Cabalístico
La decisión más difícil para los padres
Por: Francisco Mario Morales
Es necesario que desde los primeros años de vida los padres enseñen a cada uno de sus hijos, desde niños, a ser responsables y a enfrentar las consecuencias o bondades de sus propias decisiones. Así los padres tendrán la satisfacción de haber formado hijos responsables y maduros para tomar las decisiones más correctas posibles en sus vidas.
Si no enseñamos a los niños a esforzarse en la infancia, de mayores serán adultos insatisfechos e inseguros porque tendrán miedo de enfrentarse a cualquier situación que les suponga el más mínimo esfuerzo», serán personas egoístas y soberbias.
Como padres quisiéramos tener a nuestros hijos dentro de una burbuja de cristal para que no les pasara nada. Queremos “protegerlos” al máximo para que no sufran, pero la vida tiene éxitos y fracasos, subidas y bajadas. La adversidad es algo natural con lo que los hijos deberán luchar y para ello los debemos formar; de lo contrario se “traumarán” ante la primera dificultad y las consecuencias serán nefastas.
La decisión más difícil para los padres, es dejar que los hijos también se enfrenten solos sus propias decisiones en su mayoría de edad. De esta forma, tan sencilla, los papás no vivirán la difícil decisión de dejar que los hijos aprendan de sus propias responsabilidades y decisiones.
De lo contrario los papás siempre estarán apoyando, preocupándose e interviniendo en las responsabilidades y decisiones de los hijos tratando de “formar” lo que no formaron en su momento.
Muchas veces esto impide la madurez de los hijos, y si esto lo llegan a lograr será después de los 30 o 40 años, o lo que es peor, es que nunca logren esa etapa de madurez. ¿Qué es la inmadurez? La inmadurez significa una persona a medio hacer.
Desconocimiento de uno mismo: ésta era una de las normas del héroe griego. En el templo de Apolo, en Grecia, había en la puerta de la entrada una inscripción que decía así: «Nosci se autom», conócete a ti mismo. Se trata de tener claro que la materia más importante de cada persona es uno mismo, lo que quiere decir conocer las aptitudes y las limitaciones que uno tiene. Ambas son como la de bitácora que nos ayuda a una navegación correcta por la vida.
A los hijos hay que apoyarlos, orientarlos, pero no resolverles sus vidas y responsabilidades. La madurez es uno de los puentes levadizos que lleva a fortalecer la felicidad, la estabilidad emocional y los sentimientos.
JMRS
