Reportajes

El paseo descendente de las clases sociales en México

2016-04-20

aseo de la Reforma, la más turística y afamada de Ciudad de México, es una...

Claudia Altamirano, El País

México es varios países en uno solo. Se puede hallar un desierto y una nevada en el mismo Estado, o un cinturón de miseria rodeando una acaudalada zona corporativa. También es posible encontrar varios niveles socioeconómicos en una misma avenida: Paseo de la Reforma, la más turística y afamada de Ciudad de México, es una escala descendente de la desigualdad, que baja —literalmente— desde la riqueza de Santa Fe, en el poniente, hasta las carencias de la céntrica colonia Guerrero. Si una persona recorre toda la avenida de poniente al centro, podrá advertir el paulatino descenso del nivel socioeconómico.

El Paseo empieza en Santa Fe, una zona de barrancas en la que fue construido un epicentro corporativo de alto nivel que alberga sucursales de emporios como Televisa y HP; así como dos de las universidades privadas más caras del país: el Tecnológico de Monterrey y la Universidad Iberoamericana, cuyos costos de matrícula semestral superan los 100,000 pesos (unos 5.560 dólares). A esta altura, Reforma es una prolongación, pues originalmente terminaba en la zona de las Lomas de Chapultepec, una boscosa área con enormes residencias, como la adquirida por la pareja presidencial, conocida como La Casa Blanca. Aquí, Reforma es una pendiente con grandes camellones y áreas verdes, bien pavimentada pero con poca infraestructura peatonal, pues la mayoría de quienes viven en Las Lomas se mueve en coche. Hay pocos semáforos y una sola ruta de transporte público: los camiones. 

Alfonso Iturriaga ha vivido toda su vida alrededor de Reforma: primero en la céntrica 'Lagunilla', una zona vecina de Tepito conocida por la venta de antigüedades y de objetos de segunda mano; luego en Tlatelolco y hoy en Lomas de Chapultepec. Este profesionista 'escaló' los niveles económicos de la avenida gracias a su trabajo, pero dice que extraña la cercanía de la gente en su lugar de origen, que contrasta con el distanciamiento de sus vecinos actuales.

Siguiendo hacia abajo está Polanco, otra acomodada área donde se ubican las residencias y empresas de buena parte de la comunidad de origen extranjero que mantiene grandes inversiones, como la judía y la libanesa. Son vecinos los renombrados museos de Antropología y Arte Moderno, el bosque y el Castillo de Chapultepec (que hoy ya es también un museo), el Auditorio Nacional y —lejos de Reforma, pero en la misma zona— el nuevo Museo Soumaya, propiedad de Carlos Slim, el cuarto hombre más rico del mundo.

Pasando Chapultepec empieza la colonia Cuauhtémoc, donde se ubican la Torre Mayor y la Torre Bancomer, la más alta de México. Más adelante están los monumentos de la Diana Cazadora y de la Independencia (conocido como Ángel). El alquiler promedio en la zona es de 22,000 pesos (1,200 dólares), aunque algunos pueden estar en 10,000 y otros ubicados sobre la codiciada avenida llegan hasta los 89,000 pesos (5,000 dólares).

Las cotizaciones siguen bajando donde termina la Cuauhtémoc y empieza la céntrica colonia Tabacalera: el cruce con la avenida de los Insurgentes. Hay más edificios descuidados, más espacios comerciales y oficinas de Gobierno, como el Senado. Más adelante está la estación Hidalgo del Metro, punto de quiebre de la belleza y abundancia de Reforma: a partir de aquí, el contraste social con todo lo visto antes es abrumador.

“Del metro Hidalgo para acá las rentas son más baratas pero te sale más caro porque te asaltan”, cuenta Javier Del Razo, habitante de la colonia Guerrero. Fuera de su casa, sobre la misma Reforma, estuvo instalada una comunidad de sin techo que fue removida en febrero para la visita del Papa, y que hoy se ubica unos pasos dentro de la colonia. Un poco más adelante está el célebre barrio de Tepito, con su gigantesco corredor de comercio informal y su fama mundial de alta peligrosidad.

Desde ahí se pueden ver los altos edificios de la Unidad Nonoalco Tlatelolco, marcada por el terremoto de 1985 y por la masacre estudiantil de 1968. Puede considerarse de clase media por los costos: un millón de pesos en promedio (55,500 dólares) a la venta, 6,000 pesos promedio el alquiler mensual (333 dólares). En este punto termina el Paseo de la Reforma (o empieza, si se parte desde el nororiente), pero continúa con el nombre de Calzada de Guadalupe, que desemboca en la Basílica. El camino es una sucesión de comercios y viviendas grises, cuyo nivel económico sigue descendiendo hasta el cerro del Tepeyac.

El Paseo de la Reforma empieza en un verde, espacioso, próspero cerro, y termina en otro rodeado de pobreza, marginación y la lucha por superarlas.



JMRS