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La COFECE podría anular la compra de Casa Marzam por irregularidades en su financiación
Por Juan Montes, The Wall Street Journal
MEXICO DF- La Comisión Federal de Competencia Económica de México, más conocida como Cofece, aprobó en agosto pasado la compra de la tercera mayor distribuidora farmacéutica del país por un fondo holandés prácticamente desconocido, asegurando que no creía que la adquisición afectaría la competencia en el mercado.
Lo que los reguladores no sabían entonces era que el principal propietario de Nadro S.A. —el mayor distribuidor de medicamentos de México— estaba detrás del fondo holandés que compró Casa Marzam S.A., el rival de Nadro.
El fondo holandés, Moench Cooperatif, pagó US$83 millones por Marzam. La operación, no obstante, fue financiada por Marina Matarazzo de Escandón, la esposa del presidente Nadro, Pablo Escandón, según documentos supuestamente filtrados de la firma panameña de abogados Mossack Fonseca y publicados en abril por un sitio web mexicano de noticias.
En respuesta a las consultas de The Wall Street Journal, la comisionada presidenta de Cofece, Alejandra Palacios, dijo que la agencia “está llevando a cabo varias acciones destinadas a verificar” la autenticidad de la información relacionada con la compra de Marzam. Agregó que al momento de la compra, la comisión no tenía ninguna información acerca de ningún vínculo entre el fondo holandés y Nadro.
Si hay suficiente evidencia, podría abrirse una investigación formal. La ley mexicana permite que la Cofece cancele la transacción si se confirma que Nadro estuvo detrás de la adquisición y que esta afectaría la competencia.
“Muchas personas dentro de la Comisión sienten que han sido engañadas por Nadro”, dijo un alto funcionario del gobierno con una estrecha relación con uno de los miembros de Cofece.
Nadro y Mossack Fonseca declinaron comentar al respecto. Marzam y Luis Doporto, uno de los principales accionistas de Moench Cooperatif, no respondieron a repetidas solicitudes de comentarios. Los intentos por comunicarse con Escandón y Matarazzo fueron infructuosos.
La compra secreta de un rival es sólo uno de varios pasos que Nadro, que no cotiza en bolsa, tomó en el último año para obtener una posición dominante en el negocio de distribución de medicamentos de México. Esto le permitió elevar los precios de los remedios tan rápidamente que algunas cadenas minoristas, como Wal-Mart de México SA B, se niegan a vender algunos medicamentos con receta, de acuerdo con documentos a los que tuvo acceso The Wall Street Journal.
Apenas tres días antes de que la compra de Marzam fuera aprobada por Cofece, Nadro firmó un acuerdo de venta y distribución con la filial mexicana de AstraZeneca por el cual Nadro pasó a ser el único distribuidor de medicinas de AstraZeneca para algunos grandes clientes mayoristas, según una copia del acuerdo visto por The Wall Street Journal. Entre estos clientes se encuentran grandes cadenas minoristas como Wal-Mart, Soriana y Costco. El pacto incluía cláusulas donde tanto Nadro como AstraZeneca acordaban los precios de los medicamentos que se venden a los minoristas.
La filial mexicana de AstraZeneca no quiso hacer comentarios.
Nadro también tiene convenios con otras farmacéuticas importantes que les prohíben vender sus productos a otros distribuidores a precios diferentes, de acuerdo con los documentos vistos a los que tuvo acceso The Wall Street Journal.
La ley mexicana considera que los acuerdos de distribución exclusiva, conocidos legalmente como de “asignación de consumidores”, y la fijación de precios son prácticas monopólicas.
Consultada sobre este contrato, la Cofece dijo que consideraría iniciar una investigación independiente para revisar posibles prácticas anticompetitivas.
Nadro y Marzam controlan en conjunto alrededor del 50% del mercado de la distribución de medicamentos de marca al sector privado en México, donde se estima que hay 25,000 farmacias y cientos de hospitales privados, según el grupo de la industria Unefarm y varios ejecutivos del sector.
Héctor Manzano, un histórico alto ejecutivo de ventas de Nadro, fue nombrado vicepresidente comercial de Marzam tras la compra.
