Cabalístico

A mayor poder, mayor obligación

2016-05-24

El mayor espectáculo del mundo es un hombre esforzado, luchando contra la adversidad, pero...

Por: Salvador Casadevall 

El mayor espectáculo del mundo es un hombre esforzado, luchando contra la adversidad, pero hay uno más sorprendente todavía, y es el ver a otro hombre lanzarse en su ayuda

Dice un autor, hablando de un rey de Portugal: Este monarca no hizo nada; ahora bien, todo lo que hizo, lo hizo bien.

Realmente, pienso yo, soberanos de este tipo, si es que existen, son una verdadera dicha para su país.

Personajes que no hagan mal a nadie desde el poder, cuando uno sabe lo mucho que emborracha ser poderoso, es verdaderamente algo que hay que destacar, que hay que alabar.

Personajes que no hagan mal a nadie, por la poderosa razón que nunca han hecho nada, quizás habrá muchos que censurarán el no hacer, pero entre el hacer algo que hace daño y el no hacer, es preferible que no hagan nada, al menos no dañan a nadie.

Lo mismo podríamos decir de ciertas personas que no han pensado en su vida, que nunca han reflexionado sobre la vida: la de uno y la que me rodea.

Quien no piensa, no corre peligro de equivocarse, pero vivirá en la ignorancia y esto ya es una gran equivocación.

El mayor espectáculo del mundo es un hombre esforzado, luchando contra la adversidad, pero hay uno más sorprendente todavía, y es el ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.

Debemos luchar, debemos ayudar para que no se haga realidad aquello que escribió con aire pesimista Alejandro Dumas: El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones, y muere de la misma manera: sin dientes, sin cabello y sin ilusiones.

No importa ni los dientes ni el cabello, pero si debemos sembrar ilusiones.

No permitamos que haya hombres que la hora de morir, no hayan vivido con ilusiones.

Una gran potencia, un país poderoso siempre ha implicado enormes obligaciones y necesidades.

Cuando se es ballena, se debe forzosamente vivir a lo ballena y tragarse a diario miles de peces si es que uno no quiera perecer.

El término medio no existe.

Y suponer lo contrario es querer esquivarse de la realidad.

A los grandes estados, como a los grandes hombres y a los grandes emprendimientos, les está vedada la comodidad.

A toda mayor ubicación de importancia, mayor es la obligación, mayores son los deberes, mayores son las consecuencias de lo que hago o dejo de hacer.

Y entre hacerlo mal, es preferible no hacer nada y no impedir o entorpecer que otros si hagan.

En la humanidad, por suerte, siempre ha habido hombres que han hecho cosas y todas nacieron para mejorar la vida del hombre.

Al menos esta era la intención del que las creó.

Lamentablemente no siempre lo que fue pensado para el bien termina siendo usado para hacer el bien.



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