Internacional - Población

Venezolanos pasan a Colombia en busca de alimentos y medicinas

2016-07-17

Las autoridades de Colombia dijeron que más de 35,000 personas entraron a ese país el...

Juan Forero, The Wall Street Journal

CÚCUTA, Colombia—Decenas de miles de venezolanos, sin posibilidad de conseguir comida y medicinas esenciales en su país, cruzaron a Colombia este fin de semana después de que el gobierno de Caracas aprobara una breve apertura de la frontera, casi un año después de que el presidente venezolano Nicolás Maduro ordenara su cierre. La apertura de los puestos de control más importantes a lo largo de los 2,300 kilómetros de frontera entre ambos países fue la segunda en una semana.

“Yo estoy buscando alimentos para mis hijos y mis nietos”, dijo Nersa Delgado, de 62 años, quien arrastraba rollos de papel higiénico con una mano y cargaba una maleta llena de comida en la otra. “Es horrible, a los 62 años tener que vivir así”.

Las autoridades de Colombia dijeron que más de 35,000 personas entraron a ese país el sábado a través de lo que los funcionarios están llamando un “corredor humanitario” para aliviar el sufrimiento en Venezuela. Al atardecer del domingo, otras 61,000 personas —muchas de ellas mujeres con niños y ancianos— habían cruzado dos puentes que separan a la localidad de Simón Bolívar en el estado venezolano del Táchira de la ciudad colombiana de Cúcuta, de 600,000 habitantes.

“Papel de baño, arroz, harina, granos, pasta de dientes, aceite”, dijo Pedro Galaschow, de 36 años, describiendo lo que se llevaba de regreso a Venezuela. “Es humillante lo que nos están haciendo en casa”.

El domingo pasado, las autoridades permitieron el cruce de decenas de miles de venezolanos días después de que 500 mujeres totalmente vestidas de blanco y clamando por comida habían tratado de romper un cordón militar y entrar a Colombia.

Alguna vez el país más rico de América Latina, Venezuela tiene ahora una economía en crisis. Las multinacionales están saliendo del país, la inflación es la más alta del mundo y las medicinas y los alimentos básicos son difíciles de adquirir. Eso ha provocado protestas y disturbios frecuentes, que han sido disueltos por la Guardia Nacional.

“El gobierno está abriendo una vía de escape para aliviar la presión social”, dijo Carlos Chacón, un concejal de la pequeña ciudad de San Antonio.

Maduro culpó en parte a los colombianos por los problemas de su país. A partir de agosto del año pasado, cerró progresivamente los pasos fronterizos al tiempo que denunciaba lo que describió como una inundación de colombianos empobrecidos e ignorantes en Venezuela.

El cierre de los puestos de control fronterizo se produjo luego de que más de 20,000 colombianos huyeron de Venezuela, algunos de ellos después de ver a las excavadoras estatales tirar abajo sus casas. El gobierno de Venezuela dijo que el cierre de la frontera ayudaría a acabar con el contrabando de alimentos y otros productos básicos de Venezuela a Colombia.

Desde entonces, la crisis en Venezuela ha empeorado, de acuerdo con venezolanos comunes y corrientes y consultoras de opinión que han sondeado la actitud del público acerca de la escasez de alimentos y medicinas.

Algunos de los que vinieron aquí para hacer compras reunieron todo el dinero que pudieron. Isabel Pérez, de 37 años, que trabaja en el sector de seguros, dijo que ella y su marido pidieron un préstamo bancario. Larry Peña, que vino a comprar neumáticos, arroz, cereales y aceite de cocina, dijo que su esposa vendió su anillo de matrimonio.

“Esto lo hacemos por necesidad…esto es una alegría”, dijo, con su carrito de compras lleno.

Algunos llegaron de regiones más alejadas de la zona fronteriza. “Aquí la cosa está difícil y necesitamos con urgencia alimentos”, dijo Mariana Montes, que hizo compras el domingo después de viajar desde la ciudad de Barquisimeto, en el interior de Venezuela. La mujer vino en un autobús fletado por gente desesperada por conseguir alimentos y medicinas.

Montes hizo unos sánduches de jamón y queso y trajo 20,000 bolívares, lo cual es más que el salario mínimo mensual en Venezuela, pero sólo equivale a unos US$20. Aun así, dijo, era suficiente para comprar algunas necesidades.

“Yo tengo una nieta de 2 años y sólo le estamos dando puré de papas porque no conseguimos arroz o pasta, ni mucho menos leche”, dijo.

Otro comprador, Daniel Fortoul, de 23 años, cruzó el sábado para comprar medicina para el corazón para su padre y su abuelo. “La calidad de vida de mi papá y mi abuelo depende de esas medicinas”, dijo. “En Táchira no las hay por ningún lado”.

Fortoul agregó que espera que el gobierno venezolano abra de forma permanente la frontera para que personas como él puedan entrar a Colombia cuando sea necesario. No quedó claro el domingo, sin embargo, si Venezuela volvería a abrir la frontera.

El alcalde de Ureña, Venezuela, Alejandro García, dijo que mantener cerrada la frontera sólo “generará protestas”.

“Esto [la apertura del paso] es irreversible”, dijo, hablando de una frontera abierta con Colombia. “Ya no se puede mantener cerrada la frontera porque eso no redujo el contrabando y deterioró el aparato productivo de la zona”.

El flujo de tanta gente a Colombia ha irritado a funcionarios venezolanos, que con frecuencia critican al gobierno de Colombia y sus estrechos vínculos con el gobierno de EU Maduro afirma que Washington está desestabilizando la economía venezolana, aunque no ha presentado pruebas de ello.

El gobernador de Táchira, José Vielma Mora, un aliado de Maduro, dijo el viernes que el movimiento de tanta gente a Colombia era parte de “un plan para generar zozobra”.

“Si fuera espontáneo”, dijo a principios de semana, refiriéndose al cruce de venezolanos a Colombia, “no se concentran tantas personas” en la frontera. También dijo que habló con funcionarios colombianos para decirles que no sigan describiendo el cruce de la frontera como “corredores humanitarios”.

Los comerciantes colombianos, mientras tanto, están felices con el flujo de venezolanos. “Me sorprende todo lo que compran, con el bolívar tan devaluado”, dijo Nelson Galvis, de 35 años, tomándose un descanso en su venta ambulante de pañales y jabón.

Los venezolanos que ya salían de Colombia a través del puente Simón Bolívar estrecharon la mano de los funcionarios y policías locales, agradeciéndoles con entusiasmo antes de pasar bajo un cartel que decía: Adiós amigo: vuelva pronto.



JMRS

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Utilidades Para Usted de El Periódico de México