Internacional - Finanzas

Las tasas de interés negativas constriñen a los bancos del sur de Europa

2016-03-07

Un indicador de la rentabilidad del sector es el margen de intereses, que es la diferencia entre lo...

 Mike Bird, The Wall Street Journal

A medida que se acerca la próxima reunión del Banco Central Europeo, los analistas y los inversionistas han empezado a vigilar más atentamente el efecto de las tasas de interés negativas en los balances de los bancos y cómo podría variar en cada economía de la eurozona.

Por el momento, los resultados no son demasiado buenos: unas tasas de interés más bajas no sólo presionan considerablemente la rentabilidad de las entidades, sino que también podrían oprimir a las entidades ya penalizadas del sur de la región de una forma más severa.

Un indicador de la rentabilidad del sector es el margen de intereses, que es la diferencia entre lo que gana el banco por los préstamos y lo que paga por los depósitos.

Cuando se reducen las tasas de interés --algo que se espera que el BCE haga esta semana-- bajan también los intereses que los bancos reciben por las hipotecas y el dinero que reciben los clientes por los depósitos.

Sin embargo, estas dos tasas no bajan al mismo ritmo.

El ajuste de las tasas de interés hipotecarios ha sido mayor desde que comenzó la crisis. Desde que el BCE comenzó a implementar la expansión cuantitativa en noviembre de 2008, las tasas de interés sobre los préstamos hipotecarios con una duración mínima de cinco años han caído un 46,3%

En comparación, las tasas de interés sobre los depósitos con un vencimiento de más de dos años han bajado un 29,8%. Paralelamente, los intereses de las hipotecas del mismo tipo se han reducido un 15,5% desde que el BCE impuso las tasas negativas, mientras que los de los depósitos han descendido un 12,4%.

Ahora existe una diferencia de algo más de medio punto porcentual entre los intereses de los depósitos y los de las hipotecas, que es el diferencial con el que la mayoría de los bancos generan la mayor parte de sus ganancias. A finales de 2007, el diferencial era de más de dos puntos porcentuales.

Tal y como sucede con otras tantas cosas en la eurozona, la convergencia está tardando mucho en imponerse en las tasas de interés hipotecarias fijos y variables. Aunque predominan los intereses fijos en Francia, Alemania y Holanda, en España e Italia predominan los variables. Una nota de análisis de Credit Suisse refleja diferencias drásticas.

En igualdad de condiciones, las tasas de interés negativas suponen un problema mayor para los bancos y los países que tienen una importante proporción de deuda hipotecaria con intereses variables. Generalmente, las hipotecas con un interés variable cobran un margen por encima de la referencia, que suele ser del 2% sobre el Euribor. Cuanto más bajo sea ese interés variable, menos ganancia obtendrá el banco con estas hipotecas.

"La clave en regímenes como los de España, Finlandia e Italia es que no pueden cambiar el margen --el diferencial es el mismo en los préstamos existentes-- por lo que afecta la ganancia negativamente", explica Jan Wolter, uno de los autores del informe de Credit Suisse.

Las hipotecas con interés fijo a largo plazo suponen un dolor de cabeza para los bancos cuando las tasas de interés suben inesperadamente, pero son favorables cuando bajan.

Aunque las políticas de tasas de interés bajas están diseñadas para avivar la inflación, en especial en el sur de Europa, donde está en mínimos, parece que las medidas del BCE podrían tener el efecto perverso de presionar aún más a los sistemas bancarios de España e Italia.



LAL
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