La Visión del Bucanero

La responsabilidad

2016-07-07

Así como el amor, la actitud responsable, también se deteriora, esto ocurre cuando se...

Luis Campos

"Es una actitud que se toma ante una necesidad personal evidente. 
Puede ser opcional, natural o formal" 

La responsabilidad opcional, normalmente obedece a la capacidad de dar sin recibir algo a cambio, aunque a veces es bueno recibir en agradecimiento: un reconocimiento o una consideración. 

Con frecuencia la actitud responsable la toma el que se siente más capacitado para hacerlo, más no porque tenga más capacidad. 

En una situación crítica, quien se siente presionado para tomar la responsabilidad es el líder formal, principalmente cuando surge un líder informal. En estos casos se ponen en juego los recursos personales de los contendientes circunstanciales, triunfando el más analista e inteligente. Esto no quiere decir que la situación crítica se resuelva, pero si se verá beneficiada, incluso pudiera dar pie a un acto heroico y/o de sacrificio. 

Algunas personas rehúyen tomar la responsabilidad sobre ciertos aspectos importantes de su vida, para no atarse a una obligación y seguir conservando su supuesta libertad. 

Aquel que no tiene capacidad suficiente para dar, es mejor que no lo intente por decisión propia, a corto plazo le pesará y lo hará infeliz. 

Esta responsabilidad, nadie la toma  por designio. 

Así como el amor, la actitud responsable, también se deteriora, esto ocurre cuando se va terminando el propósito de lo que se da, o sea: cuando la acción ya no tiene utilidad alguna o destino posible. 

La responsabilidad natural es la más frecuente e importante. Es la que nace con el individuo para estar presente toda su vida, además, en cualquier “sociedad armónica” está implícita  en el trabajo que desarrolle. 

Cuando nace tiene la responsabilidad natural o instinto de conservar su cuerpo, para lograr sobrevivir en un medio hostil. Por ello, siente la necesidad de alimentarse y sin saberlo conseguirá la energía suficiente para crecer y valerse por sí mismo, mientras… dependerá de su madre o de otro ser vivo. 

El individuo mientras aprende a responsabilizarse de su cuerpo es torpe, atrevido, egoísta e inconsciente de las necesidades de los demás. Es un tirano, un abusador, un chantajista, es cruel y se siente el centro del universo. Requiere de una domesticación para poder ser parte de la sociedad donde se desarrollará. Los primeros coludidos para que esto no suceda son los padres, quienes por ignorantes, lucharán para que conserve su animalidad irresponsable, justificada en el amor. 

O al creerse modernos por haber leído algunas publicaciones disque especializadas, retándolos irresponsablemente a no interferir en la educación activa del infante, desperdiciando el tiempo en que este futuro ciudadano es más receptivo y capaz de modificar su animalidad. Son los momentos en que se pueden inculcar los principios éticos que deberán regir el futuro comportamiento responsable del individuo.

Pasado un tiempo, cuando de alguna forma se han sacudido la tutela de los padres, el aprendiz, ya en sociedad, empieza a tomar conciencia de sus actos, sabe que si se porta mal y hace daño  (a otros o a él mismo), alguien lo reprenderá o se lo hará saber; intuye que si no canaliza por buen camino su esfuerzo, se le dificultará más conseguir lo que pretende, sabe que tiene que cuidarse de los demás, sabe que su mente (libre de drogas o medicinas) es un recurso importante para analizar las situaciones, tomar decisiones, asimilar conocimientos nuevos, crear e innovar. 

El individuo en sociedad tiene que ser responsable de sus actos para que la sociedad y él vivan en armonía. Si los padres fallaron o se declararon incompetentes para racionalmente educar al aprendiz, la sociedad tendrá que actuar a favor de ella misma y en contra de él, para conservar la armonía. 

Esta actividad, recae en la autoridad instituida por cada Gobierno, para mantener el orden, la disciplina y la confianza. 

En algunos países, por desgracia esta actividad se maneja políticamente (incomprensible en los países demócratas), por lo que es ineficiente, inadecuada y perjudicial, propiciando el caos y la pérdida de confianza en la misma. 

Para algunos, esta responsabilidad tarda más en aparecer, y si en el inter encuentran un camino que los beneficie, nunca aparecerá para bien. 

La responsabilidad formal u obligatoria es imprescindible para llevar a cabo consiente y correctamente cualquier actividad. Entonces, se dice que la persona es responsable de sus actos. 

En el medio político, la responsabilidad formal de los actores deja mucho que desear. Casi nadie se siente responsable y para quitarse la presión de la opinión pública, algunas veces, crean o aprovechan cualquier distracción. 

Para sentirse bien ejerciendo la responsabilidad, es importante dominar el efecto de varios acechos, como son:

La injusticia. 

La costumbre, el qué dirán.

La maledicencia, la burla y el sarcasmo.

El desánimo, el escepticismo y la predisposición. 

El egoísmo, la envidia y el protagonismo. 

Los bajos resultados vs continuar con el esfuerzo que se realiza. 

La mala influencia del medio o los amigos.

El rechazo personal. 

La baja auto estima, la estima social y el bajo reconocimiento.  

La sociedad armónica exige ejercer una responsabilidad individual uniforme, para estar en sintonía con el todo. Esta responsabilidad es obligatoria, incuestionable, necesaria y conveniente a los intereses de la sociedad. 

No es negociable. 

Aquel que no cumple con la responsabilidad comunitaria es un rebelde y con razón es rechazado por la sociedad. 

A pesar de lo que digan los defensores de los “Derechos Humanos”, esta persona es indeseable y representa un obstáculo para vivir en armonía. 

