El sector empresarial le da la bienvenida al cambio en Brasil

Por Rogerio Jelmayer y Jeffrey T. Lewis, The Wall Street Journal

SÃO PAULO—Empresas e inversionistas están celebrando el nuevo liderazgo en Brasil tras la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff, a quien muchos responsabilizan de una recesión profunda y el desmoronamiento de las finanzas de la mayor economía de América Latina.

Se espera que el vicepresidente Michel Temer, que reemplazará oficialmente a Rousseff el jueves por la tarde mientras ésta enfrenta un juicio político, proponga rápidamente medidas para reducir el gasto y controlar los subsidios.

Temer podría reducir el número de ministerios del gobierno —ahora existe más de 30— y el posible líder de su equipo económico apunta a domar el déficit presupuestario. Estas medidas tienen como objetivo reducir un gigantesco déficit y restaurar la confianza de los inversionistas.

“Las primeras señales enviadas por Temer son extremadamente positivas”, dijo Paulo Petrassi, socio de Leme Investimentos, que supervisa 600 millones de reales (US$173,5 millones) en renta fija y variable. “Los inversionistas quieren que Temer ataque los problemas de gasto”.

La reacción inicial en el mercado de divisas de Brasil fue positivo. El real subía 1% a 3,4901por dólar al mediodía local, según Tullett Prebon vía FactSet, frente a un cierre de 3,4466 el miércoles.

Rousseff estará suspendida por hasta 180 días mientras es procesada en el Senado por supuestamente haber violado las leyes de presupuesto, acusaciones que ella niega. Si es declarada culpable, Temer serviría el resto de su mandato, que se extiende hasta finales de 2018.

Temer planea anunciar su nuevo gabinete, incluyendo su equipo económico, a más tardar el jueves. Se cree que ha seleccionado al ex presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, para servir como su ministro de Hacienda, de acuerdo a personas al tanto.

Meirelles dirigió el banco central durante ocho años bajo el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Un halcón de la inflación, insistió en tener completa autonomía para fijar la política monetaria, marcando el comienzo de uno de los períodos más prósperos y estables en la historia de Brasil. Se espera que Meirelles pida libertades similares en esta ocasión, y los inversionistas dicen que es factible que las obtenga.

“Temer tiene el poder suficiente para garantizar toda la flexibilidad que Meirelles necesita para hacer su trabajo en la economía, sin influencia política”, dijo Alencar Burti, titular de la Federación de Asociaciones de Minoristas de São Paulo, que representa a 120,000 empresas en todo el estado.

Burti, que también es propietario de dos concesionarios de General Motors y 10 proveedores de tractores New Holland, dijo que le gustaría ver a Temer y a Meirelles avanzar rápidamente para reducir el tamaño del gobierno de Brasil.

Una serie de industrias se beneficiaron de subsidios, financiamiento de bajo costo, incentivos fiscales y otras medidas de protección especiales proporcionadas por el gobierno de Rousseff. Los fabricantes de automóviles, en particular, se encuentran entre los mayores beneficiarios de la ayuda del gobierno.

Aun así, los empresarios e inversionistas se desencantaron con Rousseff después de que la economía de Brasil se hundiera en la peor recesión desde la Gran Depresión y de que su gobierno fuera sacudido por un escándalo de corrupción masiva.

La popularidad de Rousseff se desplomó junto con su apoyo en el Congreso, lo que la dejó incapaz de avanzar con una legislación dirigida a reactivar el crecimiento.

Después de contraerse un 3,8% el año pasado, es probable que el Producto Interno Bruto de Brasil se contraiga a un ritmo similar este año. El desempleo ha alcanzado cifras de dos dígitos, y la inflación está flotando cerca de 10%. Los déficits y la deuda se han disparado.

De todas formas, los mercados financieros se han recuperado en los últimos meses sobre las perspectivas de que Rousseff sería destituida. El índice de acciones Ibovespa ha aumentado casi 22% este año, y el real se ha fortalecido alrededor de 15% en el mismo periodo.

Temer debería ser capaz de lograr que los legisladores aprueben algunos de los aumentos de impuestos y recortes de gastos propuestos por Rousseff que se estancaron en el Congreso, dijo Deusmar de Queirós, propietario y presidente de Pague Menos, la segunda mayor cadena de farmacias de Brasil por ingresos.

“Todo lo que Dilma no pudo pasar debido a que no tenía la fortaleza política será aprobado más rápidamente por Temer porque tendrá más apoyo en el Congreso”, dijo.

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