Internacional - Finanzas

Panamá rechaza su reputación de destino para el lavado de dinero

2016-04-06

Un auge que tiene sus raíces en dinero de los cuatro rincones del mundo ha transformado la...

Por Kejal Vyas y Juan Forero, The Wall Street Journal

Este pequeño país desarrolló una economía de alto vuelto en parte ofreciendo confidencialidad a empresas y personas que buscan llevar su dinero lejos de su país de origen, una práctica que lleva 40 años y que explotó en los medios esta semana cuando salieron a la luz millones de documentos de una de las principales firmas de abogados del país.

El hombre que maneja el dinero del dictador sirio Bashar al-Assad y amigos personales de Vladimir Putin, así como deportistas y empresarios poco conocidos, estuvieron entre los que usaron Mossack Fonseca & Co., que estableció cerca de 240,000 empresas fantasma que a lo largo de los años han permitido a los clientes transferir dinero de forma discreta, según medios que tuvieron acceso a los documentos.

The Wall Street Journal no ha verificado de forma independiente el material filtrado. Mossack Fonseca ha negado que haya realizado algo ilegal.

Un auge que tiene sus raíces en dinero de los cuatro rincones del mundo ha transformado la silueta de la ciudad en una versión latinoamericana de Dubai o Hong Kong.

Panamá es un país que, en gran parte, ha basado su estrategia de desarrollo “en volverse una jurisdicción confidencial, un lugar que vende confidencialidad”, señala John Christensen, economista y director del grupo de transparencia Tax Justice Network. “Realmente se ha esforzado mucho para atraer negocios sucios”.

Funcionarios panameños rechazaron el martes dichas acusaciones.

“Panamá cambió”, dijo Álvaro Alemán, ministro de la Presidencia de Juan Carlos Varela, en una conferencia de prensa el martes en la capital. “Estamos impulsando dramáticas reformas que no pueden ser ignoradas”.

Leyes promulgadas el año pasado, que serán implementadas en los próximos dos años, imponen requisitos de divulgación mucho más estrictos sobre las instituciones financieras, así como las firmas de abogados, casinos y zonas de libre comercio, dice Matías Mora, director gerente para América Central de la consultora Berkeley Research Group y un experto sobre antilavado de dinero y cumplimiento en Panamá.

Firmas como Mossack Fonseca deberán conocer al cliente final de las empresas fantasma que establezcan, incluidas las que son creadas por bancos y otras instituciones y luego se revenden a sus clientes, agrega Mora. “Mucha más información será exigida a los abogados”, dice.

En febrero, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), una agencia intergubernamental creada en 1989 para combatir el lavado de dinero, mencionó el “significativo progreso” de Panamá en mejorar la supervisión cuando lo retiró de una lista de países que no cooperan. El país había estado en esa lista desde 2014.

De todos modos, expertos del sector dicen que los cambios no son suficientes. Panamá es la jurisdicción más importante que continúa fuera de un programa internacional para intercambiar automáticamente información sobre cuentas bancarias.

Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Tributaria de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dice que las inversiones extranjeras legítimas podrían verse afectadas si Panamá no comienza a cooperar con la iniciativa de la OCDE sobre el intercambio de información.

El martes, las autoridades tributarias de Francia volvieron a colocar a Panamá en su lista de países que no cooperan tras los informes de esta semana. El ministro de Finanzas de Francia, Michel Sapin, dijo ante legisladores en París que Panamá ha engañado a la comunidad internacional a que creyera que respeta prácticas financieras apropiadas.

La reputación del país centroamericano como un refugio de dineros calientes era el centro de las conversaciones en las soleadas calles del centro de la ciudad de Panamá. Algunos residentes planteaban sus argumentos de defensa.

“Yo creo que es una conspiración”, opina Eduardo Cubilla, un chofer de 60 años, sobre los documentos filtrados. Agrega que Panamá es injustamente señalada por potencias extranjeras celosas de su reciente crecimiento económico, a un promedio anual de 8,5% durante la última década. “¿Nos quieren decir que no hay cuentas en Estados Unidos y Reino Unido con dinero sucio? Por favor”.

Su adopción del dólar, su centro bancario offshore, su estatus como un centro naviero internacional debido al Canal de Panamá, su implementación de zonas de libre comercio y su ubicación geográfica a lo largo de rutas del narcotráfico lo han convertido en un destino para el lavado de dinero, según un informe de 2015 del Departamento de Estado de EU

“Se cree que la evasión fiscal, el fraude bancario y la corrupción también son importantes fuentes de fondos ilícitos”, señaló el informe.

En los años 80, durante la dictadura del general Manuel Antonio Noriega, Panamá se convirtió en un centro bancario favorito del fallecido capo colombiano Pablo Escobar. En tiempos más recientes, el país ha recibido miles de millones de dólares de Venezuela, tanto de funcionarios corruptos como de personas que buscan sacar su patrimonio de una economía venezolana que colapsa, según personas que han rastreado el dinero. Eso ha ayudado a propulsar el auge de la construcción de la capital panameña.

“Aquí hay muchos chavistas con grandes apartamentos que cuestan US$1 millón para comprar y otro US$1 millón para amueblar”, dice Guillermo Cochez, ex embajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, en referencia a los partidarios del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.

Varela, heredero de una de las familias más ricas de Panamá, ganó la presidencia hace dos años con promesas de limpiar la corrupción que presuntamente prosperó bajo su predecesor, Ricardo Martinelli. La Corte Suprema de Justicia ordenó el arresto de Martinelli bajo acusaciones de corrupción y otros cargos, los cuales el ex mandatario ha negado.

Hasta hace poco, Ramón Fonseca, uno de los fundadores de Mossack Fonseca, tenía un algo cargo en el Partido Panameñista de Varela.

Varela fue vicepresidente de Martinelli y Fonseca también desempeñó altos cargos en ese gobierno, pero ambos se distanciaron del presidente conforme se acercaban las elecciones de 2014.

Muchos panameños defendieron las medidas de la firma de abogados. “¿Sólo porque la gente va a usar esas corporaciones para fines ilegales es culpa de Panamá? ¿Es culpa del abogado?”, dice Victoria Figge-Cederkvist, consultora antilavado de dinero que trabaja con empresas en Panamá.

Detractores dicen que Panamá ha tenido un gancho comercial único al permitir que los nombres que las personas que establecen compañías fantasma sean mantenidas en secreto.

“El solo hecho de que operas en Panamá envía una enorme señal de alarma”, dice Christensen, de Tax Justice Network. “Tiene que haber una razón muy pero muy buena para no divulgar quién eres”.



KC
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