Con frecuencia esta actitud rebelde, algunos la justifican por la 

Carencia de educación o por la calidad del entorno donde se ha gestado, lo cual es totalmente falso y perverso. 

La rebeldía es parte de la condición humana ante la posibilidad de lograr la supervivencia y requiere encausamiento oportuno, esto es; darle cause a la energía hormonal del individuo cuando empieza a manifestarse en su entorno; por tal razón han existido por siglos en los pueblos, los lugares donde hacer: ejercicio, deporte, competencias, contiendas, además de  contar con zonas de tolerancia (rojas) y casas de citas bien establecidas; todo ello “controlado” por el Estado. 

Actualmente con el cambio ocurridos en el comportamiento moral de la mujer, con su “liberación femenina”, en el cual exhiben tanta libertad sexual como la del hombre, han sacrificado su feminidad, su inocencia y su dedicación para formar una familia y ser el eje en la educación de los hijos; las zonas de tolerancia ya no son necesarias para desfogar la energía del joven, convirtiéndose entonces en zonas de perversión, únicamente para satisfacer las mentes adictivas a las malas mañas o para aquellos inadaptados a los tiempos actuales. 

En una sociedad moderna, la ejecución de cualquier trabajo requiere de una actitud responsable, con lo cual se asegura que el trabajo se realice: 

•    En su alcance completo.

•    En el tiempo establecido. 

•    En coordinación con trabajos relacionados. 

•    Aplicando el procedimiento de ejecución diseñado para ello. 

•    Respetando el Control de la contaminación.

•    Cumpliendo con las normas de seguridad que apliquen.

•    Manejando correctamente la herramienta adecuada y en buen estado. 

•    Operando correctamente los instrumentos de verificación correctamente calibrados.

•    Dentro de la calidad prevista. 

•    Respetando las tolerancias y momentos de verificación. 

•    Para ser entregado, una vez probado según el protocolo establecido, a satisfacción de quien lo requirió u ordenó. 

Este desglose de actividades aplica para cualquier trabajo que se realice.

En algunos casos, la ejecución de los trabajos requiere de una  supervisión directa. La persona que la lleve a cabo estará plenamente capacitada y será igualmente responsable. 

Cualquier desviación o falla originada por el trabajo ejecutado es responsabilidad de quien lo realiza y de quien lo supervisa.

La responsabilidad del supervisor de un trabajo es parecida a la responsabilidad del Director Técnico de un equipo de futbol, o a la del manejador (Manager, Couch) de un equipo de beisbol, o a la de un supervisor de área de una Planta de ensamblaje, o de una Planta de productos químicos, etc. La diferencia podría ser el número de personas que forman los equipos.  

Si el operario realiza el trabajo acompañado, está formando un equipo y ambos son responsables del trabajo que se ejecuta. 

En la milicia, el supervisor tiene un grado y conoce a fondo lo que le ordena a su subordinado. Lo que puede cambiar con relación al medio civil es que frecuentemente se tiene menor interrelación afiliativa entre las personas con grado diferente, pero habrá casos que por las circunstancias de la misión podrían ser del mismo grado y entonces la responsabilidad la tendrá quien tenga mayor antigüedad o representatividad.  

También sucede que el mando por un momento lo ejerza una persona de menor grado, convirtiéndose su responsabilidad en circunstancial. Esto sucede con cierta frecuencia cuando se organizan eventos o se integran comisiones con personas que ostentan un grado mayor. También, cuando el conferencista o maestro especializado con un grado menor, se dirige a sus escuchas que ostentan un grado mayor. Con frecuencia sucede cuando se toman los diplomados de Estado Mayor o de Seguridad Nacional o Internacional. 

Esto sucede en los equipos que conforman las distintas especialidades en el Estado Mayor de cualquier dependencia militar y se verá seguido en el Estado Mayor Conjunto. 

La responsabilidad que debe exhibir o ejercer este tipo de organizaciones no políticas, debe ser muy clara y de gran trascendencia, pues de sus opiniones, observaciones y estudios, dependerá el éxito de las misiones, en las que posiblemente estarán en juego vidas y bienes materiales. 

Podría equipararse a la responsabilidad del químico en un laboratorio, en donde una mala proporción puede llevar a una explosión, o equipararse también a la responsabilidad de un supervisor de operaciones en una planta química, en la cual una fuga de gas ignorada y no eliminada puede llevar a un incendio o a una explosión. Tal como sucedió en la última explosión de la Planta de PEMEX. 

La responsabilidad que debería exhibir un gendarme o policía se encuentra entre la de un militar y la de un supervisor de una planta química, esto es: Por un lado conoce su misión (tiene autoridad), está capacitado (ha estudiado procedimientos) y tiene recursos (garrote, arma) para intervenir y por otro lado sabe que debe observar el entorno, detectar cualquier anomalía y en su caso pedir o dar asesoría, actuar, o dar la alarma. 

La responsabilidad del gendarme para asesorar es la parte preventiva que debería exhibir el cuerpo policiaco, es la que le dará la autoridad informal necesaria, que le permitirá sentir que está haciendo bien su trabajo y que es bien aceptada su responsabilidad. 

La responsabilidad de actuar debe ser prudente, sin exponer al peligro su seguridad y la de terceros. Tampoco debe ser de abuso por ser la autoridad y llevar un arma. En este caso es diferente a la responsabilidad de un militar, quién si saca el arma es para matar. 

En situaciones críticas, tiene la obligación responsable de pedir información y asistencia, por tal motivo llevará consigo un teléfono-radio que le permitirá comunicarse con la central, en lugar de hacerse de la vista gorda, como es frecuente. 

El día que tomemos la responsabilidad de vivir en armonía, se terminará la inseguridad y se tendrá la esperanza de alcanzar el futuro que hemos planeado. 



JMRS