Un tercer participante del mercado, Fármacos Especializados S.A., domina alrededor de 25% del mercado. El resto está fragmentado entre varias empresas regionales y pequeñas firmas. La venta de fármacos en México ascendió a cerca de US$11,000 millones en 2015, según Unefarm.
El tamaño de las principales compañías de distribución de fármacos les otorga mayor influencia sobre los fabricantes de medicamentos. Los contratos de exclusividad como el firmado por AstraZeneca son comunes, dicen ejecutivos del sector. El actual director general de operaciones de Nadro, Ricardo Álvarez-Tostado, fue jefe de AstraZeneca en México entre 2001 y 2013.
“Los fabricantes de productos farmacéuticos se sienten atados a ciertos distribuidores para colocar sus medicamentos en el mercado,” dijo el director de Levic, una distribuidora pequeña que se centra actualmente en la distribución de medicinas genéricas.
Tomás Rodríguez, el jefe del organismo industrial que representa a Nadro, Marzam y Fármacos Especializados, dijo que existe suficiente y sana competencia en el mercado de la distribución a pesar de la reducción del número de operadores.
“En la mayoría de los países, la distribución la hacen muy pocas empresas. La distribución exige a las empresas operar con grandes volúmenes con el fin de ser eficientes”, aseveró.
Wal-Mart de México, el mayor minorista del país, dice que hacia finales de 2015 notó que un rango de precios de medicamentos comenzaba a aumentar más de 10%. La compañía preguntó a los fabricantes de medicamentos si habían subido los precios y éstos les respondieron que había sido una decisión de los distribuidores, señala el portavoz de Wal-Mart, Antonio Ocaranza.
“Decidimos no traspasar esos aumentos de precios a nuestros clientes y eso nos llevó a dejar de comprar medicamentos de 13 fabricantes”, agregó Ocaranza. A consecuencias de ello, Wal-Mart ha sufrido escasez de algunos medicamentos, como la Aspirina Protect de Bayer para pacientes con problemas cardíacos.
Soriana y Costco no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Según una revisión de datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística, el precio medio de los medicamentos en México ha aumentado alrededor de 12% desde principios de 2014, el doble que la inflación durante el mismo período.
El porcentaje, sin embargo, incluye los medicamentos genéricos, que han aumentado mucho menos que los patentados, que son distribuidos por empresas como Nadro. El precio de los medicamentos con patente se ha disparado 40% en los últimos dos años, según Unefarm, que dice que la mitad del incremento se debió al alza del dólar, que afectó el precio de los medicamentos en pesos, y que aproximadamente la otra mitad se debió a una menor competencia en el negocio de distribución de fármacos.
“La mayoría de las farmacias independientes no tienen más opción que aceptar las condiciones de los distribuidores”, dijo Juvenal Becerra, presidente de Unefarm.
Un puñado de distribuidores de medicamentos ha dominado el mercado privado de México durante décadas, sirviendo como intermediarios entre las grandes farmacéuticas y los miles de farmacias familiares distribuidas en las zonas rurales de México. Su control de la distribución significaba que los medicamentos genéricos—que tienen márgenes muy inferiores—no pudieran crecer en México hasta hace una década, cuando una cadena farmacéutica independiente, Farmacias Similares, comenzó a especializarse en ellos.
El mercado comenzó a cambiar en 2014, cuando el líder histórico del sector, Casa Saba, tuvo problemas de deuda que casi lo llevaron a la bancarrota. Cuando a raíz de esos problemas, Casa Saba pasó a ser un jugador mucho más pequeño, los analistas dijeron que Nadro tenía una oportunidad única para expandir agresivamente su negocio.
A principios de 2015, Genomma Lab, una farmacéutica local, puso en venta su participación mayoritaria en Marzam. Moench Cooperatif ganó con una oferta de US$83 millones.
Matarazzo, la esposa de Escandón, otorgó un préstamo a Moench Cooperatif a través de tres diferentes empresas ligadas a ella, de acuerdo con los denominados Panama Papers. Los intentos de comunicarse con estas tres compañías en busca de comentarios no tuvieron éxito.
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