitud y la arrogancia en los
gobiernos provocan mayores problemas
que aquellos que pretenden resolver"

¿ Torpeza.. Valemadrismo.. Mala fe ?

Son las cinco de la tarde del Lunes de carnaval en la ciudad de Veracruz, y todavía no acabo de reponerme de mi asombro ante la profunda estulticia de las autoridades de tránsito, supuestamente encargadas de planear y regular el tráfico fluido de vehículos en la ciudad, y no un negocio de malvivientes encargados de  recaudar fondos meta legales (extorsionando a conductores), que después se reparten entre ellos, como maliciosamente suponen muchos conciudadanos.

Resulta que con motivo de las fiestas carnestolendas que se están festejando, las autoridades encargadas de planear dicha circulación vehicular han cerrado accesos a calles y avenidas, no tan solo las cercanas que concurren hacia el boulevard Avila Camacho, sino también aquellas que destinaron para el estacionamiento de los carros alegóricos que desfilan en los paseos programados de estas fiestas.

El problema que artificialmente se ha creado, consiste en que las autoridades encargadas del planeamiento y control vehicular, violando el más elemental sentido de la funcionalidad de su cometido, pasaron por alto, o de plano no les importó la magnitud de su atropello a la ciudadanía, por dar prioridad al negocio carnavalesco (que en eso han convertido al tradicional carnaval veracruzano, una vez que lo  secuestraron del pueblo), y pensando que en vez de ciudadanos trataban con vasallos, como hasido el que arbitrariamente cerraron las calles de acceso a un hospital de concentración y alta especialidad, en este caso el de la Secretaría de Marina, nosocomio que debe atender a un gran número de pacientes (sobre todo en el área de emergencias), cuya demanda maneja números de tres cifras diariamente, independientemente de que haya carnaval o de la temporada de que se trate.

Sería muy interesante conocer la explicación que estas ineptas (o mal intencionadas), autoridades de tránsito, puedan dar como pretexto ante tal desatino, o será que en su arrogancia y desprecio por la ciudadanía en general y los derechohabientes de la institución naval en particular, opten por callar evitando la vergüenza pública, debida a su torpeza y falta de sensibilidad social ante la ciudadanía, de la que son servidores, dado que por ley son sus mandantes.

Mientras tanto la ciudadanía y los derechohabientes del Hospital Naval de Altas Especialidades "Porfirio Sosa Zárate", están esperando una explicación de tan atrabiliaria e ilógica decisión, que bien sería materia de la competencia para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.



JMRS
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