Internacional - Política

Washington confía en que Brasil soportará turbulencias

2016-05-12

El presidente Barack Obama confía en que las instituciones democráticas...

WASHINGTON (AP) — El presidente Barack Obama confía en que las instituciones democráticas brasileñas soportarán la turbulencia causada por el juicio político abierto contra la mandataria Dilma Rousseff, dijo el jueves la Casa Blanca.

"Estados Unidos apoyará a Brasil aún en esta etapa difícil, y mantenemos la confianza en la capacidad del gobierno para depender de sus tradiciones establecidas y leyes para sortear el camino", dijo Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, durante su conferencia de prensa diaria.

Earnest aseguró desconocer si Obama planea llamar al presidente brasileño interino Michel Temer.

Estados Unidos también apoya a Brasil para que pueda celebrar unas Olimpiadas exitosas a mediados de año, agregó el vocero.

"Queremos que a Brasil le vaya bien", indicó.

El Senado brasileño aprobó el jueves la apertura de un juicio político contra Rousseff tras meses de enfrentamientos derivados del enojo del público por un escándalo de corrupción y la debacle económica del país.

El Senado tiene 180 días para celebrar el juicio y decidir si la mandataria debe ser apartada definitivamente de su puesto.

Por su parte, Argentina, Chile y Colombia valoraron la solidez de la democracia brasileña al referirse a la suspensión de Rousseff.

En Buenos Aires, la cancillería indicó en un comunicado que "que respeta el proceso institucional que se está desarrollando y confía en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña".

El jefe de Gabinete del país sudamericano admitió que el gobierno argentino ve con "mucha preocupación" el impacto que podría tener la suspensión de la mandataria en la economía de Brasil —principal socio comercial de Argentina_, pero confió en que ambas naciones seguirán trabajando "como países hermanos" a partir de la asunción de las nuevas autoridades.

El gobierno venezolano consideró el proceso como un "golpe de estado".

La Cancillería dijo en un comunicado que "mediante farsas jurídicas de las cúpulas oligárquicas y fuerzas imperiales, pretenden el derrocamiento de la presidenta, Dilma Rousseff, para sustituir la soberanía popular, poniendo en riesgo la constitución y la democracia".

Las autoridades venezolanas indicaron que el "golpe de estado" contra Rousseff se fraguó desde su elección mediante la aplicación del "sabotaje, la desinformación, y la mentira, llegando al extremo de pretender impedir la realización en Brasil de eventos deportivos de gran trascendencia mundial, con el propósito de desprestigiar al gobierno y sus autoridades".

Más tarde, el presidente Nicolás Maduro afirmó que "poderosas fuerzas oligárquicas, mediáticas e imperiales han decidido acabar con las fuerzas progresistas, los liderazgos populares de izquierda y revolucionarios del continente".

"El golpe contra Dilma no es sólo contra Dilma, es contra todos nosotros, es contra América Latina... Yo llamo a los jefes de Estado, a las jefas de Estado a los líderes, a las lideresas, a los movimientos sociales y políticos de todo el continente a levantar una voz de dignidad, a levantar una voz de justicia", agregó. "Venezuela repudia, rechaza la canallada, injusta que se ha hecho contra esta gran mujer".

Chile, en tanto, consideró que la democracia brasileña es sólida y reafirmó su respaldo al Estado de Derecho, los procesos constitucionales y las instituciones democráticas de Brasil.

En un breve comunicado el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, de gira por Suecia y Gran Bretaña, dijo que siguió los recientes sucesos políticos en Brasil y destacó que los brasileños "sabrán resolver sus desafíos internos".

Además expresó "su preocupación por los acontecimientos de los últimos tiempos en esa nación hermana, los que han generado incertidumbre a nivel internacional, considerando la gravitación de Brasil en el ámbito regional".

En tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia indicó en un comunicado que "ha seguido de cerca el transcurso de los hechos ocurridos en las últimas semanas" en Brasil y manifestó que "Colombia confía en la preservación de la institucionalidad democrática y la estabilidad, fundamentos indispensables del estado de derecho".

Desde Londres, donde se encuentra de gira, el presidente Juan Manuel Santos declaró a los periodistas que a Colombia le causa gran dolor lo que está sucediendo en Brasil.

"Brasil es un país hermano de Colombia. A nosotros nos duele mucho lo que está sucediendo, es un país muy importante. Y hacemos votos para que la institucionalidad democrática en Brasil se preserve, para que el debido proceso se respete".

El mandatario también consideró que cualquier cosa que les suceda a los brasileños afecta "en forma importante" al resto de Latinoamérica, y es necesario mantener la estabilidad y la institucionalidad democrática en Brasil.

El gobierno de Ecuador, en un comunicado de la cancillería expresó su preocupación por los sucesos brasileños y manifestó "su decidido respaldo al pueblo de Brasil y al Gobierno constitucional de la Presidenta Rousseff, legítima depositaria del mandato popular".

"Ante la amenaza de una grave alteración del orden constitucional, de profundas consecuencias para el conjunto de la región, el Ecuador apela a la plena vigencia y preservación de las instituciones democráticas y los valores que la sustentan...", dijo la declaración ecuatoriana.



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